La exposición Alimentar Barcelona puede visitarse hasta octubre de 2022.
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Del Consell de Cent a Mercabarna

Una exposición repasa la historia de la alimentación en Barcelona justo cuando el mercado mayorista aborda una gran ampliación

Desde el Consell de Cent a Mercabarna y la red de mercados: el suministro de alimentos a la ciudad de Barcelona ha sido durante siglos una de las prioridades de las autoridades municipales. Así lo recuerda una exposición que hasta octubre de 2022 puede visitarse en el Saló del Tinell, en la Plaça del Rei.

La muestra Alimentar Barcelona, organizada por el Museu d’Història de Barcelona, reúne más de 300 objetos que ilustran la historia de la alimentación en la capital catalana y coincidirá, la semana próxima, con la conmemoración del 50 aniversario del traslado del mercado de frutas y verduras del Born a la Zona Franca, al complejo de Mercabarna, que hace tan solo unos días ha adquirido nuevos terrenos para su ampliación.

La exposición es efectista, tanto en su relato como por los objetos que se exhiben, que van desde símbolos gremiales, antiguos útiles de cocina, publicidades y otros elementos. Así, explica que el gran punto de inflexión en la historia del suministro alimentario de Barcelona tuvo lugar en el siglo XIII, cuando dejó de ser una ciudad pequeña y se incorporó a las rutas comerciales del Mediterráneo. Es cuando el Consell de Cent asumió las competencias para asegurar la provisión, tanto en cantidad como en calidad.

La muestra se ha instalado en el Saló del Tinell.

Durante mucho tiempo, la paz social dependía del precio de pan y otros alimentos básicos, especialmente en tiempo de carencias y epidemias. Por eso, las autoridades municipales eran los propietarios de los molinos y los mataderos, con el fin de hacer efectivas políticas que garantizaran las cadenas de suministro y controlaran los precios.

La exposición recoge también un momento de importancia capital en las políticas alimentarias de la ciudad,  la constitución, en 1967, de la sociedad Mercados de Abastecimientos de Barcelona, SA, más conocida por su acrónimo Mercabarna y que hoy es uno de los polígonos alimentarios mayoristas de referencia y más importantes de Europa y el Mediterráneo. Precisamente, esta misma semana, Mercabarna y el Consorci de la Zona Franca han firmado la compra-venta de una parcela de más de 170.000 metros cuadrados que incrementará un 22% la superficie del complejo y generará hasta 3.000 puestos de trabajo. De esta forma, el hub alimentario barcelonés consolidará su liderazgo.

Además, Mercabarna celebrará también la próxima semana que hace cinco décadas se trasladó a las instalaciones de la Zona Franca el mercado de frutas y verduras que hasta entonces ocupaba el Born. Fue el primer mercado mayorista que lo hizo. Años después se incorporarían el matadero, antes ubicado en el actual parque Joan Miró; el mercado del pescado —que estaba junto al parque de la Ciutadella— y el de las flores, que se situaba en el actual Teatre Lliure de Montjuïc. En 2020, se puso en marcha el Biomarket, primer mercado mayorista de España de alimentos ecológicos.

Jordi Valls es desde hace un año el director general de Mercabarna. Valls acumula una larga trayectoria en el sector público y privado. Fue alcalde de Manresa, conseller de la Generalitat, presidente del puerto y, con posterioridad, ha ocupado cargos de alta dirección en el Grupo Suez en Gran Bretaña, México y Chile. Considera que el sector alimentario se enfrenta hoy a importantes retos globales. Uno es el crecimiento demográfico que el planeta registrará en las próximas décadas. El otro es reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria y cómo abordarlo, teniendo en cuenta que el sector es uno de los mayores generadores de PIB en Catalunya y España.

El sector de la alimentación es una pieza clave de la economía.

De hecho, la exposición del Tinell tiene un apartado dedicado a la sostenibilidad del sector en la vecina antigua capilla real de Santa Àgueda. Para Valls, este segundo reto será todavía más importante en el mundo poscovid, pues la pandemia ha puesto sobre la mesa cuestiones que han cobrado mayor relevancia y que las políticas públicas ya no pueden descuidar, como la salud, la energía y la alimentación.

Por fortuna, Barcelona parece estar preparada gracias a una casi milenaria política alimentaria de la que hoy son herederos lo que la muestra Alimentar Barcelona denomina “singularidad” de la capital catalana: Mercabarna y la red de mercados municipales.

Varios de los objetos que forman parte de la exposición organizada por el Museu d’Història de Barcelona.