Javier Suqué, presidente, con Delfí Sanahuja, enólogo de Perelada.

Perelada celebrará su centenario con una fiesta inmersiva en el espacio Ideal

Con unos ingresos de 20 millones de euros y unas ventas de 5 millones de botellas, la compañía vinícola prevé elevar al 60% las exportaciones en tres años. En total, las bodegas de la familia Suqué Mateu facturaron 64 millones en 2022 y el objetivo ahora es entrar en Ribera del Duero, El Bierzo, Ribeira Sacra y Rías Baixas.

Perelada arranca un año de celebraciones para conmemorar el primer centenario de su historia. La bodega del Grup Peralada, propiedad de los hermanos Suqué Mateu, se remonta al año 1923, cuando Miquel Mateu Pla compró el Castillo de Peralada, en el Alt Empordà, y empezó a elaborar vino en el subsuelo del convento del Carme, en el mismo lugar donde lo habían hecho los frailes carmelitas desde el siglo XIV. Cien años después, Perelada se ha convertido en una empresa que elabora 5 millones de botellas de vino y cava gracias a la explotación de 150 hectáreas en propiedad que en 2025 serán 100% ecológicas. La bodega, que lidera las ventas en la DO Empordà, facturó 20 millones de euros en 2022, un 10% más que antes de la pandemia, y su previsión para este año es volver a crecer un 10%.

“Con motivo del centenario queremos rendir homenaje a mis padres, a mi abuelo y a mi bisabuelo”, explica el presidente de la compañía, Javier Suqué, que recuerda que desde el inicio el objetivo de la familia fue “revitalizar” la zona vinícola del Empordà y “dejar huella” en el territorio con proyectos como el Festival de Peralada o la nueva bodega que han construido para elaborar los vinos de la marca Perelada, considerada ya como una de las mejores de Europa. Estas nuevas instalaciones, inauguradas en mayo de 2022 tras una inversión de más de 40 millones de euros, son obra despacho catalán RCR Arquitectes y han recibido la visita de más de 15.000 personas en sólo seis meses.

“Nos llena de orgullo poder celebrar el centenario habiendo completado una bodega única en Europa que nos permitirá ser referentes en sostenibilidad y elaborar mejores vinos, unos vinos que queremos que sean excepcionales”, añade Suqué, convencido de que este proyecto ayudará a incrementar el posicionamiento internacional y el prestigio de la DO Empordà. “Algunas de las iniciativas que impulsamos seguramente no son rentables, pero mi vocación y la de mis hermanos [Isabel y Miguel] es dejar un legado para la siguiente generación y para todo el territorio”, reflexiona el empresario.

Para conmemorar esta efeméride, Perelada organizará el próximo mes de mayo una gran fiesta inmersiva en el centro de artes digitales Ideal Barcelona, ubicado en el barrio del Poblenou, donde actualmente puede verse la muestra Dalí Cibernètic. A lo largo de cuatro días, del 4 al 7 de mayo, se organizarán catas inmersivas para clientes e invitados, pero también para la población en general, ya que el sábado y el domingo 6 y 7 de mayo la celebración estará abierta al público.

“Será una fiesta con un fuerte componente emocional y multisensorial, será un acontecimiento memorable que mezclará el arte digital inmersivo con la enología, la gastronomía, el arte y la música”, explica Perelada, que involucrará también en el evento a artistas que participarán en la próxima edición de su famoso festival de verano. La bodega está empezando a idear también la celebración de un gran acontecimiento en sus instalaciones de Peralada para cerrar los actos de conmemoración, en la primavera de 2024.

En paralelo a los eventos, Perelada ha elaborado dos productos conmemorativos: el Vino del Centenario y un Cava Edición Especial Centenario. Del primero —un coupage de garnacha y syrah procedente de la emblemática finca Garbet, junto al Cap de Creus— se han producido únicamente mil botellas. Por su parte, el cava es un reserva elaborado con las tres variedades clásicas —macabeu, xarel·lo y parellada— vendimiadas en la Finca l’Almirall (Castellví de la Marca), y con una crianza mínima de 18 meses.

La bodega diseñada por RCR está plenamente integrada en el paisaje del municipio ampurdanés.

