El músico Ricky Gil, con su guitarra.
EL Bar del Post

Ricky Gil: Infinitas rutas para seguir escuchando

–¿Qué vas a tomar?

–Dos cañas, como mínimo.

Músico, traductor y escritor, Ricky Gil se acoda a la barra con ganas de hablar de sus proyectos, de las cosas que le gustan y de esta Barcelona “tan contradictoria y que tenemos tanta suerte de compartir”. Por el hilo musical se desliza el hipnótico Groove de O Caminho de Bem, de Tim Maia, con ese irrepetible fraseo de Paulinho ‘Guitarra’, y se impone una sensación de que todo marcha como es debido.

“Soy un hombre nacido en Barcelona hace un montón de años. Me he dedicado principalmente a la música, tocando en grupos, escribiendo, haciendo radio. Pero, como todo esto ha sido y es bastante underground, trabajo desde siempre como traductor del inglés al catalán y al castellano”, explica quien milita o ha militado en bandas como Brighton 64, Brigatones, Matamala o Top Models, autor de los aplaudidos volúmenes Bola y Cadena y Enhorabona pel Programa y locutor del programa Guitarra, Baix i Bateria en la radio local de La Garriga, donde reside con su mujer y sus mellizos de ocho años.

Con el grueso de su trayectoria musical ligado a su hermano, el también músico y escritor Albert Gil (la tercera en discordia, Ariadna, es la afamada actriz), Ricky prepara, en estos días, el lanzamiento de su primer disco en solitario acompañado por “una de las mejores bandas de rock de Catalunya”, Biscuit, y con “colaboradores de alto copete”, como el productor Paco Loco o la cantautora Joana Serrat. “Infinites Rutes Invisibles tiene una onda blues-rock-psicodelia muy potente, un poco alejada de los ritmos acelerados que practicamos con Brighton 64”.

Epifanías subculturales

Lo de Ricky Gil con la música viene de lejos, “del día en que decidí montar un grupo con un amigo de la escuela y empezar a tocar el bajo. Fue sin duda un momento de inflexión importante, porque casi todo lo que ha venido después parte de aquella idea tan descabellada”. Aquello fue el inicio de un viaje cuyas coordenadas marcaron muchas experiencias y viajes: “en Inglaterra descubrí la cultura Mod cuando era muy joven, una referencia que siempre tengo presente”.

Durante los 80, los hermanos Gil, al frente de Brighton 64, ascendieron en el olimpo del Pop español, acariciaron el éxito y, víctimas de una industria ajena al underground, cayeron para resurgir, en el decenio siguiente, bajo otros proyectos y nombres, en un viaje que acabaría en esta misma década con el relanzamiento de la banda original, repescando sus viejos hits, pero sobre todo grabando nuevas canciones, nuevos discos, nuevas historias y rutas que surcar.

Los hermanos Gil triunfaron en el pop español con el grupo Brighton 64.

“Me alegro de haber podido transmitir y compartir nuestra visión con tanta gente. Lo que tenemos por ofrecer es bastante raro, no es para todo el mundo, pero eso nos ha permitido hacer lo que queríamos. Pese a las dificultades, hemos sido muy afortunados”.

— Hombre, también son muchos años, en que le habéis echado tesón

–Visto en perspectiva, destacaría la constancia que he tenido para hacer cosas sin parar. He publicado muchísimos discos y dos libros, no he parado de tocar en directo hasta que llegó la pandemia. Siempre tenemos algo entre manos, a riesgo de hacernos pesados para la gente que nos conoce desde hace mucho. Supongo que si no hubiera compartido la mayor parte de mi carrera con mi hermano Albert, que tiene una energía portentosa, me lo habría tomado con más calma. Pero estoy contento con esta realidad.

Barcelona Blues

Desde la vida en La Garriga, Ricky echa de menos, “esta ciudad que ha sido muy machacada, como tantas otras, por los abusos de poder” y de la que le enamoran sus numerosos episodios históricos de revuelta general o resistencia masiva ante las autoridades. “Ha habido muchos y algunos muy recientes”.

No falta una nota de tristeza, en repasar una ciudad aquejada por “la desaparición, por culpa de la especulación, de lugares donde se escribió nuestra historia personal”. Y, a modo de “símbolo más devastador” Ricky rememora la histórica tienda de instrumentos y partituras Musical Emporium “convertida hoy en un horrendo local de cambio de moneda, para turistas que en estos días ya no existen”.

He disfrutado al máximo de Barcelona y espero que Barcelona haya disfrutado de mí, porque le hemos dedicado muchísimos esfuerzos

Aun así, confiesa que echa de menos vivir en la ciudad. “Me gustaría volver cuando mis hijos sean un poco mayores. He disfrutado al máximo de Barcelona y espero que Barcelona haya disfrutado de mí, porque le hemos dedicado muchísimos esfuerzos. Por mucho que nos gustara salir a tocar en los rincones más insospechados, conocer paisajes y gente distinta, nunca podremos ni querremos distanciarnos de Barcelona”, explica.

Y es inevitable, entonces, pensar en aquel hit primerizo con el que los hermanos Gil debutaban en los albores de los 80, himno imperecedero de esta metrópolis, Barcelona Blues. Aquel primer hito en una ruta que aún tiene un largo recorrido, lleno de música, letras e infinitas posibilidades.