Coincidiendo con la presentación de resultados del segundo trimestre de este año, Wallbox ha anunciado la compra de Coil, un instalador de carga de vehículos eléctricos que abastece al mercado de Estados Unidos, y también de Ares Electronics, un proveedor espanyol de placas de circuitos impresos.
Estas dos adquisiciones se han realizado con acciones de Wallbox por un 70% de su importe total —que no ha trascendido— en cada uno de los casos, según concretó Enric Asunción, cofundador y consejero delegado del fabricante de soluciones de carga para vehículos eléctricos. Asunción ha explicado que Coil es estratégica en Estados Unidos ahora que el gobierno de Joe Biden abrirá el programa de inversión para instalar 500.000 cargadores eléctricos en las carreteras del país y que espera que en 2023 ya contribuya al crecimiento del grupo.
La adquisición de Coil también garantizará la alianza industrial con Nissan, con quien Wallbox se ha comprometido a proporcionar cargadores e instalaciones de recarga a los compradores del nuevo Ariya en Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que la firma catalana que cotiza en el Nasdaq tiene en marcha la construcción de una fábrica en Texas, que prevé inaugurar el próximo mes de septiembre y que se sumará a las que el fabricante tiene en la Zona Franca de Barcelona, Sant Andreu de la Barca y en China.
En cuanto a Ares Electronics, los responsables de Wallbox han optado por afianzar la relación que tenían con este proveedor, del que son el principal cliente, y en paralelo se aseguran el suministro de los circuitos impresos: “Así podremos ofrecer los productos con más garantías”, ha manifestado el consejero delegado.
Asunción se ha mostrado confiado en que el plan de negocio cumplirá con sus previsiones anuales: una facturación de entre 175 y 195 millones de euros para el conjunto de 2022, lo que representa una tasa de crecimiento anual aproximada de entre el 145% y 170%. Esto después de cerrar el segundo trimestre en línea con el inicio del año con unos ingresos “récord” de 39,5 millones de euros, un 124% más que en el mismo período de 2021, por la venta de casi 64.000 cargadores, un 95% más que en el segundo trimestre de 2021
De abril a junio pasado, la firma logró un beneficio ajustado antes de intereses e impuestos que se ha saldado en negativo con unas pérdidas de 15,6 millones. El margen bruto fue del 41,1%. Asunción ha recordado que el plan de negocio es a largo plazo, con el objetivo de ser rentables “porque estamos en un mercado que está surgiendo y creciendo” y el potencial de la compañía dentro y fuera de bolsa “se recogerá en tres o cinco años”.
En referencia a los mercados, el crecimiento del segundo trimestre ha sido impulsado, principalmente, por el sur de Europa y Estados Unidos. De entre el más de centenar de países donde opera Wallbox, Asunción ha destacado que el crecimiento de las ventas “se ha multiplicado por tres, cuatro y cinco” en todos los países, con un peso significativo en España (con un alza del 400%) y en Estados Unidos (del 500%).
Wallbox, con sede en Barcelona y 1.100 trabajadores, tiene presencia activa en 105 mercados en todo el mundo, “y ahora lo que toca es reforzarnos en todos ellos, especialmente, en los que se han incorporado más recientemente como Canadá o México y el área de Latinoamérica y trabajaremos para potenciar los cuatro que son prioritarios para nosotros en Europa: Alemania, Inglaterra, Francia y España“, manifiesta Asunción. El objetivo del plan de crecimiento de la empresa es controlar entre el 15% y el 20% de la cuota del mercado internacional en 2025.
Preguntado por la posibilidad de que Wallbox se abra a otros productos aparte de los cargadores para vehículos eléctricos, Asunción recalcó que a medio plazo están “enfocados al 100%” en el coche eléctrico. “Enfocarnos hacia otras partes nos desviaría un poco de lo realmente importante”, opinó. “En un futuro nos orientaremos más hacia la gestión energética y a sacar el máximo partido del cargador y el vehículo eléctrico que a producir cargadores para otros tipos de vehículos”, avanzó.
La compañía aspira a ser un gestor energético global sacando el máximo partido a los cargadores eléctricos
En lo que va de año, la compañía ha hecho nuevas colaboraciones y ha incrementado la producción de su cargador rápido Supernova, según han destacado. “Aunque la incertidumbre geopolítica y la inflación suponen un reto para la mayoría de las empresas, nos encontramos en una posición única en un mercado muy atractivo que se beneficia de los vientos de cola”, ha añadido Asunción.
Sobre la depreciación del euro, el director financiero, Jordi Lainz, ha asegurado que la compañía cada vez tiene un mayor porcentaje de ventas en el mercado estadounidense, más del 10% en el segundo trimestre, y que con la salida a bolsa la empresa ingresó 250 millones de dólares, “con lo que hay una parte importante de la caja que sigue estando en dólares”.
