Automobile Barcelona cierra sus puertas este domingo después de haber atraído a unos 360.000 asistentes a Fira Montjuïc, un 20% más en comparación con la edición de 2021, la primera poscoronavirus. El Salón del Automóvil, organizado por Fira de Barcelona, ha contado con la participación de más de 30 fabricantes, un 40% más respecto a la pasada edición, y la presentación a nivel mundial de los nuevos modelos de Cupra, Mercedes-Benz y Ebro. Además, ha vuelto a coincidir con Motoh!, salón centrado en los vehículos motorizados de dos ruedas, combinación que no sucedía desde 1999.
“Reunir más marcas, más visitantes y propiciar más ventas en el momento actual es de récord entre los salones de Europa”, valora su presidente, Enrique Lacalle. Según una encuesta hecha durante el salón, un 36% de los asistentes ha visitado el salón con la intención de comprarse un coche nuevo y, de éstos, el 42% lo quiere hacer porque su vehículo es antiguo o se quiere adaptar a las zonas de bajas emisiones. “El volumen de ventas generado durante estos días certifica que el salón es un gran dinamizador del mercado, algo extremadamente importante en un país con un parque de automóviles tan envejecido”, remarca Lacalle. Adquirir un vehículo durante los días que dura el evento puede suponer descuentos de hasta 8.000 euros.
Los coches eléctricos han sido un año más los grandes protagonistas de Automobile Barcelona, acaparando el interés de unos visitantes divididos entre los que aún no se atreven a hacer el cambio y los que lo quieren hacer, pero lo ven demasiado caro. Más de la mitad de los compradores que han asistido al salón ya busca un coche electrificado, con casi un 35% prefiriendo un coche híbrido o híbrido enchufable y solo un 17% uno completamente eléctrico.
Las principales dudas que se han oído en el centenar de expositores participantes en la 42a edición del salón han sido los problemas derivados de la poca autonomía de los vehículos eléctricos y la aún deficiente red de puntos de carga. De hecho, un 60% de los asistentes ha reconocido que el desarrollo de una infraestructura aceptable donde enchufar el coche tiene un peso clave en la elección de compra.
A lo largo de nueve días, el salón ha reunido en unos 100.000 metros cuadrados a marcas como Dacia, Hyundai, Kia, Lexus, Mazda, Mercedes-Benz, Mitsubishi, Nissan, Renault, SsangYong, Subaru, Suzuki, Tesla y Volvo, con la ausencia aún de algunas de las grandes. También se ha producido una presencia destacada de firmas locales como Baltasar, Ebro, Seat y Cupra, y la participación de otras empresas del sector de la movilidad como Acciona Silence, Seat Mó y Wallbox. “Automobile Barcelona 2023 devuelve el optimismo al sector logrando lo que nadie consigue: organizar un evento que crece, que es una fiesta para los apasionados del motor y da la cara por la industria en un momento muy necesario”, concluye Lacalle.