Estrecharse la mano en el gran festín de Alimentaria

Más allá de la presentación de novedades, clientes y proveedores aprovechan la feria para fortalecer sus vínculos. El salón ha rendido homenaje este lunes a su presidente emérito, José Luis Bonet, a quien ha entregado la Medalla de Oro.

La estación de FGC en Plaza Europa-Fira se ha rebautizado estos días con el nombre de Estación Noel. La marca gerundense de charcutería es la encargada de dar la bienvenida a los visitantes del Salón Alimentaria & Hostelco que esta semana acuden a la feria en tren, anticipando la fuerte presencia que la potente industria cárnica española tiene en el certamen. El segundo gran impacto visual que se han llevado los visitantes antes de entrar al recinto ferial en esta primera jornada del salón es el de los chalecos fluorescentes que lucían un grupo de trabajadores de Danone en protesta por el cierre de la fábrica de Parets del Vallès, justo en el día en que acabaron por alcanzar un preacuerdo con la dirección y desconvocaron la huelga. Una vez cruzados los controles de seguridad, los impactos visuales, olfactivos y gustativos se multiplican ante el gran festín que ofrecen a los visitantes los stands de las más de 3.200 empresas que participan en la feria, considerada como una de las tres mayores de Europa y una de las cinco más importantes del mundo en el sector de la alimentación.

Se espera que más de 100.000 profesionales, un 25% extranjeros, pasen por el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona hasta el jueves. Conocer las principales novedades que ha lanzado al mercado la industria alimentaria; encontrar nuevos proveedores; echar un ojo a tu competencia; descubrir nuevos ingredientes; sumergirse en las tendencias de consumo; o participar en showcookings, catas y demostraciones de producto figuran entre los principales motivos que invitan a acudir a Alimentaria. Sin embargo, hay un elemento que sigue teniendo un fuerte peso específico en esta feria y que contribuye a que año tras año mantenga su vigor: es un potente espacio de sociabilización en el que clientes y proveedores aprovechan para estrecharse la mano, profundizar en sus negocios, conocerse personalmente o simplemente ponerse al día mientras comparten un plato de jamón en una de las concurridas mesitas que hay en el interior de los stands.

Esta posibilidad de estrechar manos y saludar es quizá especialmente intensa durante la primera jornada de la feria, en la que el volumen de VIPs por metro cuadrado se dispara como consecuencia de la presencia del Rey. Propietarios, presidentes, consejeros delegados y directores generales se afanan por ocupar su puesto frente al stand y saludar y hacerse una foto con el monarca durante el largo recorrido inaugural que ha realizado por la feria. Felipe VI ha estado acompañado por una numerosa comitiva encabezada por el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; por el presidente de Alimentaria, Antoni Llorens; por los ministros de Industria y Agricultura, Jordi Hereu y Luis Planas, respectivamente, y por los alcaldes de Barcelona y L’Hospitalet, Jaume Collboni y Núria Marín, entre otras autoridades.

Después de la visita a los expositores, en un encuentro privado, el Rey se ha reunido con los empresarios que integran el comité de dirección de Alimentaria, en un acto en el que se ha rendido homenaje a José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, que fue el máximo responsable de la feria durante 22 años y presidió también el consejo de administración de Fira de Barcelona durante catorce ejercicios. Concretamente, Bonet ha recibido de manos del monarca la Medalla de Oro como presidente emérito del salón por su trayectoria en la institución ferial y en el salón líder de la industria alimentaria española.

“Se trata de un reconocimiento más que merecido a una persona que durante muchos años ha dedicado con empeño y devoción su tiempo y buen hacer tanto a Alimentaria como a Fira de Barcelona, dejando su impronta”, ha destacado su sucesor al frente del consejo de administración, Pau Relat.

José Luis Bonet recibe la Medalla de Oro de manos del Rey Felipe VI.

A mediodía, mientras se celebraba este acto en la sala de protocolo del recinto de Gran Via, Alimentaria era ya un hervidero de gente recorriendo los pasillos y llenando de reuniones y corrillos los coloridos stands, ofreciendo fotos ya clásicas, como visitantes cargados de bolsas y largas colas para conseguir un plato de arroz cocinado por los chefs de Aneto. A pesar del elevado número de empresas participantes, la feria transmite amplitud y luce como nunca, según se desprende de los elogios que se escuchan tanto de expositores como de visitantes al recorrer sus 100.000 metros cuadrados netos de exposición.

Este año destaca la fuerte apuesta que China ha realizado por estar en el salón, con decenas de empresas que ofrecen a los fabricantes y distribuidores europeos productos como jengibre, ajo y chile deshidratado, bayas de goji, nueces de macadamia, harina de quinoa, o todo tipo de frutos secos y pipas de girasol. En esta edición, el número de empresas extranjeras se ha duplicado, con 900 compañías, casi un tercio del total de expositores. Para Alimentaria este componente internacional es básico, ya que la feria basa su propuesta de valor en ser el gran escaparate al mundo para los fabricantes españoles, pero también la plataforma ideal para que compañías foráneas puedan entrar en España o en el mercado europeo.

