Las imágenes recientes de ciudadanos recibiendo las primeras dosis de la vacuna contra la covid, permiten contemplar con un optimismo fundamentado la llegada del nuevo año. Si en los días más negros del Gran Confinamiento la música no calló —todo lo contrario, nos acompañó y nos animó—, el escenario que se abre a las puertas de 2021 incluye una serie de novedades discográficas que hablan muy positivamente del talento de los músicos de casa. Comentamos las más destacadas, seguido de algunas reflexiones por parte de promotores musicales sobre el horizonte que se dibuja de cara a la plena recuperación del directo, que en opinión de estos interlocutores será progresiva y requerirá un cierto acompañamiento por parte de las administraciones.
Este 2021 será, si nada se tuerce, el año en que nuestra estrella más internacional, Rosalía, ofrecerá un nuevo trabajo discográfico. Sería el tercer álbum de su cuenta después de aquel El mal querer de 2018 que lo cambió todo. Algunas fuentes sitúan en el segundo semestre la fecha de salida de la nueva producción del artista de Sant Esteve Sesrovires, que en 2020 ha difundido algunas piezas nuevas como Juro que y Dolerme.
Esperando el gran día, tenemos previsiones más concretas. Es el caso de Parc, el nuevo disco de Ferran Palau. Se trata de la quinta entrega en solitario del metafísico autor de Esparreguera, cuya edición está anunciada para febrero. Canciones marcadas por el minimalismo y los sintetizadores forman el grueso de una producción que, según indican fuentes de su oficina, también se caracterizará por un cierto homenaje al cine slasher de los años ochenta. Para ir tomando la medida, podemos deleitarnos con el tema que abrirá su nuevo trabajo, Reflexe, cuyo videoclip ha divulgado hace escasos días.
Las que también han avanzado parte del contenido de sus nuevos trabajos discográficos son dos mujeres que pisan fuerte en nuestro panorama musical. La primera es la pianista y compositora Clara Peya, que en enero pre-estrena en Vilanova i la Geltrú el temario de Perifèria, disco que se pondrá en circulación el mes siguiente. Peya dirige una mirada a los espacios de paso, los márgenes, sean físicos o emocionales. Hasta el momento conocemos muestras como el tema La niña, con la voz de Enric Verdaguer (Henrio).
Por su parte, Judit Neddermann publicará finalmente Aire, que inicialmente debía aparecer en 2020. Según declaraciones de la propia artista, conservará marcas como la acusticidad y las letras intimistas, pero con un sesgo más pop y con más proporción de castellano en el temario. Singles como Luna nos dan pistas sobre el trabajo, que está previsto que aparezca a lo largo del primer trimestre. En este mismo periodo, también se han anunciado iniciativas como Sota, cavall i rei, en que el grupo Fetus pasará por el tamiz punk-garajero las canciones del repertorio del gran Jaume Arnella. También una flamante entrega de canción de autor comprometida a cargo de Cesk Freixas.
Ya en el mes de abril, se prevé toda una campanada por parte de Love of Lesbian con V.E.H.N., acrónimo de Viaje épico hacia la nada, que también es la primera de las doce canciones que conforman esta la obra. Artistas como Bunbury o Cristina Martínez y Álbaro Arizaleta, componentes de El Columpio Asesino, han colaborado con el grupo del Baix Llobregat en la grabación de un disco que ya conocemos en parte gracias al adelanto del tema Cosmos (Antisistema solar) a finales del mes de noviembre.
Tal como ha indicado el líder del grupo, Santi Balmes, dicha canción es una especie de bisagra que une V.E.H.N. con el anterior álbum de estudio de la banda, El poeta Halley (2016), matizando a continuación que el resto de canciones son mucho más terrenales. Y es que, como ha señalado el propio Balmes, nos encontraremos con un trabajo de tono más bien enfadado en el terreno social, que en lo estrictamente musical pasa por episodios más crudos y otros que festejaban con el pop-rock ochentero.
Todavía en primavera, está previsto un nuevo trabajo del inclasificable Joan Colomo sobre el que habrá que estar bien atentos. También tendremos que seguir la huella que apunta novedades, en el mes de junio, por parte de las Tarta Relena, el tándem de voces formado por Marta Torrella y Helena Ros que, aplicando el sentido del humor, define su propuesta como “folk tronadet i georgià progressiu”. Las expectativas que han levantado son altas después de los dos registros que han publicado hasta el momento, complementados con un gran número de colaboraciones con artistas de todo tipo.