De los cinco millones de botellas que comercializa Perelada cada año, tres millones son de cava y dos millones de vino, aunque en términos de valor, es decir, en generación de ingresos, ambos segmentos están equilibrados al aportar cada uno un 50% del negocio. El 32% de la producción se exporta, aunque Suqué se ha fijado el objetivo de elevar al 60% las ventas al exterior en tres años. Para ello, la marca acelerará especialmente su crecimiento en Reino Unido, Suiza, Estados Unidos, China, Alemania, Bélgica, Suecia y Japón. Otro 55% de la producción corresponde a las ventas en Catalunya y el 13% al resto de España.

La división vinícola del Grup Peralada, denominada Perelada & Chivite, integra otras bodegas que están ubicadas en otras regiones productoras como el Priorat, Rioja, Málaga y Navarra, hasta sumar un total de 16 millones de botellas, 500 hectáreas de viñedos en propiedad  y una facturación que en 2022 se elevó a 64 millones, un 8% más. Así, forman parte del grupo familiar catalán las marcas Chivite y Gran Feudo (Navarra), Viña Salceda (Rioja), Casa Gran del Siurana y Cims de Porrera (Priorat), La Melonera (Serranía de Ronda), Oliver Conti y Privat. Para potenciar su red de distribución, entender mejor al consumidor y acelerar la venta online y la digitalización del grupo, Perelada & Chivite ha adquirido también una participación mayoritaria en el club de vinos Wine is social, que cumple ahora diez años.

Además, pertenece al grupo la empresa Celler del Pescador (antes denominada Cavas del Ampurdán), elaboradora de los vinos superventas Gran Pescador y Cresta Rosa, de los que comercializa más de 4 millones de botellas. La familia ha iniciado ya las obras para construir una nueva bodega para Celler del Pescador en unos terrenos situados junto a su centro logístico, ubicado en Vilamalla, con una inversión de 20 millones de euros que prevé culminar en marzo de 2024.

Javier Suqué Mateu lidera el grupo vinícola desde los años 90.

Javier Suqué ha vuelto a reafirmar la intención del grupo de establecerse en nuevas denominaciones de origen como El Bierzo, Ribeira Sacra, Rías Baixas y, especialmente, en Ribera del Duero, donde la empresa ya tiene una finca de 40 hectáreas en explotación y quiere poner en marcha también una bodega. “Queremos continuar creciendo en nuevas DO con proyectos propios para ser un referente destacado en el sector vitivinícola español; estamos mirando cosas, pero no tenemos prisa”, explica Suqué.

El empresario pone en valor la dinamización económica que ha supuesto para el municipio ampurdanés de Peralada las distintas iniciativas impulsadas por la familia a lo largo del último siglo, ya que además del negocio vinícola se ha desarrollado un importante proyecto cultural y también vinculado al ocio y al turismo. “Peralada es hoy un destino turístico de primer orden”, señala, tras enumerar las múltiples piezas y actividades que integran el complejo, formado por el Castillo de Peralada, el Monasterio del Carme con su claustro gótico, el museo del vino, la colección de vidrio y cerámica, la sala Hispano-Suiza, la biblioteca, los jardines, el Casino de Peralada, el Hotel Peralada (de 5 estrellas y con un wine spa), el campo de golf, el Festival de Peralada, la nueva bodega diseñada por RCR, y cuatro propuestas gastronómicas, una de ellas (el restaurante Castell Peralada) con una estrella Michelin.

La sala de barricas, totalmente libre de columnas, de la nueva bodega de Perelada.

En el área cultural, Suqué destaca dos nuevos proyectos que están en marcha: la construcción de un nuevo auditorio para el festival, que estará listo en 2024, y la creación de una sala especial dentro de la biblioteca del castillo para conservar con las mejores garantías los incunables y libros históricos de alto valor que atesora la familia.

En el plano enológico, Perelada prevé lanzar este año al mercado dos nuevos vinos, Amfitrió y Obsequi que se distinguirán por utilizar una innovadora botella de textura rugosa y mucho más sostenible, ya que al pesar 100 gramos menos contribuye a reducir la huella de carbono. Además, la bodega impulsará más de 200 iniciativas los próximos cinco años para potenciar la sostenibilidad, con un proyecto destacado como la introducción de la agricultura regenerativa.

En total, el Grup Peralada facturó 220 millones de euros en 2022, cifra que incluye los ingresos de las empresas vitivinícolas, del área hotelera y gastronómica, y especialmente, del negocio de juego, con los casinos de Barcelona, Peralada y Tarragona, y otros ubicados en Argentina, Chile y Uruguay.