Las limitaciones de las más habituales herramientas de mensajería instantánea pueden ser un estorbo para gran parte de sus usuarios. Van desde la imposibilidad de mandar mensajes sólo a determinados perfiles dentro de un mismo grupo hasta cuestiones de seguridad y privacidad. ¿Quién no se ha molestado por que una red social muestre anuncios sobre algún producto que se ha mencionado en otra app?
Estas son limitaciones y el precio a pagar por utilizar estas herramientas para la mayor parte de sus usuarios. Pero esta resignada realidad cambia cuando los usuarios son, precisamente, una comunidad de directivos de informática con más de un millar de miembros. Fue hace tres años cuando nació LiceoTIC, este ecosistema de responsables de informática. Pronto detectaron que Whatsapp no satisfacía sus necesidades, especialmente al no posibilitar la segmentación de conversaciones dentro de un mismo grupo. Esta situación y el inconformismo fueron el germen de Xattering, que ambiciona convertirse en la “app definitiva” de comunicación.
“El origen de todo fue crear una app de comunicación que admitiera canales dentro de grupos”, explica Jordi Damià, que capitanea la consultora tecnológica que ha desarrollado la aplicación, Setesca. A este propósito inicial, los impulsores han ido sumando funcionalidades, hasta lograr el resultado final: Xattering, que combina funciones de mensajería instantánea con usos de red social similares a Twitter y ahora X, además de utilidades de ámbito profesional al estilo de Slack e Infojobs.
Los impulsores de la app se resisten a utilizar técnicas para atraer a usuarios basadas en “generar felicidad proporcionando estímulos de valor añadido relativo pero con mucha capacidad de atracción”
La app, desarrollada a caballo entre Barcelona y Girona y lanzada a finales de 2023, reúne estas tres funciones empezando por la de red social, a través de un grupo público en el que los usuarios pueden lanzar comentarios u opiniones y responderse entre ellos. A diferencia de otras redes, la app catalana ofrece diversos canales temáticos a los que los usuarios pueden suscribirse, en función de sus intereses. Los canales van desde ciencia y tecnología hasta cultura, deportes y moda, explica Damià.
Además de este grupo público que actúa como red social, los usuarios pueden interactuar mediante mensajes, también a través de grupos, como en otras aplicaciones. Con una particularidad: dentro de un grupo pueden crearse canales, de modo que se pueden segmentar las conversaciones en función de la información que interese. ¿La utilidad? Tanto profesional como de ámbito cotidiano: un grupo de trabajo segmentado por departamentos; un grupo de padres de una escuela distribuido por clases; uno de propuestas culturales clasificado según si uno es más de cine, teatro, museos, o no quiere perderse nada. Todo complementado con funciones de identidad y comunidad profesional, ya que permite conectar con personas dependiendo de su sector, puesto de trabajo, empresa, o también aficiones.
La app cuenta ahora con unos 4.000 usuarios, ganando una media de unas 500 personas al mes, ante un público internacional. “Está disponible en catalán, castellano e inglés, y estamos valorando ofrecerla también en chino”, destaca Damià. Ahora pisarán el acelerador en este ámbito, sobre todo buscando influencers, aunque alejados de los perfiles que habitualmente copan las redes sociales y generan un “contenido de valor añadido relativo”.
Xattering quiere demostrar que, “desde Catalunya, somos capaces de poner en el mercado una herramienta que puede competir con cualquiera de las grandes”
“Queremos una aplicación que genere un valor añadido real para sus usuarios y para la sociedad, y queremos que gane usuarios por este contenido”, resalta Damià. Con este objetivo, sus influencers son de ámbitos tan inusuales en este colectivo como ingenieros, científicos y profesionales especializados en otros campos. Además, estudian colaborar con instituciones como universidades, para llegar a más usuarios de este perfil. “El gran reto que tenemos es el contenido”, concluye.
En este sentido, los impulsores de la app se resisten a utilizar las técnicas a las que suelen recurrir las redes sociales, que sobre todo se basan “en generar felicidad y bienestar al usuario proporcionándole estímulos de valor añadido relativo pero con mucha capacidad de atracción. Por el contrario, las razones con las que quieren atraer a usuarios hacia Xattering son “su utilidad y el valor añadido que aporta”, según Damià. Con este fin, controlan y vetan la difusión de contenidos como fake news u opiniones que inciten al odio, aplicando filtros de inteligencia artificial.
La app es y seguirá siendo gratuita, según Damià, que avanza que prevén incluir publicidad cuando disponga del volumen de usuarios adecuado. “En ningún caso venderemos datos de nuestros usuarios”, garantiza. De hecho, considera fundamental la privacidad, así como la seguridad. Para asegurarla, cuenta con un sistema de encriptación propio y protocolos de conectividad cifrados. Estos elementos han representado gran parte de la inversión que Setesca ha destinado a crear la app, que la empresa descarta concretar ante conversaciones que mantiene con algunas compañías que han mostrado interés en Xattering.
El también fundador de Setesca no descarta la venta de la app en un futuro, aunque apuesta por agrandar primero su dimensión. Su crecimiento irá acompañado por el aumento también del equipo centrado en el desarrollo e impulso de Xattering, que cuenta ahora con una decena de personas. “Lo que me gustaría es que esta fuera la red social de referencia impulsada desde Catalunya”, proclama Damià. “Somos capaces de poner en el mercado una herramienta que puede competir con cualquiera de las grandes”, asegura. Y se debe a disponer de talento y de un ecosistema que facilita el desarrollo de estos productos, según él: “Nos falta la endogamia que tienen otros lugares; aquí no estamos acostumbrados a priorizar lo nuestro. Al final, el mercado acaba decidiendo lo que ocurre, y nosotros estamos dispuestos a jugar”.