El derecho fundamental de la igualdad entre mujeres y hombres constituye un valor capital y una necesidad esencial en una sociedad democrática. Este derecho ha sido reconocido legalmente desde hace tiempo, pero no es efectivo ni en todas las esferas de nuestras vidas ni es igual para todas las mujeres. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies pone el foco en las desigualdades existentes en el mundo laboral y destaca la importancia de los planes de igualdad y la lucha contra la brecha salarial para erradicar la discriminación que sufren las mujeres en el trabajo. A partir de hoy, las empresas de más de 100 personas trabajadoras están obligadas a tener un plan de igualdad. Por otro lado, las empresas que ya tenían obligación de tenerlos (las de más de 150 personas trabajadoras) tienen de plazo para adaptarse hasta el 14 de enero de 2022.
Es una evidencia que para las mujeres es más difícil acceder al mercado laboral, quedarse, promocionarse y es especialmente penetrante el hecho que cobren sistemáticamente menos que los hombres por trabajos de igual valor: es lo que denominamos brecha salarial. El Departament de Treball está absolutamente comprometido con la lucha contra la brecha salarial de género, una discriminación que atenta contra la mitad de la sociedad, así como en el cumplimiento riguroso de la normativa para evitar situaciones discriminatorias.
A partir de hoy, las empresas de más de 100 personas trabajadoras están obligadas a tener un plan de igualdad
Las desigualdades retributivas derivan mayoritariamente de la desigualdad y la discriminación estructural que sufren las mujeres en todos los ámbitos de la vida, y, en particular, de la infravaloración del trabajo que llevan a cabo y de la carencia de corresponsabilidad en la asunción de las tareas de cura. También hay que tener en cuenta el llamado “techo de cristal”, la barrera invisible que representan las limitaciones con que se encuentran las mujeres para ascender hasta los cargos de más responsabilidad, o el “suelo pegajoso”, la dificultad para acceder y mantenerse en la ocupación. Estas situaciones impiden el desarrollo de su carrera profesional en condiciones de igualdad. Otras causas de las desigualdades son las diferencias en la experiencia laboral remunerada a por la dedicación a tareas de cura o que las mujeres trabajen en gran medida en sectores de menos nivel salarial.
Las mujeres ganan un 22,2% menos
Según el estudio La situación de desigualdad salarial en Catalunya entre hombres y mujeres del Observatori del Treball i Model Productiu del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies, las mujeres cobraban el 2018 de media un 22,2% menos que los hombres. Su salario medio anual fue 6.350 euros inferior (22.290€ por 28.640€).
También subraya que la brecha salarial ha bajado ocho décimas respecto el 2017 y pone de relieve que se ha acortado un 3,8% entre 2014 y 2018. Otro dato especialmente significativo, que representa el llamado “techo de vidrio”, es que las mujeres logran su máximo salarial entre los 35 y 44 años (23.847€), mientras que los hombres a partir de los 55 años (32.313€).
A pesar de este descenso, la desigualdad en los sueldos continúa siendo una de las manifestaciones más agudas de la discriminación que sufren las mujeres en el trabajo, además de una de las principales causas del empobrecimiento femenino.
Apoyo a empresas y entidades para incorporar la igualdad de oportunidades
La implantación de planes de igualdad a las empresas y administraciones públicas, junto con la prevención y actuación ante el acoso sexual y por razón de sexo y la lucha contra la brecha salarial, son elementos clave para combatir la discriminación laboral de las mujeres.
La Direcció General d’Igualtat del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies destinó 1.305.000€ el 2020 —y una dotación extraordinaria de 472.605€ durante la Covid-19— al impulso de planes y actuaciones de apoyo a las empresas y entidades dedicados a incorporar la igualdad de oportunidades.
La implantación de planes de igualdad a las empresas y administraciones públicas es un elemento clave para combatir la discriminación
Durante el año pasado se realizaron 26 acciones formativas sobre igualdad a las empresas, además de acciones de asesoramiento y acompañamiento en el análisis de la brecha salarial a sus organizaciones. También se ha elaborado el curso Igualdad retributiva, auditoría salarial y registro salarial y se han publicado dos guías, Recomendaciones para gestionar el impacto de la COVID-19 en el mercado laboral desde la perspectiva de género y Rompiendo mitos sobre la brecha salarial de género.
Por otro lado, el Departament puso en marcha el año pasado la herramienta de registro salarial, un recurso en línea para dar cumplimiento a la normativa que establece que todas las empresas están obligadas a llevar un registro de retribuciones.
Crecen un 115% las inspecciones sobre discriminación por razón de sexo
La Inspección de Trabajo en Catalunya incrementó el año pasado un 115% el número de actuaciones sobre discriminación por razón de sexo (que incluye brecha salarial) y un 101% las relacionadas con la vigilancia y el control de planes de igualdad.
Concretamente, se realizaron 99 actuaciones referentes a discriminación por razón de sexo y 191 a planes de igualdad y otras obligaciones de la ley.
A partir de este 8 de marzo las empresas de más de 100 personas trabajadoras están obligadas a tener un plan de igualdad. Las empresas que ya tenían obligación de tenerlos (las de más de 150 personas trabajadoras) tienen de plazo para adaptarse hasta el 14 de enero de 2022.