Francia no le está poniendo las cosas fáciles a Renfe. Después de romper unilateralmente la colaboración que habían mantenido durante casi diez años, el operador español sigue intentando poder operar como hacía antes el principal corredor, el Barcelona-París, por donde sí que ha continuado circulando su homólogo francés, la SNFC, quien abandonó el resto de rutas que compartían pero se quedó con la más jugosa. De momento, las trabas que le están poniendo hacen imposible que los trenes AVE lleguen a la capital francesa de cara a los Juegos Olímpicos, como aspiraba a hacer la compañía ferroviaria.
Ante este escenario, Renfe está apostando por enriquecer la oferta de la que ya dispone en Francia, con conexiones diarias en ambos sentidos entre Barcelona y Lyon, y entre Madrid y Marsella, ruta que también pasa por la capital catalana y Tarragona, además de por Girona y Figueres en ambos casos. Con el fin de la cooperación en diciembre de 2022, las circulaciones del operador español en Francia se reactivaron los fines de semana en julio del año pasado, pasando a las frecuencias diarias a partir del pasado octubre. Desde que consiguieron la operativa completa, se ha sumado medio millón de viajeros, con una ocupación cercana al 80%. “Hemos superado nuestras expectativas”, señala la responsable de Renfe AVE Internacional, Susana Lozano.
Una de las principales paradas de ambos corredores es Narbona, donde se llega en tan solo dos horas desde Sants. Para diferenciar su servicio respecto a SNCF, el operador español empezará a comercializar paquetes turísticos en los que combinará los billetes de tren con la principal atracción del municipio, Les Grands Buffets, un restaurante muy popular por ofrecer la mayor selección de quesos del mundo, visitado por casi 40.000 catalanes cada año y con una espera de seis meses para conseguir mesa. El acuerdo que ha llegado la compañía ferroviaria con el establecimiento, en el que también participa el Ayuntamiento de Narbona, incluirá la reserva de los hoteles, con la voluntad de alargar la visita más allá de la comilona y poder descubrir otros puntos de la ciudad y la región de la Côte du Midi. Seguirá así el modelo que tan bien le funciona en España con la venta conjunta de los viajes de tren con las entradas para asistir a musicales en Madrid. La división internacional de Renfe espera anunciar próximamente nuevos acuerdos comerciales como el de Les Grands Buffets en algunas de las nueve ciudades donde ya llega en Francia, no solo centrándose en el ámbito gastronómico.
Mientras afianza su posición en ciudades como Narbona, Renfe no tira la toalla y sigue trabajando para abrir nuevos destinos en el país vecino, siempre bajo la marca AVE y no optando por una de bajo coste como ha hecho SNFC en España con Ouigo. El principal objetivo es el Barcelona-París y, aunque aún no tenga fecha de estreno, es “uno de los puntos estratégicos para Renfe”, según remarca Lozano, pero también quieren captar al cliente doméstico, como ya ha podido hacer la SNFC en España, donde no tardó tanto en empezar a operar. “Es fundamental. El objetivo de una ruta internacional no solo es el viajero que hace origen y destino, sino también el viajero entre paradas. Ahora hay más tráfico internacional pero esperamos ir incrementando el francés”, sostiene Lozano.
Una vez se llegue a París, los AVE permitirán mover a viajeros desde la capital francesa hacia Marsella y Lyon, la segunda y la tercera ciudad del país. Especialmente, la compañía ferroviaria está interesada en el París-Lyon, una ruta con un potencial cinco veces más de pasajeros que el Barcelona-Madrid, a pesar de que tiene una distancia equiparable al Madrid-Sevilla. Actualmente, solo el operador francés y el italiano, Trenitalia, conectan París y Lyon. “Allí donde haya demanda para viajeros franceses y españoles, Renfe lo estudiará”, sostiene Lozano. Entre las opciones encima la mesa, también está recuperar la conexión con Toulouse, una ruta que hace años ofrecían conjuntamente Renfe y SNCF.
Les Grands Buffets se actualiza
El acuerdo de Renfe con Les Grands Buffets coincide con una nueva etapa de crecimiento del restaurante, con una facturación anual de 25 millones de euros y una plantilla de 220 trabajadores. El establecimiento, abierto todos los días del año y con turnos de comida y cena, espera pasar de los 390.000 comensales por año actuales hasta llegar a los 800.000. Después de haber valorado marcharse de Narbona, con la cercana Béziers como opción preferida, el bufet liderado por Louis Privat ha apostado por mantenerse en la ubicación en la que nació hace 35 años tras el relevo en el gobierno municipal.
Para conseguir más que duplicar la clientela, Les Grands Buffets invertirá 20 millones de euros en actualizar las instalaciones en las que se encuentra, inauguradas en 1989, con nuevos espacios como una tienda gastronómica y un salón de té. También se transformará la zona de recepción, que ahora coincide con la entrada a la piscina, la bolera y la pista de hielo con las que comparte espacio en el complejo de ocio Espace de Liberté, separando mejor los flujos de usuarios. Las obras se prevé que empiecen el año que viene y que esté todo listo en 2026, sin cerrar en ningún momento el restaurante.
