TINA MODOTTI
Una de las fotografías de Tina Modotti que se puede ver estos días en el Centro de Fotografía KBr.

Tina Modotti y Jules Ainaud: gente y profundidad

Dos fotógrafos de mirada distinta se concentran en una exposición simultánea en el centro KBr de la Fundación Mapfre en Barcelona

La historia se retrata a partir de distintas miradas y cada una tiene nombre propio. Con el objetivo de ampliar la visión histórica y reconocer su autoría, la Fundación Mapfre presenta dos fotógrafos separados por época, técnica, historia y, al fin y al cabo, mirada en una exposición simultánea; Tina Modotti y la Catalunya de Jules Ainaud. La exposición, comisariada por Isabel Tejeda y Jep Martí i Baiget, abre sus puertas desde el 8 de junio hasta el 3 de septiembre en el centro de fotografía KBr de Barcelona, en la Avenida del Litoral, 30.

Tina Modotti, cuyo corpus fotográfico recoge desde los años 1920 hasta los 1930, encarnó una visión particular e irrepetible. Cada fotografía deja el sello de quién fue ella y esto la situó siempre en ambos lados de la cámara. Ella hacía la foto y estaba en la foto. Así pues, Modotti no era solo fotógrafa. Modotti era mujer, era emigrante, era un personaje que se iba reconstruyendo a lo largo de su trayectoria y era militante comunista. Y todo ello quedó en su obra.

Italiana de nacimiento, viajó con diecisiete años a Estados Unidos, donde aprendió el arte de la fotografía de Edward Weston. A pesar de que este nubló la autoría de la fotógrafa, ella tuvo desde el principio una mirada distinta. Solo hace falta ver las imágenes de ambos personajes de la Carpa de circo, 1924. Weston se interesaba por las líneas; Modotti bajaba la cámara a la gente. El protagonismo de las personas como componentes y destinatarias de su fotografía y su objetivo de difusión política caracterizaron su obra.

A partir del año 1923, Modotti se asentó en México, donde desarrolló su propia visión. En sus fotografías se repiten diversos elementos; entre ellos, la mujer, los trabajadores y la naturaleza muerta. Mujer con bandera, 1927 atestigua la relevancia que daba Modotti a la mujer en el proyecto revolucionario. Una mujer mexicana con disposición caminante lleva sobre su hombro una bandera. Casi parece que la envuelve, que bandera y mujer forman una sola figura. De entre las mujeres, Modotti daba especial protagonismo a las madres, a quienes consideraba las transmisoras de toda ideología. Por ello, dirigía su lente especialmente a ellas. Sin embargo, no era solo de las mujeres la responsabilidad del avance del comunismo. Era importante dirigirse también a los trabajadores. Campesino con heno, 1927-1929 capta a un trabajador que se hace uno con su objeto; el heno. La fotógrafa exhibió la cosificación del trabajador. También se sirvió de los detalles para plasmar a los trabajadores, como hizo mediante las fotografías de manos en Manos sosteniendo una pala, 1926-1927. Asimismo, la naturaleza muerta era instrumento de transmisión de Modotti, como se muestra en la fotografía titulada Canana, hoz y guitarra, 1927. Estos elementos locales evocan al comunismo y lo identifican con el país.

En 1930, Modotti fue expulsada de México. A partir de entonces, viajó a Berlín, Moscú, España, entre otros lugares, al servicio del comunismo internacional. Llegó a tener presencia importante en la Guerra Civil Española como miembro del Socorro Rojo. Sin embargo, no reveló su identidad y hoy se desconoce si dejó alguna obra fotográfica en España. Por lo menos se sabe con certeza que la idea del foto libro “El viento del pueblo”, de Miguel Hernández, fue suya.

Tina Modotti logra capturar el siglo XX a partir de un retrato de ella misma. Sus fotografías son un relato de su trayectoria. Y no solo eso. Modotti se funde con algo que la inmortaliza y que no atiende a fronteras; sus ideas.

Tina Modotti
Tina Modotti retrata a una mujer trabajadora en México. La figura de la campesina se unifica con la de su cántaro.

Jules Ainaud es su compañero de exposición pero trabaja de modo muy distinto. Por su parte, capturó el s. XIX. No pretendía inmortalizar ideales, sino admirar lo bello y sorprender a su público. Se encargó de retratar la arquitectura de los lugares a los que se le destinaba. A partir de 1863, Ainaud recorrió España por encargo de la Casa Laurent. Bajo su sombra, la autoría de Ainaud quedó desdibujada, pues las fotografías llevaban la firma de la empresa. Hasta ahora, su nombre solo consta en una fotografía. Persigue un objetivo comercial, por lo que su estilo se limita a los cánones impuestos por la empresa Laurent. Sus imágenes sirvieron para que pudieran visitarse los lugares retratados sin necesidad de desplazamiento. También se utilizaron para la formación de arquitectos.

La exposición recoge grabados de la época en la que Ainaud retrató por encargo la Cataluña de los años 1871 y 1872. Ainaud fotografió Tortosa, Tarragona, Montserrat, Poblet, Santes Creus y Barcelona. Y aunque se mantuvo al margen de su obra, tenía una manera particular de capturar lo que tenía enfrente. Se distanciaba de los edificios que retrataba de modo que no aportaba sus dimensiones, sino profundidad. Este modo propio de retratar edificios y la dificultad del procedimiento fotográfico que tenía por medio los negativos de vidrio dan valor a la obra de Ainaud. 

Jules Ainaud
Barcelona vista por Jules Ainaud des de Montjuïc en 1872.

Las fotografías de Tina Modotti y Jules Ainaud comparten exposición a pesar de su diferencia de miradas. La de Modotti más personal, ideológica y con escenario internacional. La de Ainaud con objetivo comercial, más estática y concentrada. Sin embargo, ambos confluyen en la formación de cuál es nuestra única historia.

Tina Modotti
Tina Modotti fotografía a dos trabajadores indios cargando hojas de mazorca para la elaboración de tamales.