Nueva señal de recuperación de la economía y las comunicaciones a través de El Prat: a partir del próximo 4 de noviembre, Latam Airlines recupera la ruta directa con Barcelona desde Guarulhos, su hub en São Paulo, Brasil. Durante el primer mes se operarán tres frecuencias semanales y en diciembre se añadirá una extra. Después, en función de la demanda, Latam plantea seguir incrementando vuelos y también reabrir la línea con Lima, en Perú, otro de los destinos que hasta principios de 2020 tenía en Barcelona.
“Hemos observado un crecimiento constante del interés de los europeos y los brasileños por retomar viajes internacionales, principalmente entre países abiertos a quienes estén completamente vacunados contra la Covid-19. Por eso estamos constantemente evaluando la posibilidad de retomar o expandir nuestras operaciones desde los mercados europeos donde operamos” comenta Thibaud Morand, director general para Europa de Latam. En el continente ya se han recuperado desde hace unas semanas los vuelos con Lisboa, Madrid, París y Frankfurt. En noviembre será el turno de Barcelona y en diciembre Milán-Malpensa será el sexto destino europeo que se retome.
Barcelona-Brasil
Latam arrancó sus vuelos entre São Paulo y Barcelona en 2015. Fue una buena noticia por partida doble: una nueva compañía intercontinental apostaba por operar desde El Prat y lo hacía en competencia directa con Singapore Airlines, que por entonces también volaba desde Barcelona a Brasil como extensión de su largo vuelo procedente de Singapur. Ambas aerolíneas ofrecían sus vuelos a Guarulhos con conceptos diferenciados: la compañía asiática volaba con aviones configurados con tres clases y un servicio excelente, mientras que la sudamericana lo hacía con dos y un concepto diferente de servicio a bordo que con el tiempo ha ido mejorando. Por otro lado, siendo la principal aerolínea local en Brasil, permitía una mayor posibilidad de enlaces en el hub de São Paulo hacia un buen número de destinos en el país y otros territorios de ese continente.
A partir del próximo 4 de noviembre, Latam Airlines recupera la ruta directa con Barcelona desde Guarulhos. Durante el primer mes se operarán tres frecuencias semanales y en diciembre se añadirá una extra
La competencia directa, unida a una brusca bajada de la demanda tras los juegos olímpicos de Río, coincidente con una severa caída económica del continente, hicieron que Singapore plegase velas en Latinoamérica y cediese la totalidad del terreno a Latam.
Anecdóticamente cabe recordar también que cuando Singapore Airlines lanzó su ruta directa entre Catalunya y Brasil, Iberia tuvo una reacción inmediata a este vuelo, programando un inédito Barcelona-São Paulo y también un Barcelona-Miami, a modo de gesto con el mercado con origen y destino El Prat, destino en el que Iberia se había replegado hasta dejar el puente aéreo a Madrid como único servicio operado en propio y cediendo el resto de la producción a su filial Vueling. Al cabo de unos meses Iberia se echó atrás con la decisión de regresar a Barcelona operando vuelos intercontinentales: São Paulo volvió a ser terreno único para Singapore y la línea a Miami se cedió a American Airlines, que desde entonces se operó diariamente con muy buenas ocupaciones.
Latam Airlines Group
Volviendo a la compañía que recupera sus vuelos con Barcelona a partir del próximo mes de noviembre, Latam es un grupo multinacional de transporte aéreo creado a partir de la fusión de dos de las principales operadoras del continente: la chilena LAN y la brasileña TAM.
La primera tiene su origen en una de las compañías más antiguas del continente, la aeropostal Santiago-Arica, empresa fundada en 1929 por Arturo Merino Benítez (de ahí el nombre del aeropuerto de Santiago de Chile) que tres años después acabó convirtiéndose en la línea aérea nacional del país con las siglas LAN y el nombre comercial LAN Chile, siendo compañía estatal o pública hasta la década de los 80, cuando la junta militar dirigida por el dictador Augusto José Ramón Pinochet Ugarte decidió la privatización de un buen número de activos estatales, entre ellos la aerolínea nacional, bien posicionada en el continente.
A mediados de los 90, un empresario de 45 años, Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique, se convirtió en el principal accionista individual de la compañía aérea tras comprar un 16% y aumentar luego su participación hasta el 26%, convirtiéndose en presidente de la empresa y creando filiales en Perú, Ecuador y Argentina, compañías a las que se bautizó como LAN, seguidas del país correspondiente, convirtiéndose en uno de los actores más potentes del sector en Sudamérica. En 2009, su último año como presidente del grupo aéreo fue multado por la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile por haberse aprovechado de información privilegiada para la compra de un nuevo paquete de acciones de la compañía años atrás. Unos meses más tarde de la multa, Piñera fue nombrado presidente de la República de Chile para el mandato 2010-2014 y ha vuelto al cargo en marzo de 2018 para volver a dirigir el país hasta primavera de 2022.
La pata brasileña de Latam
TAM Linhas Aéreas es la parte brasileña del hólding. No tiene una historia tan larga como LAN Chile, aunque también es una veterana del sector: nació en 1961 como una pequeña compañía de transportes aéreos con aviones monomotores. De hecho, las siglas TAM son las de Taxi Aéreo Marilia y el gran empujón económico llegó cuando Orlando Chesini Ometto, magnate del azúcar y el alcohol se convirtió en el mayor accionista de la empresa y la hizo crecer en un mercado muy competitivo donde las tradicionales Varig y Vasp dominaban el sector, aunque hoy son historia.
El cierre de las dos grandes compañías brasileñas fue una gran oportunidad para TAM, que creció exponencialmente y además de volar por todo el continente se hizo con varias rutas clásicas a Europa, hasta que en 2008 juntó su destino a LAN, creando la multinacional Latam, en una fórmula muy similar a la que en Europa tiene la franco-holandesa Air France-KLM, una misma sociedad con dos grandes cabezas o centros operativos en los países principales de origen, además de una serie de filiales regionales o especializadas, como es el caso de las divisiones de carga.
Si no hay contratiempos y todo sigue como está previsto, en unas semanas, un trozo de esta historia regresa a Barcelona y El Prat volverá a estar en el mapa de destinos del mayor grupo aéreo latinoamericano con unos 138 destinos de pasaje en 25 países y servicios de carga en cerca de 140 aeropuertos en 29 países, con una flota de más de 300 aviones y teniendo como accionistas de referencia a Delta Airlines y Qatar Airways.
Como el resto del sector, Latam ha vivido los peores momentos de su andadura en el periodo 2020-2021 y ahora empieza a remontar. Prueba de ello es la recuperación de sus destinos en Europa.