La magia de lo imprevisible enriquece la realidad cotidiana, y la sorpresa de aquello que no se puede cuantificar ni anticipar adquiere especial relevancia en el arte. Aún más, cuando la materia prima que lo construye es la voz, un instrumento difícil de dominar que deja margen a variaciones inesperadas. Esta magia de lo imprevisible ejercerá de hilo conductor de la temporada 2025-2026 del Liceu, que llevará al gran teatro barcelonés 116 funciones, con 88 de ópera, además de 16 de danza y 12 conciertos.
La temporada, cuyo presupuesto asciende este año a 58 millones de euros —3,5 más que la actual—, tendrá platos fuertes como Manon Lescaut de Àlex Ollé, Akhnaten y, especialmente, Tristan und Isolde, de Bárbara Lluch y con el esperado debut de Lise Davidsen como protagonista. La temporada, además, estará marcada por una celebración, la de los 25 años del Petit Liceu, y por una despedida: la de Josep Pons como director titular. Además, el Liceu avanza en su ampliación con una segunda sede, con el conocido como Liceu Mar, que antes de verano convocará el concurso de proyectos para empezar a definirse.
Pons, en el cargo desde 2012, dejará el Liceu en 2026 para dirigir la Deutsche Radio Philharmonie, pero no lo dejará del todo: será el director emérito del Liceu. “Después de tantos años, esta es su casa, y queremos que lo continúe siendo”, ha destacado el presidente de la Fundación Gran Teatre del Liceu, Salvador Alemany, junto al propio Pons; al director general, Valentí Oviedo, y del director artístico del teatro, Víctor Garcia de Gomar.
“Este será un año de despedida y de homenaje a Josep Pons”, ha enfatizado Alemany. En paralelo, Oviedo, Garcia De Gomar y el propio Pons trabajan en el proceso para buscar a su sustituto: empezó con una selección de una treintena de nombres; de ahí, se pasó a una decena, de los que quedan unos cuatro que se están barajando, y que se testarán en el Liceu a lo largo de los próximos meses. Con un objetivo: “Comprobar que haya esa magia y ese enamoramiento entre director y orquesta”, con la intención de que sea un director que alargue durante años su estancia en el Liceu, y no una figura “transitoria”, según Garcia de Gomar.
“Catorce años son muchos años”, ha destacado Pons, que ha confiado en que el próximo director titular aporte frescura al Liceu. Durante la temporada que seguirá en el cargo, continuará construyendo “una orquesta puntera en plena forma musical”, que ahora se amplía hasta los 90 miembros, con la previsión de alcanzar los 94 durante los próximos meses. Pons cerrará su etapa como titular dirigiendo musicalmente Falstaff de Verdi, con una puesta en escena de Laurent Pelly y con la voz de Daniela Barcellona, con Ambrogio Maestri y Luca Salsi, “dos de los mejores Falstaff de la generación”, según el director artístico del teatro.
El Falstaff dirigido por Pons formará parte de una temporada que incluirá cinco nuevas producciones, dos de las cuales han estado lideradas por el Liceu. La primera es el estreno mundial de la producción de Bárbara Lluch de Tristan und Isolde de Wagner, con el debut de Lise Davidsen como Isolde y con Susana Mälkki a la batuta. Este esperado debut “será uno de los momentos más importantes de la temporada, o de la década”, ha reivindicado satisfecho Garcia de Gomar: “Antes de que lo pueda presentar el Metropolitan, lo tendremos nosotros”.

Marta Pazos diseñará la otra producción liderada por el Liceu en esta temporada: la directora de escena propone una versión de Le nozze di Figaro de Mozart con la dirección de Giovanni Antonini y con las voces de Sara Blanch y Konstantin Krimmel. Las nuevas coproducciones que llegarán al gran teatro barcelonés serán La Gioconda, “de corte clásico” con Daniel Oren como director y con Saioa Hernández y Ekaterina Seenchuk como voces estrella, junto a La guineueta astuta de Janácek, y la “inclasificable” y provocadora obra de Marina Abramovic Balkam Erotic Epic.
Abramovic, que ha ilustrado el programa de la temporada, será una de las siete artistas que conformarán la quinta edición del Liceu de les Arts, que sale de nuevo de la lírica para ligarla con otras disciplinas artísticas. En este temporada, se asomará también al universo de la artista visual Eulàlia Valldosera, del escultor Gonzalo Guzmán y del artista plástico Santi Moix, quien viajará a Sudamérica a través de su música, bajo la dirección musical de Jordi Savall. Por su lado, la obra del artista visual Joan Joanas y los textos del poeta Enric Casasses conformarán un nuevo Bestiari contemporáneo, mientras que el fotógrafo y artista de performance Liu Bolin se pintará a sí mismo en la serie Camuflatges urbans.

