La capital catalana acoge esta semana una nueva edición del Barcelona Open Banc Sabadell – Trofeo Conde de Godó y esto significa que, de nuevo, está en marcha la iniciativa Aces Solidarios, que ha recaudado más de 320.000 euros desde 2008 destinados a entidades sociales. La mecánica de esta acción social de Banco Sabadell es muy sencilla: la entidad dona 50 euros por cada ace o punto directo de saque que los jugadores anoten durante todos los días de la competición.
Este año, las ONG y entidades del tercer sector elegidas para recibir estos fondos son la Fundación Catalana Síndrome de Down, la Fundación AVES, la Casa Valenciana de Caridad y la Fundación CERES. “Con los Aces Solidarios contribuimos a daros a conocer; es muy importante que la sociedad conozca todos los programas que estáis llevando a cabo. Os felicito y agradezco la labor que hacéis con vuestro trabajo, con el que estáis sirviendo a toda la humanidad”, ha destacado el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la presentación de las cuatro entidades beneficiarias.
El promedio de aces que se contabilizan en cada edición del Barcelona Open Banc Sabadell se sitúa en los 470. La cifra máxima se registró en 2008, con 634, y la mínima, en 2011, con 313. Desde 2008, más de 40 entidades se han beneficiado de los más de 320.000 euros recaudados. Para Banco Sabadell, este torneo y las acciones solidarias que se llevan a cabo a su alrededor son una manera de vincular los valores corporativos de la entidad con los deportivos y, en especial, con los del tenis, un deporte de fair play y de principios como el esfuerzo, el afán de superación y el respeto.
En un acto celebrado este martes en el stand que el banco tiene en el village del torneo, los representantes de las entidades que este año recibirán la recaudación de los Aces, han explicado las acciones que llevan a cabo sus organizaciones y también han agradecido la iniciativa a Banco Sabadell. Todos los representantes han coincidido en destacar la importancia que para ellas tiene el gesto y el apoyo que supone a su labor.
En representación de las fundaciones han acudido al acto Adela Torras, presienta de la Fundación AVES; Álvaro Moliner, vocal de la Comisión Ejecutiva de la Casa Valenciana de Caridad; Katy Trias, presidenta de la Fundación Catalana Síndrome de Down; y Ángela Ortega, directora de relaciones institucionales de la Fundación CERES.
Las cuatro entidades beneficiarias en 2023
Katy Trias ha recordado que la Fundación Catalana Síndrome de Down nació en 1984 con la misión de “acompañar a las personas con síndrome de Down desde su nacimiento hasta la vejez”. La presidenta de la entidad ha explicado que atienden a más de 2.200 familias al año, a quienes ayudan “a tirar adelante proyectos de vida”. Así, la fundación cuenta con diversos servicios, como atención a niños de 0 a 6 años, acompañamiento familiar en el proceso de inclusión escolar, área de inclusión laboral o servicio de actividades de ocio. La Fundación Catalana Síndrome de Down dispone también de un centro médico que lidera la investigación en este ámbito.
Por su parte, Adela Torras ha explicado que la Fundación AVES tiene como misión acompañar a las personas en el proceso de duelo. “Lo más importante en la vida es poder expresar lo que sentimos, especialmente en momentos de tanto dolor. Es vital hacerlo para poder salir adelante: todo el mundo tiene el poder de poder dejar atrás el dolor”, ha explicado Torras. La entidad, que se organiza con distintos grupos de ayuda, ha visto aumentar las acogidas desde la pandemia en un 65%.
Álvaro Moliner ha centrado su exposición en dar a conocer la Casa Valenciana de Caridad, una institución para dar respuesta a las necesidades de los más desfavorecidos fundada en 1906. Actualmente, cuenta con un presupuesto anual de 6 millones de euros y en 2022 atendió a más de 4.000 personas. Entre sus servicios destaca el reparto de alimentos, una escuela infantil y ofrecer también techo a personas vulnerables gracias a una red de diez pisos tutelados.
Finalmente, Ángela Ortega, directora de relaciones institucionales de la Fundación CERES, con sede en Tomelloso (Ciudad Real), ha recordado que la entidad nació como un gabinete psicológico para el tratamiento de adicciones, una actividad que se ha ido ampliando con los años y hoy también prestan servicios de inclusión social, formación y empleo, agencia de colocación, dependencia, envejecimiento activo, salud mental y atención a mujeres víctimas de violencia machista. El área de adicciones de CERES cuenta con una comunidad terapéutica residencial y con viviendas supervisadas para evitar las recaídas.
