El turismo de congresos y reuniones ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia. El retorno del MWC este verano después de la cancelación de 2020 permitió poner la primera piedra de la recuperación, a la espera de su gran retorno el año que viene. De hecho, el 2022 está marcado en la agenda de Fira de Barcelona como una prueba de fuego para ver si se acaban de dejar atrás los efectos del coronavirus. Para garantizar que se supera con nota, el Ayuntamiento de Barcelona destinará tres millones de euros a reforzar la captación de nuevos congresos y eventos internacionales y la fidelización de los que ya se celebran en la capital catalana, cantidad que se podrá ampliar con aportaciones de otras instituciones públicas o privadas.
Según señala el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, la ciudad espera registrar un récord histórico de eventos en los próximos años, con 150 ferias y reuniones profesionales ya confirmadas, cifra que puede aumentar con las 90 candidaturas en las que la ciudad está inmersa. La iniciativa presentada este jueves permitirá cubrir gastos que tengan que afrontar congresos que ya se celebran en la ciudad o algunos que se lo están pensando, que asumirá Turismo de Barcelona, así como llevar a cabo acciones que ayuden a atraer nuevos eventos.
Para seleccionar cuáles serán los congresos que reciban este apoyo, se priorizará a aquellos que estén ligados con sectores considerados como estratégicos por el consistorio, como el digital, las industrias creativas, las ciencias de la vida, la economía verde o la logística, y tengan una determinada dimensión, prefiriendo a aquellos que reúnan a más de 500 personas e impliquen pernoctaciones. Este programa, con carácter extraordinario, será gestionado por el Barcelona Convention Bureau de Turismo de Barcelona, que ya destina 1,7 millones de euros anuales a promocionar este tipo de encuentros. Contará con el apoyo de varios agentes implicados, como Fira de Barcelona y B:SM.
Otro factor que se tendrá en cuenta será la capacidad que tengan estos acontecimientos de dejar un legado en la capital catalana, como ha hecho el Mobile a través de la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital). “Barcelona no sería el hub tecnológico que es ahora sin el MWC”, ha remarcado Collboni. En este sentido, ha defendido las potencialidades que puede tener un recién llegado a la ciudad, el Integrated Systems Europe (ISE), salón especializado en el sector audiovisual que aspira a tener unas dimensiones similares a las del Mobile. El ISE celebró como el MWC una pequeña edición este verano y también espera a febrero del año que viene para la vuelta a la normalidad ferial. A la espera de su gran estreno en Barcelona, el ISE ya ha empezado a dejar su impronta en la ciudad, colaborando con el festival lumínico Llum BCN o en la nueva incubadora de industrias creativas que habrá en Palo Alto.
Un sector que genera alrededor de 1.900 millones
La contribución del turismo de reuniones, incentivos, congresos y exposiciones (MICE por sus siglas en inglés) en Barcelona es muy significativa, generando alrededor de 1.900 millones de euros y representando un 19,7% de toda la actividad turística en 2019. Con estas cifras, la ciudad se coloca en la cuarta posición mundial en cuanto a organizadora de congresos y en la primera como destino que no es una capital, según el ránking de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA).
Según datos del Observatorio del Turismo en Barcelona, se calcula que este tipo de turista profesional puede hacer un gasto durante la estancia de hasta 115 euros diarios. Esto, sin tener en cuenta el alojamiento, es un 51,8% más que el visitante que viene a Barcelona por vacaciones u ocio. Si se añade el alojamiento, esta cantidad sube hasta un 64,9% más que el visitante de ocio. También contribuye a desestacionalizar y descentralizar la actividad turística.