Diez momentos sublimes de la pintura de todos los tiempos

Más allá del invierno de la cultura, del icono al ’collage’, el arte de pintar da nuevos trayectos a la mirada, en el museo imaginario que aúna conciencia, sensualidad y vida simbólica. Diez cuadros realzan la continuidad de la pintura en una culminación del misterio, la sabiduría del color y la dialéctica entre clásicos y modernos

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Melancolía I

ALBRECHT DURERO: 1514

Galería Nacional de Karlsrhue, Alemania

La iconografía de la melancolía se remonta a los egipcios: el hombre o la mujer con la cabeza apoyada en la mano. Ese estado espiritual enigmático y turbador fue asociado, a partir del Renacimiento, con el talento creativo. Durero logra captarlo con perfección única en su grabado sobre el tema. Un mosaico de presencias fascinantes y perturbadoras. El perro, el cuadrado mágico, el poliedro truncado, la esfera. Y, dominando la escena, ávida e insatisfecha la dama alada, el ángel de la melancolía.