Cada vez es más frecuente leer titulares anunciando la apertura de hubs tecnológicos en Barcelona por parte de grandes multinacionales. HP fue la primera empresa en radicar un centro de desarrollo en el área de Barcelona, concretamente en Sant Cugat del Vallès, en 1985, pero en los últimos cinco años esta tendencia se ha acentuado, hasta consolidar a la capital catalana como una de las ciudades referentes en Europa para ubicar un centro de estas características gracias a la existencia de talento local y también por su estratégica ubicación, buenas conexiones y calidad de vida.
Nestlé, Pepsico, Ocado, Roche, Amazon, Bayer, Cisco, Danone, IBM, Enel, Zurich, Schneider Electric, Festo, King, Lidl, Sanofi, Dedalus, Microsoft, Alexion, MiR Robots, Porsche Digital, Scopely, Teladoc, Veriff, Ypsomed… son sólo algunas de las empresas que han establecido en Barcelona centros de referencia global en el ámbito tecnológico y que han protagonizado titulares, pero, en total, ¿cuántas compañías han dado este paso? Cerca de un centenar, según un estudio que acaba de publicar la Fundación Mobile World Capital Barcelona, realizado en alianza con el Ayuntamiento de Barcelona y con Acció, la agencia de competitividad de la Generalitat.
Según el informe, en Catalunya hay un total de 96 centros de desarrollo de tecnología globales, una cifra que se ha más que duplicado en los últimos cinco años, ya que a finales de 2018 había 43. Su impacto económico supera los 1.400 millones de euros anuales y emplean a más de 15.000 personas. “El crecimiento ha sido exponencial. Es un sector en pleno auge que posiciona a Barcelona como un claro polo de atracción de inversiones y de talento”, destaca el consejero delegado de la Mobile World Capital Barcelona, Francesc Fajula. Se calcula que, sólo en la fase de aterrizaje y apertura del hub, cada empresa invierte una media de seis millones de euros, cifra que se traduce en un volumen de inversión acumulada global de más de 600 millones de euros en este tipos de centros.
Casi 8 de cada diez de estas 96 empresas han optado por radicar físicamente el hub en Barcelona ciudad (78% del total) y, concretamente, en el distrito 22@, donde se han instalado el 46% de los centros tecnológicos, seguido del Eixample (28%). El resto se encuentran en otros municipios del área metropolitana (Baix Llobregat y Vallès Occidental) y también hay uno en Sitges (Garraf). Según la tercera teniente de alcaldía de Barcelona, Laia Bonet, las empresas eligen la capital catalana por su “importantísima capacidad de atracción de talento multidisciplinar, por el alto nivel del talento local, por el ecosistema empresarial e industrial establecido en la ciudad y también por su ubicación geográfica”.
En conjunto, estos hubs tecnológicos han generado más de 15.000 puestos de trabajo y la previsión apunta a que en 2025 esta cifra habrá crecido hasta las 20.000 personas. En 2022, el hub medio contaba con un equipo de 160 personas, con una mayoría de profesionales de entre 31 y 40 años, de los cuales un 30% son mujeres. El 40% de los 96 centros superan los cien trabajadores. Asimismo, según el estudio, tienen una media de personas extranjeras equivalente al 38% de la plantilla. Los profesionales provenientes de Europa y América del Sur son los mayoritarios, pero la media de nacionalidades que conviven en un hub se sitúa en 18, aunque en algunos centros existen personas de más de 60 países. En este tipo de oficinas predomina el trabajo híbrido, con un peso inferior al 30% en el caso de trabajadores full remote, es decir, profesionales asignados a estos centros, pero que no trabajan ni viven físicamente en Barcelona.
Según el consejero delegado de Acció, Albert Castellanos, se calcula que estas empresas tecnológicas generaron en 2022 un impacto económico de 1.450 millones de euros, volumen que se prevé que se incremente un 40% de cara a 2025, hasta los 2.000 millones. La facturación media de cada centro se sitúa en torno a los 15 millones. “Estos centros de referencia intensivos en conocimiento, dinamizan el ecosistema de las startups locales y su explosión ha ido asociada a la atracción de proyectos de inversión internacional en Catalunya”, constata Castellanos. “Los antiguos call centers se transformaron en unidades de servicios compartidos y ahora se han convertido en hubs tecnológicos y en centros de I+D de ámbito internacional”, añade el directivo del Departament d’Empresa de la Generalitat para explicar la evolución que ha seguido el sector.
