Años después de abrirse el debate sobre la ampliación del Prat, el Govern, el Ministerio de Transportes y Aena han alcanzado un acuerdo. El Aeropuerto se ampliará con una inversión de 3.200 millones de euros, que se destinarán a alargar la tercera pista, y también a construir una terminal satélite y a remodelar la T1 y la T2, con el fin de convertirlo en un hub intercontinental que esté operativo en 2033.
El nuevo proyecto prevé afectaciones sobre la zona natural de La Ricarda y, para compensarlas, propone renaturalizar unas 270 hectáreas de terreno agrícola, “multiplicando por 10” la superficie del delta afectada por la ampliación, como ha anunciado el presidente de la Generalitat, Salvador Illa.
Con la ampliación, el Govern aspira a que el Aeropuerto Josep Tarradellas llegue a las 90 operaciones por hora. Y es que calcula que, con la infraestructura ampliada, podría llegar a mover 70 millones de viajeros anuales —en 2024 alcanzó un récord de 55 millones— y se podrían sumar una veintena de rutas intercontinentales a las más de 50 ya existentes, incluyendo las anheladas de Delhi y Tokio.
En concreto, el acuerdo plantea alargar la tercera pista —la más cercana al mar— con 500 metros, hasta lograr la longitud “mínima” para poder acoger vuelos intercontinentales; en total, sumará 3.160 metros de largo. La ampliación de la pista se hará en paralelo a la remodelación de la T1 y de la T2, y a la creación de una nueva terminal satélite, que implicará la construcción de un tren subterráneo para conectarla con la T1.
Ahora, se abre el proceso de redacción del nuevo plan director del aeropuerto y el procedimiento de valoración ambiental; una vez superada esta fase, llegará el momento de la redacción técnica arquitectónica y, después, de la declaración de impacto ambiental. Con estos trámites, la previsión es aprobar el Plan Director en 2028, para empezar a ejecutarlo en 2030 y tener la ampliación lista en 2033.
En cuanto a este impacto ambiental, la propuesta se ha diseñado buscando disminuir la afectación sobre los espacios naturales. Utilizando parcialmente las zonas de los extremos de pista, la laguna de la Ricarda preservará la mayor parte de la lámina de agua, ya que la pista acabará antes del brazo principal que la conecta con el mar. Con la nueva propuesta, la afectación sobre la laguna se reduce en 87 metros respecto al planteamiento inicial, y no se afectará a la zona del Remolar fuera del perímetro aeroportuario.

Pese a provocar la desaparición de parte de la Ricarda, la propuesta “cumple escrupulosamente” los criterios para preservar y mejorar el delta del Llobregat, y está “alineada con Europa”, según el presidente de la Generalitat. De hecho, la Comisión Europea está estudiando la propuesta, en un contexto en el que Bruselas mantiene abierto un expediente sancionador por el deterioro de especies del Delta del Llobregat con la anterior ampliación del Prat.
Para contrarrestar el impacto medioambiental de la nueva ampliación, el proyecto prevé actuaciones para mejorar el delta y ganar estas 270 hectáreas de espacios renaturalizados, con el objetivo de generar un anillo verde alrededor del aeropuerto y crear un fondo ambiental, con el fin de reforzar la protección del delta. En este sentido, Aena ha coincidido en defender que la propuesta permite “compatibilizar el desarrollo del hub intercontinental y la preservación de la laguna de la Ricarda”.
Propuesta “definitiva”
“Contamos con una propuesta sólida, consensuada y definitiva para hacer realidad la mejora y modernización del aeropuerto del Prat para que acontezca un gran hub de conexiones intercontinentales”, ha destacado el presidente del Govern, tras reunirse con la comisión técnica que ha abordado el proyecto. “No podemos perder más tiempo, hay que pasar a la acción”, ha remarcado, y es que Catalunya debe poder viajar “por todo el mundo sin pasar por Madrid, Londres o Frankfurt”.
