Bonus Cultura: 40 euros en cultura, pagando sólo 30, en la ciudad de Barcelona

La semana pasada fui a La Villarroel a ver Els gossos. Posiblemente, os habréis fijado en los carteles que lo anuncian porque llaman mucho la atención. En ellos aparece un grupo de perros de diversas razas sentados en un sofá, como si fueran una familia delante de la tele. Mercè Arànega, Sandra Monclús, Albert Pérez y Joan Negrié son los intérpretes de este montaje teatral que ha abierto temporada en La Villarroel, cerrada desde el mes de marzo. Escrita y dirigida por el argentino Nelson Valente, se trata de una comedia ácida sobre las relaciones familiares con escenas que, admitámoslo, a todos nos pueden ser más o menos próximas. Id. Os reiréis hasta daros cuenta que os estáis riendo de vosotros mismos o tal vez, precisamente, por eso.

También asistí al Qlit –festival de literatura queer del AELC–, concretamente a la sesión que se dedicó a la obra del malogrado escritor David Vilaseca, catedrático de estudios hispánicos y de crítica literaria en el Royal Holloway College de la Universidad de Londres. Al salir, fui directo a La Calders para comprar Els homes i els dies. Obra narrativa completa, un volumen editado por L’Altra Editorial que recoge L’aprenentatge de la soledat, la primera parte de sus dietarios que, de hecho, ya leí hace más de diez años, y El nen ferit, su continuación, publicada póstumamente a su prematura muerte en un accidente de tráfico.

Id a ver Els Gossos en La Villarroel. Os reiréis hasta daros cuenta que os estáis riendo de vosotros mismos o tal vez, precisamente, por eso

Finalmente, la semana pasada, también fui al Palau Robert para ver la exposición La Transición, vista por Carlos Bosch. Yo no susurro, grito, en la que hay algunas imágenes antológicas de la época que merece mucho la pena ver, y también me pasé por la exitosa Feminista havies de ser, comisariada por Nazaret Farré.

Este otoño, Barcelona, ​​a pesar de todo –desde hace meses, este “a pesar de todo” quiere decir, esencialmente, a pesar de la Covid-19–, tiene una fantástica oferta cultural en los teatros, salas de concierto, museos, pero también en los cines y en las librerías. De momento, no se han cumplido los peores augurios. Es decir, que la crisis de demanda provocada primero, por el cierre de negocios y confinamiento de la población y, después, por la reducción de los aforos y otras medidas de prevención, derive en una crisis de oferta y, por lo tanto, de creatividad. Pero el peligro no ha pasado y es más importante que nunca que volvamos a consumir cultura si no queremos que el problema se agrave de una forma severa.

Este otoño, Barcelona tiene una fantástica oferta cultural en los teatros, salas de concierto, museos, pero también en los cines y en las librerías

Justamente, para incentivar el consumo cultural y ayudar a las industrias culturales y creativas de la ciudad a capear el temporal –dependen de ellas 130.000 puestos de trabajo–, este verano se ha puesto en marcha el Bonus Cultura, una iniciativa impulsada por cinco entidades del sector cultural (ADETCA, ASACC, Cambra del Llibre de Catalunya, Gremi de Cinemes de Catalunya y Gremi de Llibreters de Catalunya), con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona.

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el concejal Xavier Marcé en la presentación del Bonus Cultura.

Se trata de un abono cultural, válido en todos los establecimientos y espacios culturales de Barcelona para la compra de libros, de entradas de cine, de espectáculos escénicos y conciertos. Se han puesto 200.000 en circulación, o sea, que se busca que tenga un impacto real en el sector. El Bonus Cultura tiene un valor de 40 euros, pero, atención, que aquí está parte de la gracia de la iniciativa: el usuario, sea o no de Barcelona, paga sólo 30 euros y el Ayuntamiento de Barcelona le añade 10 más. Pero es que, además, se pueden comprar tantos como se desee y, si se da el caso, acumularlos en una misma compra. Es decir, cuanto más gasto cultural se hace mediante el Bonus Cultura, mayor es el ahorro.

El Bonus Cultura tiene un valor de 40 euros, pero, atención, que aquí hay parte de la gracia de la iniciativa: el usuario paga sólo 30 euros y el Ayuntamiento de Barcelona le añade 10 más.

El Bonus Cultura de Barcelona se adquiere en bonuscultura.com/barcelona y es válido para compras realizadas hasta el 31 de diciembre. Por lo tanto, todavía estamos a tiempo de comprarlo y, por ejemplo, usarlo para regalar cultura esta Navidad y así, en lugar de tener que escuchar como el suegro vuelve a recitarnos los nombres de todos los perros que ha tenido a lo largo de la vida –id a La Villarroel y sabréis de lo qué hablo–, ¡podremos hablar de teatro, música y libros!