La temporada arrancará el 22 de septiembre con una de estas nuevas coproducciones: La guineueta astuta, con la propuesta escénica de Barrie Kosky y con las voces de Peter Mattei, Elena Tsallagova y Paula Murrihy. Dos días antes, la obra se ofrecerá en una función exclusiva dentro del programa Òpera entre generacions. Con una particularidad, el título se ofrecerá en todas sus funciones a mitad de precio para conmemorar uno de los motivos de celebración de esta temporada: los 25 años del Petit Liceu.
“Queremos facilitar el acceso a todo el mundo a una ópera como esta, que es prácticamente un cuento, una ópera preciosa, para hacerla accesible”, ha defendido Oviedo, que ha avanzado que la temporada incluirá sorteos para acercar el Liceu a los ciudadanos. Además, antes del pistoletazo de salida de la temporada, el Liceu volverá a subir a Montserrat el 6 de septiembre durante el Festival de Música del Mil·lenari, en la Basílica.
Otro plato fuerte de la temporada será Akhnaten, la tercera parte de la trilogía operística de Philip Glass sobre figuras revolucionarias, en este caso sobre el faraón y su influencia en la religión. Con la dirección a cargo de Karem Kamensek y la producción de Phelim McDermot, Antony Roth Costanzo y de Rihab Chaieb llenarán el Liceu con sus voces.
La producción de Àlex Ollé de Manon Lescaut de Puccini, dirigida por Josep Pons y con Asmik Grigorian como estrella, será otro de los grandes momentos de la temporada. También llegará por primera vez al Liceu la producción de Christof Loy de Werther de Jules Massenet, y la temporada tendrá una sola reposición: la producción de Mario Gas de L’elisir d’amore de Donzietti, dirigida por Diego Matheuz.

Para dar alas a nuevas producciones, la programación de la temporada incluye la ópera Els Stuntmen, de Nao Albert y Marcel Borràs, con música de Fernando Velázquez para cuestionar los héroes actuales y los arquetipos de la masculinidad. La obra, una coproducción con el Teatro Real, Teatros del Canal y el Teatre Lliure, podrá verse precisamente en el Lliure en abril.
Los recitales y conciertos también tendrán un relevante papel en la temporada, con citas con Juan Diego Flórez, Renée Fleming, Pretty Yende, Xabier Anduag y Roberto Alagna. Además, el teatro ha articulado una “temporada de danza muy espectacular”, con Giselle de la compañía alemana Bayerisches Saatsballet, las coreografías de John Naumeir con The Hamburg Ballet en Nijnsky y La Nit de Sant Joan con la dirección de Antonio Ruz, en este caso, incluido en la programación del Liceu Aprèn. El proyecto educativo girará este año en torno a los 25 años del Petit Liceu, con actividades y actuaciones especiales durante la temporada. Entre las novedades, que se detallarán próximamente, figuran las citas Simfònic en família, Trencanous-Jazz, Al cor del petit Liceu y La jove Aïda, una ópera familiar que girará por Catalunya antes de llegar al Liceu.
Mindfulness y regreso de la plataforma digital
En su camino de la producción propia, el Liceu sigue apostando por el proyecto Òh!pera, que llega a su quinta edición con el objetivo de ejercer de puerta de entrada a creadores jóvenes al mundo de la ópera desde múltiples ámbitos artísticos. En esta edición, con Àlex Ollé al frente, contará con los compositores Sergi Puig, Arnau Brichs y Anna Colom, junto a los libretistas Pablo Macho, Pol Guasch y Alicia Kopf, y a los directores de escena Ferran Utzet, Lucia del Greco y Marc Salicrú.
La nueva temporada, que mantiene programas del teatro como LiceuUnder35, incorpora otras novedades que van más allá de la lírica: la institución recupera Liceu Opera+, la plataforma de retransmisión digital, que regresa con una tecnología más avanzada, tras salvarse desacuerdos por los derechos audiovisuales, y lanza una nueva propuesta: el ciclo de ocho citas Respirar l’Òpera, con sesiones de música y mindfulness y escucha consciente, antes de funciones del teatro los viernes.

“Venir a la ópera requiere un esfuerzo intelectual, y enfrentarte directamente a la ópera al llegar del ritmo del día a día, a veces provoca un trasiego”, ha destacado Oviedo. Tras un par de pruebas piloto, han decidido poner en marcha estas sesiones, desde una premisa: “No hay nada más mindfulness que el espectáculo en vivo; la ópera no deja de ser un ejercicio de mindfulness en su estado más puro. Es un momento de aquí y ahora que creemos que podemos promover en un momento en el que la vida va muy deprisa, y que el arte puede ser un estímulo para calmar y bajar pulsaciones”.
El Liceu ha construido esta temporada y sus novedades con un presupuesto de 58 millones de euros, 3,5 millones más que la anterior. Del total, el Liceu aporta 28,7 millones, mediante entradas (unos 20 millones) y mecenazgo (7,7 millones más), mientras que las administraciones aportan el 49% restante. Dentro de su presupuesto, en esta temporada destaca la inversión que destinará a producciones, que asciende a 1,8 millones, frente a los 1,1 de la actual, como ha detallado Oviedo: “Habíamos perdido este engranaje de impulsar producciones y coproducciones, y ahora creo que estamos cogiendo velocidad de crucero”.
El Liceu Mar en el horizonte
Todo ello mientras se sigue avanzando en la concreción del conocido como Liceu Mar, que se ubicará en el Port Vell. Tras un parón por la Copa del América, el proyecto se reactivó en octubre con la firma del convenio para convocar el concurso de arquitectura que definirá la nueva sede del teatro. Con la previsión de que se convoque antes de verano, el equipamiento empezará a concretarse con la voluntad de convertirlo en un proyecto compartido, como destacó Oviendo en una sesión de Moments Estel·lars organizada por The New Barcelona Post.
A través de este concurso, según Alemany, “veremos lo que se presenta y qué gusta, y es que la ciudad tiene mucho que decir”. Y es que el proyecto no sólo afectará a la escena cultural barcelonesa, sino también a la silueta de la capital catalana: “Estamos tocando la ciudad, estamos tocando su skyline; somos ambiciosos con lo que queremos que sea el equipamiento, y con lo que queremos que sea lo que le demos a la ciudad”.