China ha vuelto por primera vez a Alimentaria después de la pandemia. ©TheNBP

Para fomentar este componente global, este año Alimentaria ha invitado a 30 periodistas internacionales y a 2.200 compradores de alto nivel, de los cuales la mitad son extranjeros, de 98 países, con Estados Unidos, México, China, Portugal, Reino Unido, Colombia, Canadá y Corea del Sur a la cabeza. Se prevé que estos compradores celebren esta semana 13.000 reuniones de negocios con las empresas expositoras.

Merece la pena visitar The Olive Oil Bar, el espacio que Alimentaria dedica a la promoción del aceite de oliva virgen español. Durante todo el día en este peculiar bar se pueden catar hasta 98 marcas distintas de aceite y aprender a apreciar las diferencias entre un virgen extra frutado verde dulce, frutado verde amargo, y frutado maduro. El panel de cata oficial ha premiado en estas tres categorías a las marcas Oro de Cánava (Jaén), Rincón de la Subbética (Córdoba) y Finca La Gramanosa (Alt Penedès), respectivamente.

Otro de los espacios más concurridos, por concentrar los alimentos más novedosos o disruptivos que se presentan en la feria, es Innoval. Un año más, el eje salud y el de conveniencia son los que dominan entre las novedades. Llama especialmente la atención un tipo de carne de cerdo o ternera en la que se ha infiltrado grasa vegetal, omega-3 y vitamina D y que, según reza en su envase, ayuda a reducir el colesterol. Los alimentos de base vegetal y los de alto contenido proteico copan buena parte de los últimos lanzamientos efectuados por grandes marcas. Nestlé, por ejemplo, presenta una lata de albóndigas Litoral 100% plant based; mientras que la valenciana Dacsa se atreve con un cocido madrileño con ingredientes también de base vegetal. Por su parte, Gala Food ha inventado unos snacks elaborados únicamente con huevo y Noel ha lanzado unos packs para deportistas que contienen trozos de embutido ricos en proteínas, frutas deshidratadas y frutos secos.

El espacio The Alimentaria Hub. ©TheNBP

En Alimentaria, Aneto está dando a conocer estos días su nuevo caldo de Miso, ideal para elaborar ramen; mientras que Gallina Blanca impulsa el caldo que elabora con jamón Enrique Tomás. Liquats Vegetals, por su parte, ha lanzado la primera bebida vegetal con café en formato on-the-go o para llevar. La marca Cola Cao también se estrena en una nueva categoría de negocio: ha lanzado sus propias galletas, sumándose al paso que ya dio hace unos años Nocilla, también propiedad de Idilia Foods. En un sector totalmente distinto, Gaudea presenta en la feria una ginebra elaborada con aceitunas arbequinas y semillas de cilantro.

En esta edición de Alimentaria, que se prevé que genere un impacto económico de 200 millones de euros, es especialmente destacable el esfuerzo que ha realizado Catalunya con motivo de su designación como Región Mundial de la Gastronomía en 2025. Así, Catalunya no tiene solo presencia en el pabellón de las autonomías, sino que a lo largo de la feria cuenta con múltiples stands que agrupan a pequeños productores e incluso a startups y que están apadrinados por organismos de la Generalitat como Acció y Prodeca. Esta empresa pública, por ejemplo, ha organizado más de mil reuniones de negocio —con un formato breve de 20 minutos— entre cerca de sesenta empresas catalanas y 20 importadores y distribuidores de ocho países estratégicos: Brasil, Estados Unidos, India, México, Nigeria, Perú, Costa Rico y Uruguay.

Startups catalanas que participan en Alimentaria de la mano de ACCIÓ.

En el apartado de empresas emergentes una de las que despierta más interés es Grillco, una compañía de Osona que fabrica harina elaborada con grillos. Se trata de un ingrediente de kilómetro cero que se presenta como una de las fuentes de proteína del futuro y que aumenta el valor nutricional de los platos al contener también vitamina B12, calcio, hierro, potasio, magnesio, zinc y omega-3.

Durante la visita que ha realizado este lunes al salón, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha subrayado que ser Región Mundial de la Gastronomía supone “una oportunidad única para poner en valor la excelencia de nuestros productos, de nuestra cocina, de nuestro territorio y de nuestra industria alimentaria”. En total, en Alimentaria participan más de 375 empresas catalanas, lo que demuestra, según Aragonés, “la importancia que tiene el sector para el conjunto del país”, ya que emplea a 177.000 personas y genera el 19% del PIB.