Interior de una librería en Barcelona.
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El libro como Asterix de la cultura

El sector editorial ha demostrado su resiliencia y buena salud al superar la crisis de la covid cerrando 2020 con los niveles de facturación de 2019

Decía el gran Jorge Luis Borges que, de todos los instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro. No puedo estar más de acuerdo, y a los méritos que el escritor argentino atribuye al libro deberíamos añadir su capacidad de resiliencia, pues ha resistido grandes embites. Por ejemplo, el de la revolución tecnológica. Recordemos que hace tan solo unos años todos los gurús del sector editorial pronosticaban que en 2020 el 80% de los libros serían digitales. Estamos ya en 2021 y son los libros en papel los que representan ese 80%. Ni el coronavirus ha podido con el libro, y en 2020 el sector ha mantenido la facturación del año anterior, lo que dadas las circunstancias es un éxito rotundo.

Así lo certificó el pasado martes Núria Cabutí, consejera delegada de Penguin Random House, que habló de esta cuestión con el codirector de Hansel* i Gretel* Félix Riera, en un acto celebrado en Caixafòrum. Cabutí analizó la situación actual del sector del libro y se mostró optimista sobre el futuro, que la pandemia parece haber incluso afianzado, a pesar de que las librerías han sido un segmento del conjunto comercial que ha sufrido severas restricciones de apertura en algunos momentos.

Cabutí explicó que el confinamiento a principios de 2020 sorprendió a las editoriales con los almacenes llenos con las novedades de Sant Jordi. Como consecuencia, en las semanas siguientes se registraron caídas de hasta el 70% en las ventas. Pero pasado este primer impacto, hubo “un gran retorno” de los lectores a las librerías; durante el verano se animó el mercado y, finalmente, vino una buena campaña de Navidad. Vaya, que el libro se ha comportado como aldea gala de Asterix en el ecosistema de la cultura, una de las grandes víctimas del virus.

La lectura, durante esta dura crisis sanitaria, ha adquirido incluso un papel terapéutico, de modo que a los atributos asombrosos de Borges habrá que añadir que el libro cura. Cabutí desveló una encuesta de Penguin Random House según la cual el hábito de la lectura se ha incrementado un 37% y que hay voluntad de mantenerlo. También señaló que en los últimos tiempos ha aumentado la demanda de contenidos desde el sector audiovisual, con el fin de adaptar libros para el cine y la televisión, lo que ha representado ingresos complementarios con los derechos, aunque todavía se trata de un porcentaje de facturación pequeño.

Vaya, que el libro se ha comportado como aldea gala de Asterix en el ecosistema de la cultura, una de las grandes víctimas del virus

Cabutí dio a conocer otros datos positivos sobre el mercado editorial. Por ejemplo, que el libro de bolsillo ha crecido un 20% el año pasado y que el audiolibro también está incrementando las ventas, aunque de momento representa solo un 3%, pero con previsiones muy sólidas de futuro. Asimismo, durante el confinamiento han aumentado un 40% las ventas de libros digitales a pesar de la piratería. Otro dato revelador: los jóvenes se decantan por el formato impreso.

La consejera delegada de Penguin Random House se refirió también a Amazon, y apostó por considerar esta plataforma no como una amenaza sino como “un motor de la innovación” en la distribución. Aunque es cierto que de entrada ha perjudicado al negocio tradicional, ha abierto un camino del que hay que aprender y que puede beneficiar a toda la cadena de valor.

Abogó también por desplegar medidas de protección a las librerías y reforzar su papel diferencial, que se sustenta en la experiencia y “autoridad” del librero sobre el lector a la hora de recomendar las novedades. Según Cabutí, las ventas online funcionan muy bien con aquellos libros que ya se venden en general, y es aquí donde el rol del librero es muy importante para promocionar otros títulos más allá de las listas de éxito. Para finalizar, lamentó que no se esté aprovechando el hecho de que Barcelona es capital de la Unesco del libro.

En definitiva, el libro goza de buena salud pese a la covid, como ya adelantó hace unas semanas el diario Le Monde, en una página en la que analizaba el sector en Francia, con unas tendencias casi calcadas que las que el martes apuntó Cabutí para España.

Y mira por donde, en estos días de violencia en las calles y saqueo de comercios, a nadie se le ha ocurrido atacar una librería. Da para muchas y diversas conclusiones. Lo tenía que decir.

Felix Riera y Núria Cabutí, en la charla que mantuvieron en Caixaforum.