La parroquia Sant Isidor en la calle Urgell.

Una parroquia del Eixample se convertirá en un centro de I+D en tecnología sanitaria

El Hospital Clínic y Leitat impulsarán el Clinical Advanced Technologies Institute (CATI) para potenciar el conocimiento tecnológico en el campo de la salud y garantizar que llega a la industria, con una inversión de casi 54 millones de euros

Al pasar ante la parroquia de Sant Isidor, en la calle Urgell, entre Provença y Mallorca, cuesta identificar que se trata de un edificio religioso. No lo parece, más allá de alguna pista en la fachada. La razón de este hecho se explica con el pasado de esta parroquia, que antes había acogido a la Unión Cooperativa Barcelonesa el Reloj y la Solidaridad, según explica su rector, el padre Enric Termes. Antes de la Guerra Civil, este espacio cooperativo, donde se podía tomar algo y se hacían actividades culturales, era uno de los más populares de la ciudad. Después de la guerra, siguió funcionando y, por problemas financieros, el Arzobispado de Barcelona acabó comprando el edificio en los años sesenta e instaló en él una parroquia que desde su creación en 1945 estaba en la calle Rosselló.

El edificio ahora se derrocará para construir un centro de referencia en innovación tecnológica sanitaria de la mano del Hospital Clínic y Leitat, y con la participación de la Universitat de Barcelona (UB), el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y el Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS). El futuro Clinical Advanced Technologies Institute (CATI) quiere potenciar el conocimiento tecnológico en el ámbito de la salud digital y garantizar su transferencia a la industria.

El director general del Hospital Clínic, el doctor Josep M. Campistol, expone que el impulso del CATI es “una gran oportunidad para coordinar proyectos entre multinacionales, empresas locales y emprendimiento para generar tecnología conjunta y nuevos modelos de negocio con financiación privada, que puedan apoyar también a startups y potenciar a las pymes locales”. En este sentido, el director técnico de Terapias Avanzadas del Clínic y director médico de Leitat, el doctor Esteve Trias, añade que esta iniciativa tiene que permitir generar “la masa crítica necesaria para incrementar la probabilidad de conseguir hacer llegar al mercado tecnologías médicas made in Barcelona“.

Instituciones como el Barcelona Supercomputing Center, el Barcelona ßeta Brain Research Center, la Barcelona Mobile World Capital (MWCapital) o el IESE han mostrado su intención de contribuir en esta iniciativa. También lo han hecho empresas como Ais Channel, FC Barcelona, Canon, Carl Zeiss, Cellnex, Ficosa, Methinks AI, Seidor, Sener, Siemens y Teladoc Health.

El CATI ocupará un nuevo edificio de unos 8.000 metros cuadrados, que, en un principio, tendrá ocho plantas y dos sótanos. Se prevén destinar 21,7 millones de euros para la nueva sede y 32 millones de euros a equipar y dinamizar el centro, que será financiado con fondos europeos. A estas cifras se tiene que sumar el canon anual que el CATI pagará al Arzobispado de Barcelona por la cesión del derecho de superficie por 75 años, un importe que todavía se está acabando de determinar.

En cuanto a la parroquia de Sant Isidor, su comunidad se desplazará a la de Sant Josep Oriol, en la calle Villarroel, y su acción social se trasladará progresivamente a otras iglesias del mismo distrito. Para poder construir el nuevo edificio, primero se tiene que desacralizar la actual edificación y la parroquia recibió la autorización de Roma la semana pasada.