El efecto multiplicador de este tipo de centros
Según el estudio, más allá del impacto económico, estos hubs son altamente beneficiosos para el territorio, puesto que atraen e incentivan el talento digital; generan un efecto llamada para el talento internacional; importan e implementan culturas de trabajo innovadoras; propician la llegada de nuevas grandes multinacionales; y potencian el denominado efecto multiplicador. En este sentido, se calcula que por cada nuevo profesional del sector tecnológico se crean cinco posiciones adicionales en el sector servicios.
El 65% de los hubs tecnológicos radicados en Catalunya pertenecen a tres sectores: videojuegos (32%), sector industrial (21%) y salud (13%). ¿Y a qué se dedican estos centros? En un 60% su actividad se basa en el desarrollo de aplicaciones móviles, diseño de experiencia de usuario (57%), inteligencia artificial (55%) y desarrollo web (54%). Según el estudio, en 8 de cada 10 casos, las tecnologías y aplicaciones desarrolladas se exportan a todo el mundo, es decir, al conjunto de filiales de la multinacional, a las que proveen tanto de productos y soluciones para el consumidor final, como de aplicaciones de uso interno para acelerar la digitalización y mejorar los procesos de los departamentos comerciales, de operaciones o de finanzas.
Por países, destaca que Estados Unidos (23%) es el principal país de origen de las multinacionales que han abierto un hub en Barcelona, aunque, en conjunto, el 65% de los hubs dependen de empresas de países europeos como Alemania (18%), Francia (15%) y Suiza (7%).
Las ciudades competidoras de Barcelona
Según Jordi Arrufí, director del programa de Talento Digital de la Mobile World Capital, cuando una multinacional debe elegir una ciudad de Europa donde ubicar su hub tecnológico acaba haciendo una lista corta en la que, además de Barcelona, puede haber ciudades como Madrid, Lisboa, París, Londres, Berlín, Ámsterdam, Dublín, Varsovia, Budapest y Praga. “Barcelona es la única ciudad de esta short list que no es capital de estado, lo que demuestra el gran potencial de la ciudad en relación con sus competidoras”, ha subrayado Laia Bonet.
¿Y por qué motivos las empresas acaban finalmente escogiendo la capital catalana? El factor con mayor peso, según el informe, es la capacidad de atracción de talento que tiene la ciudad, que es apreciada internacionalmente por su calidad de vida, las buenas conexiones aéreas y otros elementos como el sol y playa y el atractivo gastronómico. En segundo lugar, figura la disponibilidad de talento local, elemento que enlaza con la existencia de buenas universidades y escuelas de negocio. Otros factores que las grandes empresas tienen en cuenta son la ubicación estratégica de Barcelona, el ecosistema empresarial e industrial de Catalunya, la competitividad en costes respecto a otras ciudades, y la presencia previa de la empresa en el territorio, ya sea porque aquí ya tenía una fábrica o la sede de una filial. Los beneficios fiscales respecto a otras ciudades son uno de los factores que menos pesan en los criterios de elección.
Arrufí enfatiza que Barcelona “tiene unos costes salariales competitivos” para las multinacionales y que “el coste de la vida en relación a otras ciudades queda bien balanceado” a efectos de los empleados. La media salarial de los profesionales que trabajan en estos hubs es de 56.000 euros, cifra que se sitúa entre 8.000 y 10.000 euros por encima del promedio salarial del sector TIC.
Una vez establecidos, los hubs interactúan con otros agentes del ecosistema barcelonés, especialmente con las universidades (69%), otras empresas del sector (52%) y con ferias como el MWC (49%).
Por último, el estudio recoge una serie de recomendaciones fruto de las conversaciones y encuestas que se han realizado a los diferentes hubs que se han identificado. Facilitar la atracción de talento y fortalecer la relación con las universidades son las demandas más frecuentes. En este sentido, los responsables de estos centros piden mejoras en el marco regulador y en los trámites asociados a la contratación y llegada de ese talento internacional, un elemento que puede mejorar sensiblemente gracias a la nueva ley de startups recientemente aprobada.