Albert Sastregener
Los premiados Eli Farrero, Albert Sastregener y Joan Junyent, junto a Carles Vilarrubí (segundo por la derecha), presidente de la Acadèmia Catalana de Gastronomia. ©ACN

Albert Sastregener, Premio Nacional de Gastronomia 2022

Cada edición de los Premis Nacionals de Gastronomia concedidos por la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició son una oportunidad para repasar, catalogar y dar reconocimiento a los profesionales que nutren el bombeo de la gastronomía catalana, directores de latidos que con su excelencia, pasión y profesionalidad contribuyen al reconocimiento del sector a nivel nacional e internacional

Mas Marroch, el restaurante de los hermanos Roca en Vilablareix (Girona), ha sido el escenario de la XX Edición de los Premis Nacionals de Gastronomia. En palabras del presidente de la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició (ACGN), Carles Vilarrubí, “hoy nos reencontramos después de dos años sin poder celebrar esta cena de gala. Y lo hacemos con la misma ilusión y estímulo de siempre”, indica, “para reconocer a quienes hacen posible que nuestra gastronomía y cocina sean tan reconocidas en el mundo”.

El regreso de una gala añorada en un restaurante que antes no lo era es, de por sí, una cierta metáfora del mundo que dejamos atrás hace dos años y que hoy, quizás, recuperamos. Pero ya nada es igual: muchos profesionales de la restauración buscaron nuevas oportunidades en otros sectores (y ahora hay una apremiante falta de ellos), clásicos de la escena gastronómica cerraron por la imposibilidad de seguir adelante en un futuro incierto y nuevos actores han aparecido con fuerza arrolladora, algunos (intentando) reemplazar a los que desistieron.

Un cambio de ciclo nunca es apreciable mientras está sucediendo, se percibe después, con el análisis. Dentro de unos meses veremos si el resurgir del sector del ocio, la hostelería y la restauración en los últimos seis meses es un fenómeno que se va a asentar o cuya espuma burbujeante se desvanecerá con la rapidez que se generó, buscando el símil del descorche de un espumoso.

Pero, sin dejar atrás esa copa de cava alegre, es de justicia celebrar que la gastronomía catalana tiene muy buen pulso. Son 20 años de premios consecutivos, y más de 90 profesionales reconocidos por una trayectoria pasada y presente (agradeciendo la futura). Las canteras, aunque algo lentamente, renuevan este escenario con caras, sensibilidades y proyecciones diferentes y evolutivas. Ahora bien, lo que estos profesionales reconocidos en 20 años tienen en común es la pasión, la entrega, la responsabilidad y el orgullo de pertenencia. Un galón que se luce en el traje, con una sonrisa de íntima satisfacción.

Albert Sastregener i Surroca, chef y propietario del restaurante Bo.Tic de Corçà, Girona, es reconocido con el Premi Nacional de Gastronomía, poco más de un año después de conseguir la segunda estrella de la reputada guía del neumático. Aunque el foco se centra en Sastregener, siempre ha compartido el mérito y la exposición a los elogios con su pareja y socia, Cristina Torrent. Ambos componen un dúo irreductible, cada uno gobernando cocina y sala bajo los mismos preceptos de excelencia y dedicación para poner en el mapa una cocina de autor evolutiva de inspiración en la cocina tradicional.

Albert Sastregener Bo.TiC
Albert Sastregener, Premi Nacional de Gastronomia 2022. © Bo.Tic

Elisabet Farrero i Iglesias, chef y propietaria del restaurante El Ventador de Barruera en la Vall de Boí, obtiene el Premi Revelació. Como tal, Elisabet (o Eli, como ella misma se presenta) brilla al igual que su historia personal: sin estudios profesionales de cocina, más allá de un stage en el Dos Palillos, ni una historia de vinculación familiar al sector, Eli llega por casualidad. O no, porque como humanista (licenciada) que es, una mente curiosa y evolutiva aprende y descubre su potencial. Barruera, su pueblo de origen, se ha visto lentamente transformado desde el regreso de Farrero en 2014 de la mano de su compañero, el también chef Pierre Cosnard. Ahora desde la capital de la Vall de Boí se proyecta una interesante cocina de territorio en la que la gastronomía encuentra un exponente que expresa tanto la cocina tradicional de montaña como las versiones más creativas.

