Castell del Remei
Vista general del conjunto histórico Castell del Remei, en la comarca de la Noguera.

Castell del Remei entra en el Olimpo de los vinos dulces catalanes

La histórica bodega leridana saca al mercado su primer vino de vendimia tardía, elaborado con uva pasificada de la variedad petit manseng

Tomás Cusiné es una persona inquieta. El propietario de las bodegas Castell del Remei, Cérvoles, Tomàs Cusiné y Cara Nord desborda pasión por el mundo del vino y busca permanentemente nuevas oportunidades para hacer crecer su grupo empresarial y ofrecer a los consumidores alternativas que se adapten a los diferentes momentos de consumo. Ahora se ha adentrado, y lo ha hecho con gran acierto, en el terreno de los vinos dulces procedentes de uvas pasificadas.

Acaba de lanzar al mercado un néctar extraído de los frutos de una vendimia tardía de una variedad de uva muy poco común en Catalunya, la petit manseng, de la que tiene plantada una hectárea y que hasta ahora utilizaba para dar acidez a otros vinos. Según Cusiné, este vino dulce es el resultado del proceso continuo de innovación que lleva a cabo el equipo de enología de la bodega leridana, que cada año apuesta por diferentes proyectos de investigación. “Castell del Remei en el pasado ya había producido vinos rancios y moscatel; ahora recuperamos esta tradición con un tipo de vino dulce que nos apetecía mucho y que nos permite prestigiar la marca”, explica el empresario vinícola.

El Vi Dolç de Verema Tardana Castell del Remei procede de una uva sobre madurada que se vendimió a mano a finales de octubre de 2019 y que, posteriormente, se dejó pasificar sobre un lecho de carrizos durante 70 días, en un cobertizo de la Pobla de Cérvoles con una buena ventilación. Este proceso de secado reduce al máximo el volumen de las uvas, que una vez prensadas ofrecen un rendimiento de sólo un 30%, con una elevada concentración de azúcares y una potente complejidad en aromas. Este bajo rendimiento es una característica típica de este tipo de vinos, que tienen como gran ejemplo de fama internacional a los vinos de Sauternes —dentro de la región francesa de Burdeos—, encabezados por el famosísimo Château d’Yquem.

El vino dulce Castell del Remei se vende al precio de 43 euros.

“Secamos 1.200 kilos de uva y, con la ayuda de una prensa vertical, obtuvimos poco más de 300 litros de un néctar muy espeso que sometimos a un proceso de fermentación natural con levaduras autóctonas durante casi un año”, destaca Cusiné. Este primer dulce de Castell del Remei se ha envejecido en una única barrica de roble francés y presenta un color amarillo ámbar denso y brillante, con un grado alcohólico del 10,5% y una concentración de 250 gramos de azúcar por litro. Se trata de una primera edición muy limitada, puesto que sólo se han podido llenar 838 botellas de 37,5 cl, que ahora acaban de salir al mercado a un precio de 43 euros. Este vino dulce no está amparado por ninguna denominación de origen.

Castell del Remei es una de las bodegas más antiguas de Catalunya y el segundo mayor productor de la denominación de origen Costers del Segre, después de Raimat. La empresa es la productora del vino Gotim Bru, todo un éxito comercial, con una producción anual de 400.000 botellas. La bodega también elabora los vinos Gotim Blanc, ODA Negre y ODA Blanc, y Castell del Remei 1780.

Estos cinco vinos son fruto del ensamblaje de diferentes variedades autóctonas y foráneas, pero ahora la histórica bodega ha ampliado su gama con la producción de su primer vino monovarietal de garnacha tinta, fruto de la vendimia de 2020. Se trata de un vino hecho con uvas procedentes de una única finca, llamada Alts del Castell, de 5 hectáreas, ecológica y situada a 717 metros de altura. Como característica, destaca que ha sido parcialmente fermentado con raspón y en un tino de madera de 4.500 litros.

Castell del Remei elabora un total de 800.000 botellas anuales, cifra que crece hasta 1,1 millones de botellas si se suman las otras bodegas propiedad de Cusiné: Cérvoles (Costers del Segre), Tomàs Cusiné (Costers del Segre) y Cara Nord (Conca de Barberà). El grupo exporta un 40% de la producción, a más de 40 países y dispone de 15 hectáreas de viñedo en la finca de Castell del Remei —situada entre Tàrrega y Balaguer, en la comarca de la Noguera— y 85 hectáreas plantadas en altura, en la comarca de Les Garrigues.

Antes de la pandemia, Castell del Remei recibía cada año 60.000 visitantes atraídos por la espectacularidad de la histórica colonia agrícola, fundada por la familia Girona —impulsora del Canal de Urgell— y que cuenta con un castillo con 2.800 metros cuadrados habitables, una iglesia, un lago, una bodega de 6.000 metros cuadrados y una gran tienda. Para potenciar el enoturismo y conservar todo ese patrimonio histórico, Tomàs Cusiné ha efectuado en los últimos seis años unas inversiones de tres millones de euros.

Tomàs Cusiné
El empresario vinícola Tomàs Cusiné.
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