LOS FUNDADORES DE WALLBOX, EDUARD CASTAÑEDA Y ENRIC ASUNCIÓN.
Los fundadores de Wallbox, Eduard Castañeda y Enric Asunción.

Wallbox duplica su facturación y apunta a los 300 millones

El fabricante de cargadores eléctricos dispara, sin embargo, las pérdidas y activa un plan de reducción de costes por la revisión a  la baja los pronósticos de venta de vehículos eléctricos en Europa

Wallbox, la empresa barcelonesa de cargadores eléctricos que cotiza en la Bolsa de Nueva York y con planta en la Zona Franca, ha cerrado el ejercicio de 2022 con una facturación de 147 millones de euros, cifra que duplica los 71,5 millones ingresados en 2021. Esta cifra se ha logrado gracias a la venta de 230.000 cargadores en todo el mundo y a pesar de que el mercado no ha sido favorable porque las entregas de vehículos eléctricos en Europa “se vieron afectadas por  múltiples factores económicos y geopolíticos”, según explica el consejero delegado, Enric Asunción. 

A pesar de que los resultados de 2022 se han situado “ligeramente por  debajo del rango esperado”, la compañía se ha marcado de nuevo objetivos ambiciosos para 2023, año en el que prevé registrar un crecimiento de entre el 60% y el 100%, lo que se traduciría en unos ingresos de entre 240 millones y 290 millones. El crecimiento constante del negocio por encima del mercado es un  testimonio de la solidez de nuestra cartera de productos y de nuestras operaciones”, añade el fundador de Wallbox, que admite que “el entorno a corto plazo sigue siendo complejo”. “La industria ha vuelto a revisar a  la baja los pronósticos de venta de vehículos eléctricos europeos para 2023. Sin embargo, seguimos siendo optimistas con relación al futuro del mercado y con nuestra posición competitiva”, ha apuntado.

En este contexto, el objetivo de Wallbox este año es focalizarse en “optimizar el negocio, conservar la caja y ser rentables”, lo que les permitirá “estar bien posicionados en cuanto empiece la expansión masiva de la infraestructura de carga en 2024″, argumenta Asunción.

A pesar del crecimiento de las ventas, Wallbox ha más que duplicado sus pérdidas en 2022, con unos números rojos de 136 millones de euros, un 156% más. Tampoco ha sido favorable la evolución en Bolsa de la empresa, que debutó en el mercado en octubre de 2021 a 8 euros la acción, mientras que a 1 de marzo de 2023 cotiza a 5,4 euros. Este valor contrasta con los 16,5 euros que alcanzó a finales de 2021. A lo largo de todo 2022, la trayectoria bursátil de la compañía ha sido descendente, tocando mínimos la última semana del año, hasta 3,2 euros. Sin embargo, en lo que va de 2023, la senda es ascendente, con una revalorización del 50% que se traduce en un valor en Bolsa de 926,93 millones de euros.

En 2022, además de la fábrica de la Zona Franca, Wallbox inauguró otro centro de producción en Arlington (Texas) y también anunció la adquisición de dos empresas: ARES Electronics y  Coil. Además, la compañía lanzó al mercado Supernova, su cargador rápido de uso público, y firmó alianzas estratégicas con empresas como Nissan, Fisker, Uber, BestBuy, y Lyft para proporcionar cargadores y servicios de instalación a sus clientes.

Con el objetivo de reducir sus costes, Wallbox anunció a mediados de enero el despido de cerca del 15% de su plantilla, integrada por unas 1.400 persona. Finalmente el recorte será del 9,5% de la plantilla, de los cuales 92 despidos serán en España.