El trigo ya no será el único ingrediente utilizado por el grupo Gallo para la producción de pasta alimenticia. La empresa ha decidido explorar la elaboración de productos hechos en un 100% con legumbres, sumándose así a una de las grandes tendencias mundiales que vive el sector de la alimentación: la apuesta por la proteína vegetal y los productos alternativos a la carne y de perfil saludable. El grupo barcelonés acaba de desarrollar y lanzar al mercado su primera gama de pasta de legumbres, integrada por cuatro productos: macarrones de harina de guisantes, hélices de garbanzos, hélices de lentejas rojas y fideos de garbanzos.
Esta nueva categoría dentro del sector de la alimentación llegará de forma progresiva en los supermercados y se fabricará en la planta que Gallo tiene en Esparreguera, en el Baix Llobregat, donde trabajan quince personas. El encargo para producir esta innovación ha supuesto una inversión inicial de 100.000 euros y dará un fuerte impulso a estas instalaciones, que desde 2015 están especializadas en la elaboración de pasta sin gluten. En ese primer ejercicio, en Esparreguera se fabricaron 600 toneladas de pasta sin gluten, pero hoy la producción se ha más que triplicado, hasta las 2.000 toneladas contabilizadas en 2020, de 21 referencias diferentes. Ahora, gracias a la línea de harina de legumbres, Gallo prevé que Esparreguera produzca 300 toneladas más cada año.
“El objetivo de Gallo es dar una respuesta innovadora y de gran calidad a los nuevos hábitos alimentarios ya las necesidades nutricionales que plantea la sociedad”, explica el grupo, que se ha propuesto liderar esta nueva categoría con la línea Gallo Nature 100% Legumbres.
Este es uno de los primeros proyectos comerciales e industriales que pone en marcha el grupo Gallo desde que en verano de 2019 fue adquirido a la familia Espona por el fondo de capital riesgo Proa Capital. Los nuevos propietarios han diversificado también la empresa con la compra de Ta-Tung —anunciada el pasado verano—, una compañía especializada en platos refrigerados de cocina oriental con planta en Sant Vicenç dels Horts.
En paralelo, ProA Capital ha decidido también llevar a cabo un proceso de especialización de las fábricas que ha afectado negativamente a la planta de Granollers, ya que ha perdido producción en favor del centro que el grupo posee en El Carpio, en la provincia de Córdoba. A partir de ahora, El Carpio concentrará la fabricación y envasado de pasta seca tanto corta como larga, una actividad que era compartida con Granollers. En las históricas instalaciones que tiene en la capital del Vallès Oriental, Gallo mantendrá la producción de pasta plana, es decir, las placas para hacer canelones y lasañas; y también la división de pasta fresca y de platos preparados. En Esparreguera se harán las referencias sin gluten y las derivadas de legumbres.
De los 34 trabajadores afectados por esta reorganización de la sección de pasta seca, efectiva desde este mes de abril, 12 seguirán trabajando en Granollers, pero en el área de pasta fresca. Otro grupo de 14 empleados han sido recolocados en las instalaciones de Ta-Tung en Sant Vicenç dels Horts; dos se han trasladado a El Carpio y 6 se han acogido a la indemnización y han abandonado la empresa.
Con una facturación de 200 millones de euros, Gallo lidera el mercado de la pasta alimenticia en España, con una cuota cercana al 35%. El grupo está dirigido por Fernando Fernández y uno de sus objetivos en esta nueva etapa de la mano de ProA es hacer crecer su negocio de pasta fresca y productos refrigerados. La adquisición de Ta-Tung va en esta línea, pero la empresa prepara nuevos productos que se desarrollarán y fabricarán en el centro de Granollers.