Una de las mesas redondas celebradas en la primera edición de BNEW.

Adiós a Reino Unido: nuevas aduanas y retos en la carretera

Tan solo a dos meses y medio de que Reino Unido abandone la Unión Europea (UE), el Brexit ha sido hoy uno de los protagonistas en la Barcelona New Economy Week (BNEW). A partir de enero, las mercancías transportadas entre Europa y las islas británicas tendrán que hacer frente a una frontera que traerá consigo nuevos aranceles e impuestos para las empresas exportadoras.

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eino Unido figura actualmente como el primer inversor en España, con más de cinco mil millones de euros colocados durante 2019, y se calcula que el comercio bilateral entre ambos países supera los 60 mil millones de euros. Unas cifras que dan una idea de la importancia que tiene la gestión de las fronteras para el sector logístico. La próxima cita clave será el 15 de octubre, cuando el Consejo de Europa se reúna para tratar las condiciones del acuerdo de salida del país británico.

Mientras, durante la mesa redonda “Brexit: repercusión y estrategias en el sector logístico”, el Manager en Comercio exterior, Aduanas e Impuestos especiales de KPMG Abogados, Xavier Just, ha advertido de que el sector se encuentra ante un “cambio de paradigma” que creará nuevos trámites para los transportistas. Esto supondrá un impacto directo en sectores críticos como el de la alimentación, los medicamentos o los componentes de automoción, cargamentos perecederos para los que los nuevos controles, que podrían generar retrasos de hasta dos días, pueden suponer la pérdida de la mercancía.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Transitarios Internacionales y la Organización para la Logística, el Transporte y la Representación Aduanera (ATEIA-OLTA Barcelona), Emili Sanz, ha asegurado que durante los primeros meses “la situación será caótica” y “se frenará el consumo”. Sin embargo, se ha mostrado convencido de que “antes de un año se recuperaran los niveles” anteriores al Brexit.

En cualquier caso, ambos han coincidido en que el sector logístico se encuentra sumido en una situación de “incertidumbre” ante la adaptación a los nuevos impuestos y aranceles que se crearán en la frontera. Tanto Just como Sanz han asegurado que el desafío para las administraciones europeas y británicas pasa por crear aduanas que puedan gestionar el incremento de la burocracia, ya que se estima que a partir de 2021 se harán 250 millones de declaraciones aduaneras más.

También han mostrado su preferencia porque la UE y Reino Unido lleguen a un “acuerdo preferencial” por el que se reduciría o eliminarían los aranceles de las mercancías comercializadas. Esto permitiría mitigar el “impacto arancelario” de las nuevas fronteras, dando así un respiro a las empresas exportadoras.