La empresa emergente Build38 nació a caballo entre Múnich, Barcelona y Singapur. De ahí el número 3 de su nombre, acompañado por un número 8 que indica los integrantes del equipo fundador que estaban repartidos en las diferentes ubicaciones. La sede se estableció en la ciudad alemana porque el primer inversor era de ahí, pero la capital catalana ha sido la que se ha acabado convirtiendo en el centro neurálgico de esta startup que se encarga de proteger la infinidad de apps que inundan las pantallas de los móviles.
Los fundadores de la compañía trabajaban en la alemana Giesecke + Devrient Ventures, con oficinas en el Prat de Llobregat, cuando detectaron que la tecnología que habían desarrollado para realizar pagos con el móvil podía servir para mucho más, pero que, en una gran multinacional, sería difícil hacerlo. Convencieron a sus superiores para crear una startup con la que ser más ágiles y flexibles y así nació Build38.
Desde entonces, el proveedor tecnológico ha obtenido más de 16 millones de euros y acaba de cerrar una ronda de serie A por un importe de 13 millones de euros. Tikehau Capital, a través de su fondo europeo centrado en ciberseguridad, ha liderado la operación, en la que también han participado otros inversores existentes como eCAPITAL Entrepreneurial Partners y Caixa Capital Risc, la gestora de capital riesgo de Criteria Caixa.
El cofundador y CRO de Build38, Pedro Hernández, explica que los recursos obtenidos se dedicarán a potenciar las oficinas en Barcelona, donde se concentra buena parte de la plantilla global, con 35 trabajadores, complementados con 5 en Múnich y otros 2 en Singapur. “Desde un principio, vimos que en Barcelona podíamos crecer de manera más sostenible”, señala Hernández, “el coste de la vida en Múnich es más elevado y atraer talento a Barcelona es más fácil”. Para afianzar su posición en la capital catalana, trabajan con agentes como Tech Barcelona, Acció, el ICEX y el CDTI. “Nos consideramos una empresa española y catalana. Queremos crear un campeón europeo frente a las empresas de Sillicon Valley. La tecnología aquí es muy potente y tenemos que encontrar la forma de poder competir con los demás”, remarca Hernández.
El objetivo de la startup de ciberseguridad es duplicar los empleados que tiene en Barcelona, llegando a los 70 a finales de este 2023. Para ello, se trasladarán del coworking en el que están, en la calle Sardenya, a sus primeras oficinas propias, en la Avenida Tarradellas. Los perfiles que buscarán serán tecnológicos, para mejorar el producto, y de ventas y márketing, para continuar su expansión internacional, reforzando su presencia primero en Europa y Asia, y luego en Oriente Medio y África. Actualmente, se focalizan en Alemania, España y Francia, donde están sus inversores, pero también tienen clientes en Suiza, Suecia, Singapur, China y Filipinas.
Los clientes de Build38 son principalmente empresas que crean aplicaciones móviles para interactuar con sus usuarios, como los bancos, y no tanto desarrolladores de apps. Verimi, Minesec, Netcetera, Coppernic, Chang’an Auto, Republic Bank of Ghana y Maschinenfabrik Reinhausen son algunas de las compañías con las que trabajan, con un protagonismo especial de las que provienen del sector financiero, identidad digital, automotriz y salud.
