El Taller Masriera es una de las joyas del Eixample más desconocidas por los ciudadanos de Barcelona. Obra del arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas, fue construido en 1882 como taller de pintores y escultores, y es considerado una construcción de estilo neoclasicista.
La finca, ubicada en la calle Bailén 70, está incluida en el Catálogo de Protección del Patrimonio de la ciudad como bien cultural de interés local. La principal característica del Taller Masriera es su singularidad, tanto por su estilo como por su entorno, y por el jardín que tiene delante. Consta de planta baja, dos plantas de piso y planta sótano, con una superficie construida de 1.861 m².
La idea era construir un “templo del arte”, por lo que el arquitecto recurrió a la recreación de un templo clásico hexástilo y próstilo, con columnas y pilastras de fuste acanalado rematadas con capiteles corintios. En los años veinte, una profunda reforma transformó el espacio en un pequeño teatro, llamado “Studium” donde actuaba la compañía “Els Belluguets”. Toda esta actividad quedó suspendida por la Guerra Civil y fue retomada en 1939 con una intensidad más modesta. La sala “Studium” se convirtió en la sede de la sociedad teatral Club Helena, que mantuvo allí programación de teatro y cine. En los años cincuenta el edificio fue vendido a la entidad católica Centro Social de Actividades Culturales y Religiosas, y se instaló una comunidad de religiosas de la Compañía del Sagrado Corazón hasta el año 2009, cuando cedieron la finca a la Fundación Privada Pere Relats.
De propiedad municipal desde el mes de julio de 2020
El edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona el pasado mes de julio con el objetivo de destinarlo a equipamientos comunitarios por el barrio de la Dreta de l’Eixample. La transacción inmobiliaria consistió en una permuta, ya que, a cambio, el consistorio cedió a la Fundación Pere Relats una finca municipal de la calle Llacuna.
Se prevé llevar a cabo una rehabilitación integral del inmueble durante el año 2022, pero antes se consultará con los vecinos para definir los usos concretos que tendrá en el futuro. Mientras no comiencen las obras y se lleve a cabo este proceso participativo, el Ayuntamiento ha decidido abrir el espacio una vez al mes a la ciudadanía para que puedan conocerlo por dentro guiados por especialistas.
Esta idea surgió a raíz de que el Taller Masriera fue uno de los espacios más exitosos de la última edición del festival 48h OpenHouseBCN, celebrado el pasado mes de octubre. Más de 300 personas visitaron el edificio durante la jornada y se formaron colas de hasta cuatro horas de espera.
Las visitas se realizarán el primer o el segundo sábado de cada mes, comenzando por este 9 de enero. Se programarán tres turnos, de entre 30 y 45 minutos de explicación, a las 10:30h, 11:30h y 12:30h y con grupos de un máximo de 15 personas. La organización, a cargo de los arquitectos Sergio Alonso y Ariadna Gutiérrez, ya ha previsto que este aforo se podrá revisar en todo momento en función de la situación sanitaria y los protocolos establecidos y según la demanda de visitas.
El recorrido por el recinto se iniciará el patio previo, en las escaleras principales de acceso a la Calle Bailén o bajo el pórtico Neoclásico. Continuará por el vestíbulo y el patio de butacas de teatro. A continuación se visitará la sala de billar y trabajo y se pasará a la capilla de la planta baja. Después se subirán las escaleras para acceder a la planta primera donde se visitarán las habitaciones y la capilla. El último tramo de la visita pasará por el patio trasero y el anfiteatro.
Las reservas deberán hacerse a través de la plataforma Eventbrite, lo que garantizará el control de aforos y la gestión de las listas de asistentes. Los turnos de visitas hasta el mes de junio ya se han agotado.