José Luis de Vicente DHUB
El director artístico del DHUB, José Luis de Vicente.

El DHUB se renueva como laboratorio ciudadano y se abre a Glòries por su 10º aniversario

El museo cambiará sus colecciones permanentes, acogerá residencias de investigación y abrirá una tienda

La Plaza de las Glòries está ultimando una profunda transformación para reivindicar una centralidad que durante décadas quedó tapada por demasiados coches y molestos atascos. Como nuevo pulmón verde de la ciudad, tejerá nuevas relaciones con su entorno, abriendo una nueva oportunidad para que el Disseny Hub (DHUB) consiga encontrar el camino para que los barceloneses se lo hagan suyo. Con el fin de las obras de este gran espacio público en el horizonte, el DHUB llega a su décimo aniversario concretando el cambio de rumbo en el que lleva inmerso desde hace unos años, con un ejercicio cargado de cambios que afiancen su posición como “la gran casa del diseño” y completen el triunvirato de la cultura contemporánea junto con el Macba y el CCCB, según explica su director artístico, José Luis de Vicente, quien cree que esta disciplina hoy en día tiene que servir para “desarrollar estrategias para la supervivencia y la producción de nuevos mundos”.

“Para mí, el Disseny Hub tiene que funcionar como una institución social de emergencia, con un conjunto de recursos y herramientas para abordar las grandes incógnitas de nuestro tiempo desde la cultura, no solo del pensar y del hablar, sino del hacer y del especular cómo podrían ser las cosas”, defiende De Vicente. Con una colección formada por más de 80.000 objetos —tan solo 2.000 están expuestos—, el museo renovará este año sus colecciones permanentes para avanzar hacia su conversión en “un laboratorio de especulación ciudadana, público y abierto a todo el mundo, para poder construir nuevos futuros desde nuestra memoria compartida”.

“Cuando se inauguró este edificio en 2014 hubo un gran proyecto de que todas las colecciones de diseño y artes decorativas de la ciudad estuvieran juntas por primera vez bajo el mismo techo. Se presentaron separadas por disciplinas y cronológicamente. Ya no leemos así el impacto del diseño, como una única historia lineal, sino como una multiplicidad de historias, episodios y capítulos, donde cosas que hace diez años podían parecer anecdóticas se revelan ahora como muy importantes para hablar de descolonización, crisis climáticas y nuevos materiales”, señala el investigador cultural, quien anteriormente ha sido fundador y director artístico del Sónar+D, cofundador del festival de Arquitectura Model y comisario del festival LlumBCN. “Barcelona tiene la capacidad de apostar siempre por ser laboratorio, es algo que tiene muy metido en su ADN. Es un privilegio que tengamos una casa como esta en la ciudad y, además, situada en su gran cruce y su nuevo centro simbólico. No hay ningún espacio como este en el sur de Europa dedicado a la lectura contemporánea y la mirada hacia el futuro desde el diseño, la arquitectura, el urbanismo, la tecnología, la innovación y el medio digital”, remarca.

“Barcelona tiene la capacidad de apostar siempre por ser laboratorio, es algo que tiene muy metido en su ADN. Es un privilegio que tengamos una casa como esta en la ciudad y, además, situada en su gran cruce y su nuevo centro simbólico”

En esa línea, el DHUB incorporará un laboratorio de ideas, donde se abrirán residencias de investigación para repensar los problemas que afronta la sociedad. “A mí la idea de hub que me gusta es la de conector, como un interfaz al que puedes enchufar cosas distintas entre sí. El nuevo espacio servirá para conectar la comunidad científica con la comunidad cultural, los diseñadores, los arquitectos y los artistas”, expone De Vicente. Se ubicará en un espacio que quedó cerrado y sin uso cuando se acabó de construir el edificio en 2013, que se ve desde la entrada por la calle Ávila, al lado de la cafetería. Originalmente, iba a ser un restaurante, pero acabó quedando vacío. Con una superficie de 800 metros cuadrados repartida en dos plantas, las obras empezaron el año pasado y se prevé que se pueda inaugurar próximamente.

No será la única nueva pieza que tendrá el DHUB con motivo de su décimo aniversario. También incorporará una tienda dedicada al diseño, en un espacio que se encuentra después de la entrada del edificio por la Plaza de las Glòries, anteriormente destinada a eventos: “Será la primera gran librería de Glòries y, de alguna manera, un nuevo gran espacio social y público existe también cuando hay una librería”. Su apertura está ligada con la finalización de las obras de conexión del tranvía y remodelación de la plaza.

En ese sentido, la nueva estación de metro será otra pata del Disseny Hub, puesto que una de sus salidas dará directamente a su interior. “Se transformará así en un museo calle. Se sentirá tan propio que habrá quien lo utilizará solo para transitar. Cuando salgas, nunca te quedará del todo claro a partir de qué momento dejas de estar en el metro y empiezas a estar en un museo”, indica De Vicente. “La gente encuentra una institución cultural, por definición, muchas veces algo intimidatorio, y, además, nuestra arquitectura es muy rotunda, de gran escala. Creo que poder entrar directamente a las tripas, sin ni siquiera haber llegado a ver su piel exterior, será muy interesante”, añade.

Esta nueva línea argumental se acompañará por unificar bajo un único concepto todo lo que pasa dentro del edificio, el Disseny Hub, dejando atrás la separación entre Museu del Disseny y Disseny Hub. De hecho, De Vicente fue nombrado hace casi un año como director del Museu del Disseny, cargo que ahora ha sido substituido por el de director artístico del DHUB. Está acompañado por Mireia Escobar como directora ejecutiva del Disseny Hub.

DHUB
El DHUB sumará nuevos espacios, como una residencia de investigación y una tienda, además de conectarse directamente con la estación de metro de Glòries. © Arnau Puig