La propuesta llega tras años de debate, avivado sobre todo a raíz del desacuerdo en 2021 entre el Gobierno central y la Generalitat entonces de Pere Aragonès, sobre todo por las afectaciones medioambientales. El proyecto que entonces se guardó en el cajón preveía una inversión de 1.700 millones de euros, para alargar la pista, y la construcción de una terminal satélite, sin la remodelación de la T1 y la T2.
Aplausos y críticas
Esta ampliación supondrá, según el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, una mejora de la posición económica tanto de la capital catalana como de Catalunya, ya que la ciudad y su entorno estará “mejor conectado”. Desde la Moncloa, la portavoz del Gobierno central, Pilar Alegría, ha coincidido en asegurar que la ampliación del Prat es “indispensable para el progreso de Barcelona, de Catalunya y de España”, y que tendrá un impacto medioambiental “mínimo”. No obstante, sus socios de gobierno rechazan la propuesta, y el Ministerio de Cultura de Ernest Urtasun pedirá detallar la afectación que la ampliación tendrá sobre la racionalista Casa Gomis, que el Ministerio adquirió en enero para instalar un centro cultural gestionado por el MNAC.
El Govern asegura que la ampliación no interferirá en la operativa del Puerto
Por su lado, las instituciones del tejido económico y empresarial catalán se han lanzado a aplaudir el acuerdo, y han ido más allá. En un comunicado conjunto, la Cambra de Comerç de Barcelona, Pimec, el Racc, el Cercle d’Economia, Barcelona Global, FemCat, el Col·legi d’Economistes y Fira de Barcelona han destacado la necesidad de “garantizar una gobernanza compartida y una visión global para todo el sistema aeroportuario catalán”.
Además, las entidades han remarcado que están pendientes de conocer todos los detalles del proyecto, especialmente el encaje con el desarrollo del puerto y de la red viaria y ferroviaria. “El área aeroportuaria y portuaria constituyen un ecosistema logístico y económico estratégico para el país, y cualquier propuesta de ampliación tiene que asegurar la plena compatibilidad operativa y urbanística”, avisan. En este sentido, el Govern ha asegurado que la ampliación no interferirá en la operativa del Puerto ni en su crecimiento en los muelles Catalunya y Prat, con grúas que se acercan a los 100 metros de altura.

Desde Foment del Treball, el vicepresidente de la patronal, Lluís Moreno, ha aplaudido el acuerdo y ha pedido nombrar a un responsable para liderar el proyecto y asegurar que avanza rápidamente. En la misma línea se ha expresado el presidente de Cecot, que ha destacado que, “teniendo en cuenta los años que hace que se reivindica esta actuación, la propuesta llega tarde”.
Actualmente, el aeropuerto tiene conexión directa con 54 destinos intercontinentales
El acuerdo, que genera controversia entre los distintos partidos políticos —con ERC y los Comuns en contra y Junts pidiendo el traspaso integral del aeropuerto, entre otros—, se ha cerrado pese a la oposición del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat: su alcaldesa, Alba Bou, ha mantenido el rechazo “inequívoco” del consistorio frente a la ampliación: “Es el mismo proyecto, con la diferencia de que ahora afecta a dos espacios naturales, en lugar de uno”, en referencia a la Ricarda y al Remolar. En el mismo sentido, entidades como Ecologistes en Acció y Zeroport se han opuesto frontalmente a la propuesta, y prevén convocar movilizaciones para expresar este rechazo.
Actualmente, el aeropuerto tiene conexión directa con 54 destinos intercontinentales. Estas ciudades más allá de Europa aportan al Prat el 7% de sus pasajeros —en Madrid, esta cifra llega al 30%— y, de estas conexiones, una veintena son con el continente americano, mientras que 17 acercan Barcelona a Asia, y 15, a África. Los cerca de cuatro millones de pasajeros que viajaron en estas rutas intercontinentales crecieron un 22% en 2024, año en el que el aeropuerto batió su propio récord y alcanzó los 55 millones de pasajeros, que rozaron el máximo de su capacidad actual.