A pocos metros de la Casa de les Punxes de Puig i Cadafalch, Barcelona dispone de un nuevo espacio que brinda cultura en dosis selectas, particulares y exclusivas. Solo para socios. Como en los clubs deportivos y gimnasios de la ciudad, una cuota mensual de 100 euros da acceso a las actividades culturales y reserva de espacios del local sin coste adicional. Es By Safe House, el nuevo club social de la ciudad que Isidoro Andaluz ha puesto en marcha y del que se hará la inauguración oficial abierta al público el próximo 17 de febrero.
By Safe House funciona desde el pasado mes de septiembre y los asociados con los que ya cuenta han podido disfrutar de los monólogos terapéuticos que el club programa para cada sábado con el humorista Raúl Alcaraz. Se han hecho también maridajes de ópera y vino, con la soprano Sílvia Sabater y la sumiller Anna Solé, y se ha iniciado un curso de cine.
Todo eso y mucho más que está previsto, se va anunciando en la web del club y en una aplicación mediante la cual los socios pueden reservar su entrada a las convocatorias de conciertos en la intimidad, como los que convocan con el Festival de Jazz de Terrassa, maridajes con vino y degustaciones culinarias, actuaciones artísticas, presentaciones, o comidas y cenas, puesto que el local dispone de restaurante, coctelería y una vinoteca con más de 180 referencias de vino.
El local del club está en el número 147 de la calle Bruc. Dentro, dispone de tres grandes espacios diferenciados por mobiliario y decoración, polivalentes y distribuidos en dos plantas, con un total de 700 m2. En ellos, luz y música nos van situando en cada momento del día. Más luz y música más suave durante el día y, a medida que se aproxima la noche, las intensidades se intercambian, dejando menos luz y cobrando más energía el sonido, en manos de un disc-jockey. De esta manera, durante el día, en la planta a pie de calle, sofás y cómodas mesas de trabajo permiten celebrar reuniones, presentaciones de producto, reuniones de trabajo o personales, o teletrabajar en un agradable y confortable ambiente.
La barra del bar está siempre disponible para tomarse un buen café o comer algo mientras se trabaja o durante una pausa. La cocina está abierta de 11 de la mañana a 11 de la noche. Se sirven desayunos, comidas, cenas y cócteles de autor, que prepara el mixólogo Antoni Escoda, un apasionado coctelero. El local cuenta también con una barra exclusiva para disfrutar de su amplia gama de selectos vinos. La sumiller Anna Solé López, una entusiasta experta en cultura vinícola, aconseja a los socios.
Dos acompañantes
Cada socio puede acceder puntualmente al local del club con dos acompañantes. By Safe House es un punto de encuentro, una extensión del hogar y la oficina, un espacio reversible, para ocio y trabajo, con un variado menú de actividades culturales siempre activo. La cuota —apunta Isidoro— es desgravable en la declaración de impuestos, puesto que su cuantía se aporta a la fundación cultural creada con By Safe House. Además, los socios pueden beneficiarse de descuentos especiales en restaurantes, balnearios y otros centros asociados al club.
Cuando una persona socia reserva uno de los espacios del local para una actividad o celebración privada, sus asistentes reciben digitalmente, a través de la aplicación, un carnet de socio para ese día. El horario del local es de martes a sábado, desde las 10 de la mañana hasta la 1 de la noche. A los socios también les llega, los viernes, una newsletter con la programación semanal que también les aparece en la aplicación del club.
Isidoro, el promotor
Isidoro Andaluz es el creador de By Safe House. Nació en Suiza hace 63 años. Para alguien que habla siete idiomas, como él, la cultura es el pan de cada día y lo que motiva todas las actividades que programa en el club social. Isidoro llegó a Barcelona en 1982, “en plena efervescencia cultural de la moda, la arquitectura y la música”, recuerda. “Pasqual Maragall abrió la ciudad al mundo”, expresa. Su primer trabajo en Catalunya, además de aprender la lengua, fue trabajar para la petroquímica Basf, la firma que llevaban también las cintas de cassette. Su conocimiento de idiomas le valió en grande para sus funciones en el departamento de atención al cliente. Y pronto empezó a realizarse como promotor, relaciones públicas y director de locales de ocio en Barcelona, como Distrito Distinto, Fibra Óptica, Otto Zutz, Barsalles, Atlántida en Sitges, y Amnesia y Blue Marlin en Ibiza.
Durante su etapa en la discoteca Amnesia de Ibiza, a principios de los 90, Isidoro viajaba prácticamente una vez al mes a Londres, donde pasaba unos días para fichar a disc-jockeys. Y fue allí donde descubrió los clubs privados, 24 horas abiertos, donde “podías comer, leer la prensa, tomarte una copa. Me hice socio de uno en Regent Street”, explica.
¿Por qué un club privado?
La idea de abrir un club social, privado, en Barcelona, surgió de una sensación: “Con algunos de mis amigos nos sentíamos huérfanos de un lugar como habían sido antes, donde los relaciones públicas hacían una excelente labor de selección de asistentes a ciertos locales. Ahora, a nuestros 60 años, echábamos en falta ese lugar de encuentro para escuchar buena música y tomar una copa en un ambiente de confianza. En los locales que hay abiertos, hoy todo se mezcla, ya no controlas el ambiente que habrá”, argumenta el responsable de By Safe House.
El espacio quiere, además, rendir tributo al arte, a la enología y a la mixología de autor, en una versión renovada del tradicional club inglés. El nombre elegido, By Safe House, es también un homenaje a los pisos francos, un término utilizado por la CIA en los años 40 para referirse a las casas donde se escondían testigos protegidos o los agentes infiltrados en territorio hostil.
Este club de Barcelona ha nacido pensando en “emprendedores y empresarios locales, amantes del ocio y curiosos de la cultura, y se identifica como un lugar seguro, en el que conviven perfiles, culturas, estilos, sectores y pensamientos distintos”.
En la planta inferior hay dos espacios diferenciados. Uno de ellos está preparado para acoger fiestas privadas o reuniones de trabajo en pequeño comité, con barra de bar propia. El otro está equipado con material técnico de nivel profesional polivalente donde presentar productos o transformarse en sala de baile.
Con By Safe House, Isidoro abre la posibilidad de “disfrutar del ocio, los negocios y la privacidad en un mismo espacio y posibilitar una nueva manera de concebir las relaciones, tanto laborales como sociales”, y recuperar algo de aquella efervescencia, la explosión cultural de los años 80 en Barcelona.