Barcelona confirma su papel de liderazgo en el sector de la economía azul a nivel global. La Unesco ha escogido a la capital catalana para situar la oficina a escala mundial dedicada a la economía oceánica sostenible, con el que será el único centro colaborativo de la Década del Océano.
La sede que acogerá Barcelona aspira a ser un centro de pensamiento global en este ámbito, y dependerá de la Fundació Barcelona Capital Nàutica. Desde sus instalaciones en el Moll de Llevant, el centro ejercerá de think tank global sobre la economía azul al menos hasta 2030, cuando termina la Década del Océano. Así lo ha anunciado el alcalde, Jaume Collboni, junto al coordinador global de la Década del Océano y regional de la Unesco, Julian Barbieri.
En este escenario, el centro se propone constituir el mayor repositorio mundial de proyectos aplicables al desarrollo económico de los océanos, así como construir una red público-privada internacional centrada en este ámbito. Además, se fija como objetivo articular un fondo de inversión de impacto en economía azul.
Y es que los océanos “son los grandes aliados” para combatir la emergencia climática, según Collboni, que ha celebrado que Barcelona recoge los frutos sembrados mediante iniciativas como la Conferencia de la Década del Océano, que reunió a 1.500 personas el año pasado en la ciudad.
El Ayuntamiento lidera el proyecto en colaboración con el Puerto de Barcelona y la Generalitat, junto a socios científicos como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a través de su Instituto de Ciencias de Mar, y BlueNetCat, la red I+D+i Marítima de Catalunya, con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Visión global con impacto local
Pese a que el centro nace con una visión global, Collboni ha resaltado que también pretende generar “mucho impacto local”. En este sentido, el alcalde ha aprovechado para anunciar la creación de un grupo de trabajo para impulsar medidas para “preservar y regenerar” el litoral barcelonés, con el objetivo de que el 30% del litoral de Barcelona sea espacio marino.

A través de estas iniciativas, la economía azul sigue ganando peso en Barcelona y su entorno. Tanto es así que el sector representa el 4,3% del PIB y el 1,4% del empleo de la ciudad, con actividades que van desde la logística hasta la actividad portuaria, la pesca, la biotecnología marina, el turismo y el sector náutico, entre muchas otras.
Más allá de la ciudad, el sector supone en Catalunya un volumen de negocio de 15.000 millones de euros —el 3,3% del total— y un valor añadido bruto de 3.800 millones de euros, el 1,7% del total. Además, el sector emplea a cerca del 3% de los trabajadores catalanes, con un total de 104.000 profesionales.