Red Eléctrica de España (REE) ha planificado efectuar una inversión de 400 millones de euros en Catalunya hasta el año 2026 con el objetivo de renovar las infraestructuras de transporte eléctrico, facilitar el proceso de transición energética y mejorar el suministro tanto en el área de Barcelona como en el polígono químico de Tarragona. Este presupuesto destinado a Catalunya equivale únicamente al 5,7% de la inversión total que prevé realizar REE en el periodo 2021-2026 y que asciende a 6.964 millones de euros, según la nueva Planificación de la Red de Transporte de Electricidad que acaba de aprobar el Gobierno y que es vinculante para la compañía presidida por la exministra Beatriz Corredor.
Según REE, una de las principales actuaciones que se ejecutará en Catalunya será el desarrollo de la denominada subestación Cerdà 220 kV, que se ubicará en la calle 21 del polígono Zona Franca y permitirá mejorar el suministro al polígono industrial y al Port de Barcelona. “Esta instalación reforzará las conexiones con nuevas líneas entre las subestaciones de Aeropuerto, Zona Franca y L’Hospitalet”, explica REE, que señala que el proyecto ya se encuentra en un avanzado estado de desarrollo.
La compañía cotizada, participada por el Estado en un 20% a través de la SEPI, prevé renovar también el cableado que transcurre en el núcleo urbano de Barcelona, en las líneas Badalona-Canyet, Badalona-La Sagrera y Maragall-La Sagrera, todas ellas de 220 kV. Se sustituirán los cables de aceite por cables secos. Otro proyecto pasa por reconfigurar la red de 220 kV que conecta con las subestaciones de Gramanet, Canyet, Sant Fost, Codonyers y Sant Andreu. Asimismo, se realizará una renovación de la subestación de Abrera, para mejorar el suministro eléctrico en el polígono de Martorell, que cuenta con grandes consumidores eléctricos como Seat.
La nueva planificación también incluye la mejora de instalaciones existentes y la sustitución de ejes antiguos por otros de forma que se mejora el suministro eléctrico minimizando el impacto en el territorio. Es el caso de la línea de 220 kV Mangraners-Espluga-Begues, entre Lleida y Barcelona, que sustituye la antigua línea existente y que ya cuenta con la declaración de impacto ambiental favorable, otorgada por la Generalitat.
En Tarragona se plantean nuevas actuaciones como la nueva subestación Camarles 400 kV, en las Terres de l’Ebre; y el proyecto Escatron–Els Aubals–La Secuita, consistente en la sustitución del actual eje para mejorar el suministro eléctrico, los consumos en el entorno del polígono químico de Tarragona y los intercambios de energía.
El presupuesto de 400 millones incluye además una mejora de la interconexión con Andorra al sustituirse una línea actual de 110 kV por un nuevo doble circuito de 220 kV.
Según REE, una de las prioridades de la nueva planificación es fomentar el desarrollo de las energías renovables y la descarbonización del actual modelo energético para que en 2026 las renovables supongan el 67 % del mix de generación eléctrica nacional. El plan prioriza aprovechar al máximo las infraestructuras eléctricas ya existentes para no castigar más el territorio, de forma que solo requerirá de nuevas subestaciones de transporte el 13% de toda la generación renovable prevista para conectarse antes de 2026.
En este sentido, Catalunya se ampliará la subestación de Santa Llogaia (400 kV), en Girona, con el fin de facilitar la conexión de los futuros proyectos de generación eólica marina que puedan desarrollarse en la Costa Brava.
