Cellnex Telecom, el principal operador de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas de Europa, ha mudado sus oficinas en Barcelona al centro de negocios BcnFira District, situado en el Paseo de la Zona Franca. Las recién estrenadas instalaciones, además de acelerar la digitalización, ponen el foco en las personas y el talento como el mayor activo de la compañía.
La transformación digital, acelerada por el impacto de la pandemia, no sólo ha modificado la forma de relacionarse entre las personas, sino que también ha cambiado la manera de entender el trabajo y de trabajar. La filosofía del trabajo híbrido, que venía siendo una tendencia en las grandes corporaciones empresariales, se ha convertido en una necesidad para compañías como Cellnex.
De ahí que el estreno del nuevo edificio haya coincidido con la instauración del Smart Working para los casi 500 empleados que trabajan en la nueva sede del grupo, el 17% de toda la plantilla a nivel europeo. Para todos ellos ha quedado establecido el modelo de trabajo híbrido 60%-40%, es decir, tres jornadas laborales presenciales y dos de teletrabajo.
El proyecto aborda, pues, una nueva forma de entender el entorno laboral, basada en tres pilares fundamentales: empoderamiento, efectividad y colaboración. “Hemos creado un lugar donde los equipos pueden colaborar y compartir sus experiencias. Un lugar que facilita el rendimiento de las personas y fomenta un entorno de trabajo cohesionado”, resume Laia Bernà Gironès, arquitecta y Global Workplace Manager en Cellnex.
Son 7.500 metros cuadrados, repartidos en ocho plantas, en el inmueble de oficinas Torre Llevant, de la promotora Iberdrola Inmobiliaria. Fieles a la idea del Smart Workplace, your workplace is where you are, la mayor parte son plantas estándares y en ellas prima la versatilidad de uso, con escritorios compartidos y multitud de zonas colaborativas más abiertas a la cohesión y la convergencia de pensamientos. “En Cellnex ya trabajábamos en un cambio a un modelo más flexible antes de la pandemia y 2020 fue un año excepcional en un contexto de confinamiento forzado que nos ha permitido sacar conclusiones muy valiosas”, explica Anna Bufi, directora de Personas y Organización de Cellnex España.
Por su parte, Laia Bernà añade que “los nuevos espacios nos dan una flexibilidad que no teníamos y que se ha traducido en un equilibrio entre puestos de trabajo individual y espacios de colaboración, que hemos potenciado incorporando zonas más informales para reuniones espontáneas y para fomentar la colaboración entre equipos”. Una flexibilidad que, a su vez, facilita el trabajo híbrido sobre la base de que los resultados se cumplan indistintamente de dónde esté trabajando el empleado. Además, el escritorio compartido permitirá “ir absorbiendo el crecimiento futuro de la compañía”, concreta.
Laia Bernà ha coordinado el proyecto con el equipo de IT para dotar a los espacios de herramientas que faciliten los objetivos pero sin que la tecnología predomine sobre los ambientes. “Hemos optado por un diseño que busca mejorar la experiencia de usuario simplificando la conectividad, de forma que con un solo clic puedas conectarte en cualquiera de los espacios y utilizar todos sus elementos colaborativos, ya sea conectado o por wifi”, explica Miguel Ángel Gil Castilla, arquitecto IT en Cellnex.
También hay una zona de servicios diversos —algunos de los cuales ya existían en las antiguas oficinas de la Avinguda del Parc Logístic, situadas en un edificio del área del Consorci de la Zona Franca— como una zona comedor que incluye como novedad un córner de Casa Ametller, servicio médico o vestuarios con duchas, entre muchos otros.
Para implantar con éxito todo el proceso de transformación, Cellnex ha potenciado la comunicación interna con sus empleados para que perciban las ventajas del nuevo sistema de trabajo y de la flexibilidad laboral que, en definitiva, redundará en la mejorar de las proyecciones profesionales, la calidad de vida e incluso el bienestar de quienes integran la compañía.
