Automobile Barcelona se prepara para llenar de nuevo Montjuïc de coches, novedades y primicias que convertirán la ciudad en la capital del motor del 9 al 18 de mayo. El salón internacional inicia la cuenta atrás para abrir el viernes con 29 marcas, en una edición que pondrá el foco en la electrificación y en la que destaca otro factor: un tercio de las firmas que participan este año son de origen chino.
El salón, que ocupará 100.000 metros cuadrados, aspira a atraer a 350.000 visitantes. Con el lema Pasión por el motor, pasión por Barcelona, incluirá la presentación de una docena de primicias, con una novedad a nivel mundial y otra a nivel europeo. Todo con un objetivo: ejercer de escaparate y punto de encuentro del sector para dinamizar sus ventas, mientras avanza hacia la movilidad eléctrica.
— ¿Qué novedades traerá el salón de este año?
— Tendremos primicias mundiales, europeas y nacionales, como ya es habitual en un salón que suma 43 ediciones y 106 años de historia. Y este año tendremos un tercio de marcas chinas
— Es un reflejo del sector.
— Y eso va bien, porque estimula el mercado, estimula la competencia y hace bajar precios. De hecho, en los últimos años, los precios del coche eléctrico se han reducido entre un 14% y un 19%.
— La presencia de estas marcas chinas puede favorecer el posicionamiento de Barcelona para que empresas asiáticas inviertan en su entorno?
— Definitivamente. La industria puede venir a Automobile y de ahí plantearse instalar nuevas fábricas. España es el segundo fabricante de automóviles de Europa, y una cosa trae la otra. Con estos cambios en el mercado, ¿por qué no debería establecerse una nueva fábrica china en Catalunya o el resto de España? Eso es otro incentivo más, la posibilidad de dinamizar la industria, de crear nuevos puestos de trabajo y nueva ilusión. Todos somos clave.
—Y más en un contexto económico internacional marcado por la incertidumbre. ¿Cómo afectan los aranceles de Estados Unidos al sector?
— El salón quiere ser un bálsamo para los aranceles. Porque lo que hace el salón es provocar ventas, generar ilusión. Es un evento para todos los bolsillos, que además aplica descuentos, con el precio salón. Y las ventas no sólo se producen en el salón, sino que se pueden cerrar en el concesionario días después. Estoy seguro que el índice de ventas de los concesionarios subirá durante el mes siguiente de Automobile, y todo esto genera riqueza al sector.
— ¿Cómo contribuye el salón a esta riqueza?
— La gran pregunta siempre es: ¿qué coche me compro? Y en el salón hay cerca de 30 marcas y se pueden probar los coches por Montjuïc. De hecho, el 70% de la gente que viene al salón quiere probarlos. Hay muchas posibilidades para ver todo tipo de modelos y probarlos y, por lo tanto, hay muchas posibilidades de decidirse.
— ¿Cómo se traduce todo esto en las ventas?
— Una marca vende entre 150 y 200 coches en el salón, aproximadamente. Con lo cual, las que no vienen, pierden ventas. Barcelona se convierte durante unos días en la capital mundial del automóvil; con las primicias, las novedades, esto es un espectáculo del motor, y en eso somos imbatibles. Por eso, las marcas que no vienen, se equivocan.
— ¿Y más en un momento de tanta competencia?
— Se venden coches, pero menos. Hay muchas opciones y la gente no sabe qué comprar. Las marcas que no vienen dejan espacio a sus competidores. Hay que decidir, y el salón ayuda: puedes probar y puedes comprar. De hecho, el 60% de los visitantes viene con la intención de comprar.
— Y aspiran a alcanzar los 350.000 visitantes.
— Este año, además, hay Barça-Madrid el 11 de mayo, y Automobile también juega en ese partido. Quienes tengan entradas para el clásico podrán acceder gratis al salón, y las juntas directivas de ambos equipos almorzarán en Fira. Es un gran plan: venir a Automobile y luego subir al Estadi Olímpic a ver el partido.
— En esta edición, además, amplían el espacio del salón.
— Ocuparemos los pabellones 1 y 8 de Fira, y la Plaza de l’Univers con Seat por su 75 aniversario. También estaremos en las avenidas Maria Cristina y Rius i Taulet para probar los coches. En total, sumaremos 100.000 metros cuadrados, un 15% más que la edición de hace dos años.
— ¿Cuáles son los retos del sector?
— En España, una industria que genera tantos puestos de trabajo y la sitúa como el segundo fabricante de coches de Europa, el Gobierno debería ayudar más que nunca a cambiar un dato tan nefasto como que somos el segundo país europeo con un parque de vehículos más antiguo. Son 14,2 años de media, lo que nos sitúa sólo por detrás de Grecia, y el Gobierno debería incentivar la compra. El parque móvil se tiene que rejuvenecer, ¿y cómo se rejuvenece? Comprando.
— ¿Y cuáles son los retos del salón?
— Sobre todo, que haya muchos visitantes y que vengan a batir récords. Que vengan y compren más, que ayuden a que los expositores vendan mucho, y que la gente lo disfrute. Y tenemos otro reto importante, que es atraer a la juventud. Cuando yo era joven, lo que quería era tener un coche, porque era sinónimo de libertad. Ahora, hay muchas fórmulas para moverse, y hay que atraer a los jóvenes para que tengan la pasión por el automóvil que teníamos nosotros.
— ¿Cómo se les puede transmitir esta pasión?
— Todos hemos ido al salón con nuestros abuelos, o con nuestros padres, es algo que Barcelona lleva muy adentro, es algo muy de Barcelona. Tenemos que transmitírselo a los jóvenes, teniendo también en cuenta que la prioridad en la mayor parte de casos es la vivienda, y que no es nada fácil.
— Para atraer también a nuevos públicos, ¿exploran colaboraciones con Circuit de Catalunya, después de que Fira haya asumido su gestión?
— Aunque por ahora no hay ninguna concreción, algún día habrá una presencia de Automobile ahí, seguro.
— La próxima edición coincidirá con las obras del recinto de Montjuïc.
— Si Montjuïc está en obras, siempre queda el recinto Gran Via de Fira.
— ¿Se plantean un traslado permanente a Gran Via?
— ¡En ningún caso! Yo soy un enamorado de Montjuïc, y los salones de público como Automobile funcionan muy bien en Plaza Espanya. Además, el evento está muy ligado a Montjuïc, siempre se ha hecho aquí. Montjuïc tiene mucha historia, y Automobile está enlazado con ella.
— En alguna ocasión ha comentado que esta será su última edición presidiendo Automobile. ¿Será así?
— Es muy posible. ¡He batido todos los récords europeos! Llevo desde el 2001, este año ya serán 24 siendo presidente. Ya lo fue mi padre, que murió como presidente. Sea como sea, el salón forma parte de mi vida.
— Si esta termina siendo su última edición, ¿hacia dónde querría que fuera el salón?
— A más. Siempre a más y mejor.