Los retailers sabemos que Barcelona siempre ha sido una ciudad dinámica, pero este año la Copa del América ha logrado elevarla a un nuevo nivel de entusiasmo y energía. Desde el 22 de agosto, la ciudad se ha convertido en el epicentro mundial de la vela, y el sector retail ha respondido a este evento de manera espectacular, creando una experiencia para los residentes y los 2,5 millones de visitantes que se esperan hasta el 20 de octubre.
Los ejes comerciales de Barcelona han demostrado que saben adaptarse a las grandes ocasiones, ofreciendo una amplia variedad de experiencias efímeras que conectan el comercio con la emoción del evento. El resultado es un escenario donde lo cultural, lo gastronómico y lo comercial se entrelazan, para crear un ambiente que va más allá de la competencia deportiva.
Un Race Village que se convierte en el corazón del retail
El Race Village, situado en el Moll de la Fusta, ha sido uno de los epicentros de esta celebración, con más de 25.000 metros cuadrados que han ofrecido la posibilidad de seguir las regatas en vivo y disfrutar de experiencias. Los retailers han sabido aprovechar este espacio, y marcas como Louis Vuitton y Coca-Cola han instalado pop-ups que han enriquecido la oferta para los visitantes. Desde simuladores de vela hasta juegos interactivos, todos hemos buscado ofrecer algo más, algo que haga que esta Copa del América sea una experiencia memorable.
La moda también ha tenido su espacio destacado. Maui Jim, una marca icónica de gafas, se ha instalado en el Port Vell con un pop-up de 40 metros cuadrados donde los amantes de la moda y los deportes náuticos pueden descubrir las últimas tendencias en gafas de sol.
Gastronomía: un aliado infalible
Si hay algo que los barceloneses y visitantes disfrutan es la buena comida, y la Copa del América no ha decepcionado. En el Race Village Oficial, chefs de renombre como Nandu Jubany, Jordi Esteve, de Nectari, y Albert Raurich, de Dos Pebrots, junto a restaurantes galardonados como La Mundana, Per Feina y Babula, han creado una oferta gastronómica que satisface todos los paladares.
En el mundo del retail, sabemos que la gastronomía es un aliado clave para atraer y fidelizar a nuestro público, y este evento ha sido la plataforma ideal para exhibir la rica diversidad culinaria de nuestra ciudad.
El retail tiene la capacidad de adaptarse, innovar y ser parte de los grandes eventos que transforman nuestra ciudad
Los mercados municipales también han jugado un papel fundamental, conectando la tradición con la modernidad. Propuestas como el Tasta’M Mar i Mercats en el Mercat de Santa Caterina y la Fideuá Popular en el Mercat de la Barceloneta han acercado la esencia del mar a los barrios de Barcelona.
La Boqueria se ha unido al espíritu de la Copa del América ofreciendo menús especiales, creados por todos los establecimientos del mercado en colaboración con Moët & Chandon, demostrando cómo la ciudad se ha volcado para convertir la competición en un evento para todos.
Esta iniciativa apuesta por la gastronomía de proximidad y la calidad del producto fresco, reflejando la auténtica esencia y pasión del mercado. Los ingredientes utilizados para la elaboración de estos menús proceden de los diversos puestos de La Boqueria, reforzando la histórica colaboración entre los vendedores y restauradores.
Los ejes comerciales de Barcelona han demostrado que saben adaptarse a las grandes ocasiones
No podemos pasar por alto el impacto económico que la Copa del América está teniendo en Barcelona. La Universitat Pompeu Fabra estimó un impacto de 1.115 millones de euros, una cifra que refleja cómo el comercio, la hostelería y los servicios han sabido adaptarse y maximizar esta oportunidad. Para nosotros, los retailers, esto significa un aumento de las ventas, la posibilidad de consolidar nuestras marcas y reforzar la relación con nuestros clientes, tanto locales como visitantes.
La lección que nos deja la Copa América
La Copa América nos ha dejado una gran lección: el retail tiene la capacidad de adaptarse, innovar y ser parte de los grandes eventos que transforman nuestra ciudad. Hemos demostrado que, cuando nos alineamos con la energía de un evento tan importante, podemos ofrecer experiencias que van mucho más allá de lo que uno espera al entrar a una tienda o restaurante. En Barcelona, el retail puede ser parte de la vida de la ciudad.