Corazón Jaume Plensa Facultad Medicina
El corazón de Jaume Plensa en la fachada de la Facultad de Medicina de la UB. © Francisco Avia

Un corazón gigante invade la Facultad de Medicina de la UB

La instalación artística hecha por Jaume Plensa quiere concienciar sobre la prevención de las enfermedades cardiovasculares

Los vecinos del Eixample Esquerra y los pacientes y profesionales del Hospital Clínic se llevarán una sorpresa cuando pasen estos días por delante de la Facultad de Medicina, en la calle Casanova. Un corazón gigante ha invadido su entrada principal, encajonándose entre las columnas de la fachada para simular las costillas que lo constriñen dentro del cuerpo. Se trata de una obra del escultor barcelonés Jaume Plensa, cedida al hospital con el objetivo de concienciar sobre la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en todo el mundo. 

Aprovechando que este viernes se celebra el Día Mundial del Corazón, el centro hospitalario ha inaugurado la instalación artística con la presencia del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el conseller de Salud, Manel Balcells, el rector de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Guardia, el director general del Hospital Clínic, Josep Maria Campistol, y Ana Garcia, jefa del Servicio de Cardiología del Clínic. La obra se podrá ver hasta el próximo lunes 2 de octubre, con los Jardines del Doctor Duran i Reynals como mejor rincón desde el que contemplarla.

La espectacular obra, titulada El Cor Secret, está hecha con tejidos sintéticos y se ha pintado a mano siguiendo las formas y los colores de los modelos de anatomía. De grandes dimensiones, con 13 metros de alto y casi 10 de ancho, pesa un total de 150 kilos. Anteriormente, se había expuesto en 2014 en Alemania, en la ciudad de Augsburg. Estaba previsto que llegara al Clínic desde hace cinco años, pero el coronavirus retrasó los planes.

No es la primera vez que Jaume Plensa se hace suyo el Hospital Clínic. En octubre de 2020, el artista colocó una de sus esculturas en el vestíbulo principal del centro para agradecer la labor del personal sanitario durante la covid. Desde entonces, un rostro que emerge de una gran roca de basalto da la bienvenida a los que entran por la calle Villarroel.