Expectativas igualmente notables existen alrededor del popular Joan Dausà, que publicará álbum en otoño. Con todo, sus partidarios no tendrán que esperar tanto para conocer las canciones, ya que Dausà las avanzará en cuatro conciertos previstos para los días 25 y 26 de junio y 2 y 3 de julio, cuando oficiará el espectáculo Respira en un marco tan emblemático como las ruinas de Empúries.
Las previsiones discográficas para el nuevo año hablan muy positivamente del talento de los músicos de Catalunya
El listado —forzosamente limitado y provisional— de la producción catalana del año próximo incluye también obras sin fecha específica de edición ni título, pero que generan un indudable interés. Así, tendremos el placer de saborear el segundo álbum de María Arnal i Marcel Bagés, que en el año 2017 sorprendieron a todos con la sabia mezcla de tradición y vanguardia de 45 cerebros y 1 corazón. A falta de más detalles, tenemos algún indicio sobre su posible contenido gracias a la actuación que el dúo protagonizó el mes de septiembre en el Mercat de Música Viva de Vic, donde ofrecieron canciones nuevas como Milagro, Venturay Tras de mí.
El regreso discográfico del cantautor de Solsona Roger Mas tras su magnífico Parnàs de 2018 promete de veras, ya que celebrará sus 25 años de carrera artística con Set flors, un compendio de temas de nueva composición entre los que encontramos canciones dedicadas al enólogo Raül Bobet y a la cocinera Carme Ruscalleda. Atención también a las novedades anunciadas por parte del veterano Loquillo, los fantásticos Hermanos Cubero o la incombustible Marina Rossell para este 2021.
EL FUTURO DEL DIRECTO
Lo que hemos visto hasta ahora –y las sorpresas que nos hayan preparado los artistas y las casas de discos– conforma la materia prima del hecho musical, la creación de nuevos repertorios. Con todo, esta industria bascula sobre una segunda pata igualmente importante tanto para el disfrute de los aficionados como para la supervivencia del intérprete. Como hemos visto y seguimos viendo, las medidas restrictivas propias de la pandemia han causado un gran impacto en la música en directo, situación que es de esperar que podamos ir corrigiendo progresivamente a lo largo del próximo año.
Consultados por separado, los promotores de conciertos Tito Ramoneda, de The Project (Festival de Jazz de Barcelona, Festival de la Porta Ferrada…), y Martín Pérez, de Concert Studio (Festival del Mil·lenni, Festival Jardins de Pedralbes…), coincidieron al señalar en primer lugar que las ganas de música en vivo por parte del público son un vector muy a tener en cuenta a la hora de abordar la cuestión.
Los promotores avisan de que la recuperación de la actividad en directo será progresiva y que serán necesarias ayudas
Pérez se ha mostrado especialmente optimista, convencido de que “el próximo verano será el mejor de nuestra historia profesional. Trabajo con la previsión de que en 2021 podré hacer conciertos con el mismo aforo que tenía en 2019, siempre en espacios exteriores, si bien cuento que habrá medidas como la mascarilla o las demás normas que marquen las autoridades. Estoy contratando artistas en función de esta previsión, dejando claro que si finalmente los aforos se ven reducidos habrá que renegociar”, desvela.
Admitiendo la misma incertidumbre que su compañero de sector, Ramoneda también cree que habrá un punto de inflexión en cuanto a la música en directo con la llegada del buen tiempo: “Mi impresión es que a finales de la primavera o principios de verano podremos empezar a arrancar con cierta normalidad, aunque pondría entre interrogantes muy grandes los conciertos con público de pie. Creo que esto tardará más, quizá habrá que esperar hasta el otoño-invierno de 2021 para volver a vivir esta experiencia. Pero de cara a este verano confío en que podremos estar prácticamente al cien por cien en el caso de los aforos exteriores y con el público sentado”, indica.
Vayan como vayan las cosas, parece claro que la reanudación absoluta llevará su tiempo, y que además de energía y optimismo también requerirá un cierto acompañamiento por parte de las instituciones. “Esta situación —apunta Martín Pérez— ha dejado muchos heridos, y más que heridos. El sector no sólo somos los músicos y los promotores, también toda la gente que proporciona diversos servicios. No quiero ser más crítico de la cuenta, pero las ayudas que ha habido hasta ahora no han llegado a todo el mundo, y harán falta más, por lo menos un par de años”.
En la misma línea, Tito Ramoneda se muestra partidario de un plan de rescate en dos tiempos: “Hay un primer paso —considera— que es salvar todas las empresas, para asegurar que el día que podamos volver a trabajar a pleno rendimiento estas empresas sigan efectivamente vivas. Esto se debe hacer ahora mismo, y debe ir seguido posteriormente por otro plan de recuperación y ayuda para cuando la normalidad se vaya instalando”, concluye.
