Desde hace diez meses, la filial española de Nestlé, con sede en Esplugues de Llobregat, vuelve a tener a un ejecutivo barcelonés al frente. Se trata de Jordi Llach, que tomó posesión del cargo el 1 de julio de 2022 en sustitución de Jacques Reber, que era el cuarto ejecutivo extranjero que dirigía la empresa desde que el veterano Josep Arcas dejara el cargo en 2006 tras una carrera de 40 años en el gigante suizo de la alimentación.
Llach, que hasta ahora había mantenido un perfil discreto, ha impartido este miércoles su primera conferencia en la capital catalana, invitado por la escuela de negocios Esade, donde compartió un desayuno de trabajo con directivos, profesores y alumnos a los que habló de tornados. ¿De tornados? Sí, Llach no es meteorólogo, pero utiliza este símil para motivar a su equipo en un contexto marcado por la incertidumbre y la volatilidad. “Los tornados son las novedades continuas a las que las organizaciones tenemos que hacer frente. Para esquivarlos, necesitamos agilidad, no llevar mucho peso encima y ser muy flexibles”, explicó Llach, en referencia a las continuas contrariedades que impactan en el mundo empresarial, como la pandemia, la guerra de Ucrania o la subida de la inflación.
“Los tornados siempre van a estar ahí, no sabemos cuál será el próximo y es algo que realmente no me importa; hoy es difícil poder prever nada porque la foto se mueve muy rápido. Lo que necesitamos es estar preparados y tener una empresa que esté enfocada —no se puede disparar a todo— y apueste por la simplicidad —tener claras las prioridades— y la flexibilidad”, argumentó el directivo.
Para Llach, en momentos como el actual, las personas cobran más importancia que nunca en las compañías. “Necesitamos equipos resilientes, que sean capaces de mantener la ambición, pase lo que pase. Lo que marca la diferencia es esa capacidad de adaptación a los cambios continuos, lo que requiere que, como empresa, tengamos un propósito fuerte”, afirmó en Matins Esade. ¿Y cuál es ese propósito? “El propósito es lo que te mantiene el ánimo, es el motivo por el que te levantas todos los días. En nuestro caso, el propósito de Nestlé es contribuir a hacer un planeta mejor, lo que pasa no solo por las políticas de sostenibilidad que impulsamos, sino por garantizar una mejor alimentación a las personas”, señaló.
“Necesitamos equipos resilientes, que sean capaces de mantener la ambición, pase lo que pase. Lo que marca la diferencia es esa capacidad de adaptación a los cambios continuos”
Según el directivo, saber motivar y ofrecer un propósito que genere ilusión es básico para evitar el riesgo de tener “equipos cansados” o no alineados con los objetivos de la corporación. Esa capacidad de generar engagement en la plantilla con un proyecto de “crecimiento sostenible y motivador” es una de sus principales preocupaciones y más en un momento en el que “la guerra por el talento es espectacular”. “A ver quién les dice algo a los jóvenes que trabajan en el hub digital que tenemos en Esplugues y que se presentan a trabajar en chancletas y pantalón corto… ¡Tenemos que adaptarnos, porque si no, se van! Lo importante es ofrecerles flexibilidad y creo que lo estamos haciendo de manera bastante exitosa”, argumenta el director general de Nestlé España.
Llach también pide aprender, por ejemplo, de las startup, porque su “obsesión es mejorar continuamente para satisfacer al consumidor”. “Necesitamos poner el foco en el consumidor y en nuestros clientes porque, en un año como el actual, resulta básico crecer, ya que la inflación impacta en todos los costes”, advirtió. Así, además de “mover los precios”, para hacer frente a esta situación, Nestlé ha puesto el foco en la omnicanalidad, es decir, en ir a buscar al cliente donde haga falta, y en maximizar la eficiencia para evitar trasladar todo el aumento de los costes a los precios de venta final.
En este sentido, explicó que subir los precios ha sido inevitable: “no nos ha quedado otra, porque con los niveles tan fuertes de inflación los márgenes desaparecían totalmente”. “Quienes no han subido precios con la intención de ganar cuota de mercado han tenido que dar marcha atrás”, subrayó, tras apuntar una anécdota que refleja la anormalidad de la situación: “hemos tenido que explicar a las personas más jóvenes de los equipos cómo se subían los precios, porque hasta ahora ¡nunca les había tocado subir precios!”.
El ejecutivo constató otra realidad. “Pensábamos que el consumo fuera del hogar caería, es lo que nos decía todo el mundo, pero hemos visto todo lo contrario, la gente no se corta, sale, es un consumo que sigue creciendo y hemos visto récords esta Semana Santa”, ha explicado. Por el contrario, sí que se está reduciendo el consumo en los hogares, especialmente el gasto en la compra de pescado y de algunas carnes de precio más elevado. “Ahora vemos como hay personas que van al supermercado con un billete de 50 euros y compran lo que les da esa cantidad, no gastan más”, señala, una práctica que siempre ha sido muy habitual, por ejemplo, a la hora de ir a repostar gasolina.
“Debemos evitar que los clientes se pasen a las marcas blancas, porque puede ser una pérdida definitiva”, alertó, tras constatar que es el momento del “hammer time” o de apretar al máximo en el argot de los equipos de Fórmula 1. “En momentos de tornados y de situaciones de máxima volatilidad, le digo al equipo que it’s hummer time, es decir, hora de poner todos los esfuerzos en el foco y en las prioridades que hemos definido para la empresa. Hacerlo ayuda claramente a la motivación y a los resultados”, enfatizó.
El artífice del lanzamiento de la marca Garden Gourmet
Nacido en Barcelona hace 59 años, Jordi Llach ha seguido un plan de carrera de libro dentro de la multinacional suiza. Entró a trabajar en el grupo en 1989, desempeñando distintas responsabilidades en los departamentos de márketing y ventas del área de culinarios. Luego, residió varios años en Suiza e Italia, hasta que regresó a Barcelona en 2013 para dirigir toda esa área de negocio. Dos años después, fue promocionado y se le encargó, por primera vez, la responsabilidad para todo un país, ya que fue nombrado country manager de Nestlé en Portugal. En 2018, asumió responsabilidades europeas, trasladándose a la sede mundial de Nestlé en Vevey (Suiza), desde donde dirigía el negocio de culinarios para todas las filiales europeas. Una de sus principales misiones en esta etapa fue el lanzamiento y desarrollo de la marca de productos de base vegetal Garden Gourmet, presente ya en todas las cadenas de supermercados.
En Matins Esade, Llach ha reconocido que la categoría de productos plant based actualmente se encuentra en retroceso como consecuencia de empresas que “han dañado al sector” al desarrollar un tipo de productos que tenían “unas etiquetas que daban miedo”, granjeándose la fama de alimentos ultraprocesados. “Hay clientes que han abandonado la categoría, pero estoy convencido de que las alternativas vegetales volverán a subir, son una tendencia imparable. Todos acabaremos siendo flexiterianos“, auguró. “Lo que tenemos que hacer los fabricantes —concluyó— es incrementar la variedad de la oferta, comunicar mejor los beneficios de los alimentos de proteína vegetal y mejorar constantemente el producto”. Llach sigue de cerca la evolución de la empresa barcelonesa Heura, competidora de Garden Gourmet: “Lo están haciendo muy bien; todo lo que contribuya a incrementar la demanda es positivo”.