El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) liderará una investigación pionera para conocer más la metástasis y avanzar en el desarrollo de terapias que puedan curarla. El centro, ubicado en el Parc Científic de Barcelona (PCB), ha sido seleccionado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para poner en marcha un programa de excelencia que estará dotado con dos millones de euros y tendrá una duración de cuatro años.
La AECC, formada por más de 700.000 socios, se ha marcado como meta aumentar la supervivencia del cáncer al 70% de cara a 2030. “El cáncer es el problema sanitario más importante del mundo. Sabemos que una de cada dos mujeres y uno de cada tres hombres van a tenerlo a lo largo de su vida”, defiende el doctor Laureano Molins, presidente de la asociación en Barcelona. Actualmente, la supervivencia se sitúa en un 61% para las mujeres y en un 55% para los hombres. “Solo vamos a poder aumentarla con investigación”, defiende Molins. La entidad destina un total de 104 millones de euros a la investigación, con 565 proyectos, de los cuales más de una cuarta parte se concentra en Catalunya.
En el nuevo programa de la asociación, participarán doce laboratorios del IRB Barcelona, creado hace casi 20 años con el foco puesto en la metástasis, enfermedad responsable del 90% de las muertes por cáncer. “La metástasis es una asignatura pendiente para conseguir que el cáncer deje de matar”, indica el director del centro, el doctor Francesc Posas. “El gran problema del cáncer no es la enfermedad que surge inicialmente sino la capacidad que tienen esos tumores de diseminar células y sembrarlas en otros órganos. Desde hace muchos años los cirujanos y los oncólogos curan grandes cánceres de forma muy efectiva con cirugía, pero, desafortunadamente, hay muchos pacientes que en el momento del diagnóstico tienen metástasis o la acaban desarrollando”, explica el doctor Eduard Batlle, jefe del programa de Cáncer del IRB Barcelona.
La apuesta fundacional del centro barcelonés por investigar esta enfermedad residual, consistente en la propagación de células cancerosas desde el tumor primario a otros órganos, lo ha convertido en un referente y el nuevo programa le tiene que servir para mantenerse en la liga mundial y abrirse a nuevos campos de estudio. Con la metástasis, el problema es que las células enfermas se esconden en los órganos y son invisibles en el momento del diagnóstico del tumor primario: “Estas células son misteriosas y no las entendemos. Algunas reaparecen al cabo de un tiempo, como en un año, pero, en otros casos, como en el cáncer de mama, pueden hacerlo al cabo de 15 o 20 años”.
Precisamente, el cáncer de mamá será uno de los cuatro que se estudiarán en el nuevo programa de excelencia del IRB de Barcelona. También se hará con el de páncreas, con un diagnóstico muy complicado, o el de colón, con un 40% de los pacientes que acaban desarrollando metástasis, a pesar de que el tumor primario se cura bien. “Es fundamental que estudiemos esta fase de la enfermedad porque si somos capaces de eliminar estas células residuales, vamos a prevenir la metástasis y esto va a ayudar a miles de pacientes”, añade Batlle. El carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello será el cuarto tipo de cánceres que se incluirán en el programa.
El segundo objetivo del instituto de investigación con la puesta en marcha del programa de la AECC será mejorar el tratamiento de la enfermedad metastásica, con una progresión muy rápida y sin vías para frenarla. “No existen buenas terapias para la metástasis porque la investigación se ha centrado durante décadas en entender el tumor primario y no la enfermedad residual”, remarca el investigador del IRB Barcelona. La inmunoterapia, tratamiento que consiste en fortalecer el sistema inmunitario para que destruya a células malignas, se sitúa como un camino a explorar para la cura del cáncer, aunque no sirva para todos los tipos.
Precisamente, la AECC ha puesto en marcha dos programas de excelencia más y uno de ellos ha recaído en otro centro barcelonés, el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). En su caso, la ayuda se destinará a desarrollar terapias avanzadas contra el cáncer, como las células CAR-T, un tipo de inmunoterapia en la que los linfocitos se modifican genéticamente para ayudarlos a atacar tumores. Dotado con dos millones de euros y con una duración de dos años, el programa está liderado por la doctora Silvia Martin y servirá para construir nuevas instalaciones como una sala blanca en la que desarrollar estos nuevos productos.