Digital Legends sienta Barcelona en la mesa de los grandes

Digital Legends Entertainment es una empresa de videojuegos catalana, de Barcelona, ​​que se ha distinguido por la calidad de sus juegos, el rigor en su tecnología y la excelencia en su creatividad y usabilidad. Prueba de ello es que fue una de las primeras empresas continentales en recibir el visto bueno de las grandes compañías de telefonía móvil para incorporar sus juegos. Primero fue Nokia y después el exigente iOS, es decir Apple, para situar su juego Kroll en un iPhone 3G que presentó el propio Steve Jobs. No es ninguna broma pasar los filtros de la rigurosa compañía californiana. Más tarde, la compañía barcelonesa también ha trabajado para otro gigante exigente, como es la coreana Samsung.

La compañía catalana, comandada por Xavier Carrillo con la cobertura de dos fondos de inversión, se ha ido especializando en juegos para móvil más allá de sus propios juegos como Respawnables, Respawnables Heroes o After Pulse. Es una empresa de 50 trabajadores, fundada en 2000, que ha desarrollado un nivel tecnológico de altura. Prueba de esto es su propio motor de juegos Karisma.

Activision Blizzard, la compañía americana de Santa Mónica, llevaba ya un año negociando con Digital Legends su adquisición. Hacía ya tiempo que había considerado a la empresa de Barcelona para desarrollar sus propios juegos para móvil. Y, para empezar, el encargo es grande: la nueva versión de Call of Duty Vanguard para móvil.

La empresa californiana factura 8.000 millones de dólares y cotiza en el Nasdaq, es una de las majors globales y aparte de juegos como Call of Duty también dispone de un catálogo de éxitos como Guitar Hero, Skylanders, Pitfall o Crash Brandicoot, entre otros.

Hasta aquí lo que ya sabíamos, y quizás esta venta, así como la de Social Point en manos de Take Two, dé muestra de la debilidad financiera, entre otros problemas, que arrastran las empresas catalanas de videojuegos, y tecnológicas, en general, para crecer y poder competir internacionalmente. Seguramente tampoco será la última porque se está gestando otra adquisición grande que se dará a conocer en breve. Esta vez parece que el comprador está en el otro extremo del mundo, en China.

Pero si miramos más allá, la compra de Digital Legends por parte de Activision es una gran oportunidad para Barcelona. Inicialmente, se mantiene el equipo directivo y existe el compromiso de multiplicar por tres o cuatro la plantilla actual de Digital Legends. Los de Santa Mónica confían totalmente en el equipo que encabeza Xavier Carrillo. Y de paso, nos trae directamente Activision a Barcelona.

Esta adquisición genera centralidad, puesto que sitúa definitivamente a Barcelona como la plaza fuerte del Sur de Europa. Junto a empresas como la propia Digital Legends Entertainment se encuentran Social Point, Novorama y multinacionales como King o Ubisoft, además de medianas y pequeñas empresas, hasta superar el centenar. Los puestos de trabajo calificados que acaban por crearse generan muchas oportunidades, no sólo para la industria del videojuego, sino también para la tecnológica y digital, en general. Al final, se acaban generando experiencias trasladables a otros ámbitos y profesionales que realizan desplazamientos laterales a partir de nuevas empresas emergentes. Son grandes oportunidades para profesionales especializados en programación, animación 3D, modelado, narrativa audiovisual, usabilidad, música y sonido para audiovisuales, etc. Se trata de profesionales de aquí, generalmente jóvenes (el libro blanco del videojuego detalla que casi la mitad de los profesionales del sector tiene menos de treinta años). Pero operaciones como ésta también acaban atrayendo talento y eso es positivo, puesto que genera más oportunidades de nuevos proyectos y sobre todo competitividad.

Alguien puede argüir que no hemos estado a la altura en la batalla para atraer a la industria audiovisual y que Madrid nos ha ganado la partida, algo que no puedo compartir, porque esto será largo, fluctuando y cambiando, pero en el caso del videojuego no podemos decir lo mismo.

Cuando en 2012 se creó ENTI-UB, el primer centro universitario en grados para desarrollo de videojuegos, ya se hizo una apuesta por formar a profesionales para esta industria, pero era difícil pensar que seis universidades catalanas se apuntarían. Parecía una aventura condenada al fracaso. Hoy Barcelona, ​​y Catalunya por extensión, disponen de una base formativa amplia, capaz de nutrir al sector de profesionales. Y el sector ha respondido. Y esto se debe básicamente a que Barcelona ya contaba con una base tecnológica y artística preparada para acoger al sector.

Es pues una buena noticia que Digital Legends Entertainment haya decidido dar el paso y aceptar la operación de Activision y sentarse en la mesa de los grandes. Barcelona tiene que pensar en grande y, vistas las condiciones, Xavier Carrillo ha decidido jugar la gran liga. Y con su apuesta gana Barcelona.

Este ecosistema del videojuego que se ha creado en Barcelona y por extensión en el resto de país —ya que poco a poco, se van situando empresas en el hinterland de Barcelona—, necesita una respuesta de las instituciones catalanas. De momento, hace tiempo que funciona la Taula del videojoc, impulsada por el Departament d’Empresa. Pero hace falta más apoyo y sobre todo buscar vías fiscales que lo equiparen con el régimen fiscal que sólo ha conseguido, hasta ahora, el sector audiovisual. Aunque estaríamos rato discutiendo porqué la administración española deja fuera el videojuego de la reglamentación para el audiovisual, algo que no tiene ninguna lógica. La única razón que parece factible es que la administración española, es decir, el propietario del régimen fiscal y tributario, ha apostado por Madrid y el videojuego se ve que es cosa de Barcelona.