El queratocono es una enfermedad bastante desconocida y muy difícil de diagnosticar. Afecta a la córnea del ojo, que va perdiendo su curvatura normal y se va encorvando hacia una forma cónica, haciendo que la visión se distorsione. Acostumbra a aparecer en la adolescencia y, en un principio, se cree que es miopía. Pero, a medida que la córnea se va deformando, las gafas o las lentillas ya no sirven para mejorar la visión de los pacientes. Es cuando se detecta que no es miopía sino queratocono y los daños, muchas veces, ya son irreparables.
Esta enfermedad degenerativa progresiva no tiene cura, aunque sí que hay diferentes tratamientos para frenar su evolución, como prótesis para allanar la córnea. No obstante, cuando el queratocono está ya muy avanzado, la única solución que existe es hacer un trasplante de córnea, una operación complicada que el cuerpo acostumbra a rechazar y que, además, se tiene que ir repitiendo con el tiempo, teniendo en cuenta que el queratocono se inicia en la juventud.
Pere del Campo ha dedicado toda su carrera a esta patología, tratando pacientes y desarrollando diferentes productos, y ahora ha decidido dar un paso más, creando un dispositivo que permita detectarla a tiempo, antes de que degenere y afecte excesivamente a la visión. La empresa barcelonesa Cornea Project está desarrollando un aparato que diagnosticará el queratocono a través de analizar la presencia de unos biomarcadores que se encuentran en las córneas de los pacientes que tienen esta patología. En un futuro, se trabajará para añadir la detección de otros biomarcadores en el aparato, con el objetivo de diagnosticar enfermedades como el glaucoma, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o la retinopatía diabética.
“No hay ninguna máquina en el mundo que haga esto”, remarca Del Campo. El óptico y emprendedor explica que el dispositivo permitirá evitar trasplantes de córnea —el queratocono es la segunda causa a nivel mundial— y también ayudará a los oftalmólogos que tienen que hacer operaciones de miopía, hipermetropia y astigmatismo. Estas intervenciones se han reducido un 40% en los últimos diez años porque, si se hacen en pacientes con queratocono sin diagnosticar, las consecuencias postoperatorias son muy graves y los médicos prefieren evitarlas cuando ven que los pacientes pueden tener síntomas de queratocono.
Ronda de financiación en Capital Cell
Para desarrollar este dispositivo médico, con la colaboración de la empresa estadounidense Invetech, Cornea Project abrió el pasado jueves una ronda de financiación para obtener 700.000 euros a través de la plataforma Capital Cell y el sábado por la mañana, tres días después, ya habían conseguido el 65%, unos 455.000 euros. “Estamos muy contentos. Ha tenido muy buena respuesta de oftalmólogos y distribuidores del sector”, expone Del Campo, que valora muy positivamente que una parte significativa de los recursos esté viniendo de profesionales que conocen la enfermedad.
En los últimos cinco años, desde su fundación, Cornea Project ha obtenido dos millones de euros de financiación pública y privada. Actualmente, cuenta con fondos para realizar investigaciones sobre el dispositivo con Eurecat y Leitat. Su principal inversor es AJL Ophtalmics, empresa española líder en el tratamiento del queratocono, que ya aportó 270.000 euros de capital social a la empresa y aportará nuevamente 200.000 euros adicionales para mantener su valor en la compañía.
Expansión inicial en Estados Unidos
Para la recogida de muestras y posterior validación del dispositivo, la biotecnológica barcelonesa cuenta como socios científicos con el Centro de Oftalmología Barraquer para el desarrollo clínico en Europa y con el Massachusetts Eye and Ear, asociado a la Universidad de Medicina de Harvard, para hacerlo en Estados Unidos.
La estrategia de mercado de la compañía pasa por iniciar el lanzamiento del producto en Estados Unidos, a través de la subsidiaria Prevista Diagnostics Inc., que será quien realice los ensayos clínicos en Boston. La previsión es que el producto esté listo para conseguir la aprobación gubernamental y salir al mercado estadounidense en 2024. Desde Estados Unidos, la expansión se hará en Europa y Asia.
Cornea Project calcula que su producto puede dirigirse al mercado de cirugía de miopía, hipermetropia y astigmatismo como prevención de complicaciones postoperatorias por queratocono no diagnosticado. Actualmente, se realizan más de seis millones de intervenciones de este tipo al año, con un potencial mercado para el dispositivo de la compañía barcelonesa de más de 500 millones de euros. Cuando se añadan más biomarcadores para detectar otras enfermedades, la cifra de mercado subiría hasta los 5.000 millones de euros.