En los últimos diez años, la estrategia empresarial de Patatas Torres ha dado un giro hacia la marca propia y el lanzamiento de nuevas gamas de producto dirigidas principalmente a la distribución gourmet y al canal Horeca.
En esta línea, el fabricante de chips y snacks ha priorizado la innovación hacia nuevos sabores y variedades y ha potenciado los mercados exteriores, de manera que en los últimos tres años habrá duplicado su negocio hasta superar los 10 millones de euros este año, según las previsiones de la empresa familiar.
Un 85% de las ventas proviene de los mercados exteriores, donde la marca tiene presencia en un total de 50 países, mayoritariamente con la comercialización de sus patatas en establecimientos de productos selectos nacionales e internacionales.
La fábrica que la empresa tiene en Montmeló, de 5.000 metros cuadrados, dispone de la capacidad suficiente para ampliar la producción, confirman fuentes de la compañía. En las instalaciones trabaja una cincuentena de personas. La compañía se implantó en esta población del Vallès en 2016, después de cerrar la planta que tenía en Dosrius, fruto ya del proyecto empresarial de Susana y Jordi García, que habían adquirido cinco años antes la marca, fundada por la familia Torres en 1969 en Premià de Mar.
En esta nueva etapa, se han lanzado nuevos sabores “especiales y únicos en el mercado”, según la empresa, con la idea de convertir las chips y los snacks en una experiencia gastronómica y seguir las tendencias de la innovación culinaria. Así, desde 2019, comercializan una línea Veggie, con chips vegetales de remolacha, boniato y chirivía.
La innovación en producto le valió a la marca el premio Innoval Alimentaria 2022 por los aperitivos de queso deshidratado Just This que se elaboran en Montmeló con una nueva tecnología que permite fabricar un producto bajo en hidratos de carbono, sin azúcar, sin gluten y sin ingredientes modificados genéticamente (OMG).
La firma sigue impulsando su línea de patatas Selecta, que cuenta con las variedades 100% aceite de oliva virgen, trufa negra, hierbas mediterráneas, sal mediterránea, caviar y jamón de bellota o vino espumoso, entre otros.