Elisabet, Eli, Farrero, Premi Revelació 2022. ©ACN

Joan Junyent i Franco, jefe de sala y propietario del restaurante Windsor de Barcelona, es premiado con el Premi Cap de Sala, una distinción que aplaude una trayectoria profesional vinculada al Windsor: desde sus inicios como camarero, en 1997, pasando por ser jefe de sala nueve meses después para convertirse en su director en poco menos de un año, y por último, como propietario, siempre destacando en su afán por exceler en su campo. Junyent, desde el agradecimiento, destaca la “necesidad de poner la sala al mismo nivel que la cocina, aunque diga una obviedad, es esa misma obviedad la que hasta hace poco había dejado a la sala y a sus profesionales algo olvidados. Ojalá estos premios sirvan para motivar a las generaciones que se están formando”, prosigue, “que vean que hay reconocimiento para quien lucha por dar lo mejor de sí mismo para el disfrute de los comensales, en equipo”.

Joan Junyent
Joan Junyent, Premi Cap de Sala 2022. © Restaurant Windsor

Carla Simón i Pipó, la flamante realizadora del aclamado film Alcarràs, obtiene el Premi Especial de l’Acadèmia por la delicadeza, honestidad y coherencia con la que el territorio está representado en su filmografía. Especialmente en Alcarràs, donde se destila ese conocimiento profundo de una sociedad rural que depende del terruño para su sostenimiento, en un mundo en cambios que se deben asimilar rápidamente.

Al elenco de premios este año se suma el Premi Néstor Luján, concedido al periodista y escritor Joan Esculies i Serrat por su artículo La estrella catalana de la restauración azteca. Publicado en La Vanguardia, traza la historia de la figura de Dalmau Costa, un exiliado que cambia política por gastronomía. Un exponente que, sin querer serlo, revolucionó durante treinta años la presencia de la cocina europea (catalana incluída) en la capital del México que le acogió desde su restaurante Ambassadeurs.

Una noche para festejar, reencontrar y analizar lo que el 2021 ha deparado a la gastronomía catalana, pero también para intentar vislumbrar lo que puede acontecer en los seis meses que restan para finalizar 2022. Recuperando el símil de la copa de cava, mientras esta esté en la mano, celebremos.



Una gala multitudinaria en Mas Marroch

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha presidido la gala de entrega de los Premis Nacionals de Gastronomia, en una velada que ha reunido este miércoles a importantes representantes del mundo de la cocina y la restauración y también a destacados empresarios. Han asistido al evento los hermanos Joan y Pitu Roca —que han ejercido de anfitriones— y chefs como Carme Ruscalleda, Nandu Jubany, Sergio Torres, Pere Monje, Carles Gaig, Fina Puigdevall o Marc Gascons, entre muchos otros. También se ha podido ver al expresidente de la Generalitat, Artur Mas, y a múltiples representantes de las administraciones públicas y los medios de comunicación, además de a profesionales y personas vinculadas con el mundo de la gastronomía y el turismo, como el sumiller Ferran Centelles, Toni Massanés (Fundación Alicia), Gregorio Salas (Casacas Rojas) o Marian Muro (Turisme de Barcelona).

Del ámbito empresarial, han compartido mesa en Mas Marroch, entre otros muchos, Sol Daurella (Coca-Cola Europacific Partners), Artur Carulla (Agrolimen), Jorge Villavecchia (Damm), Ramon Agenjo (Damm y Cacaolat), José Creuheras ( Planeta), Ciril Rozman y Manuel Cermerón (Agbar), Jaume Massana (CaixaBank), Tatxo Benet (Mediapro), Joaquín Uriach (Uriach), Josep Ametller (Ametller Origen), Fernando Rodés (ISPD), Quim Vila y Ciscu Martí (Vila Viniteca), Ernestina Torelló (Torelló), Carles Sumarroca (Agromejora), Valentí y Ramón Roqueta (Roqueta Origen), Rosa María Esteva (Mordisco), Josep Lagares (Metalquimia) o Beto Agustí (Sport Cultura Barcelona).