Momento final del desfile de Pronovias en la Barcelona Bridal Fashion Week.

La Bridal Week retoma el pulso: desfiles de éxito y reactivación del mercado

Después de dos años sin desfiles ni feria presencial, el sector de la moda nupcial se ha reencontrado en una nueva edición de la Barcelona Bridal Fashion Week, que cierra con un buen balance, acogiendo a 18.600 visitantes, el 65% extranjeros. Repasamos los desfiles más impactantes y todo lo nuevo de esta cita que marca las tendencias en el mundo de las novias.

Desde el miércoles pasado hasta este domingo, Fira de Barcelona se ha entregado a la moda nupcial celebrando una edición pospandemia de la Barcelona Bridal Fashion Week (BBFW) muy esperada que ha permitido reencuentros y ha reactivado a un mercado muy afectado por la situación sanitaria. Con la alegría de poder prescindir de las mascarillas hasta en entornos cerrados –un gesto simbólico de liberación al que se apuntó la mayoría— y poderse saludar en persona, la cita ha presentado los desfiles de 34 diseñadores, que incluía el debut internacional en pasarela de la casa Viktor&Rolf Mariage,  y la oferta en el salón de más de 320 marcas, el 75% internacionales, entre las que destacaban Zuhair Murad, Jenny Packham, Tony Ward y Peter Langner. Después de dos años de parón, el sector se ha ido adaptando a nuevos hábitos y estándares de consumo, como la digitalización, por lo que la BBFW conserva su plataforma digital que ha permitido acceder con facilidad a todos los contenidos del certamen.

Las tendencias que se vieron son múltiples porque cada vez existen más opciones adaptadas a todo tipo de mujer e incluso personalizadas, aunque es destacable el retorno de la medida de falda midi, los hombros al descubierto, los vestidos cut-out, los escotes palabra de honor y la predominancia del color blanco y las líneas femeninas.  La organización calcula en 18.600 las visitas, el 65% procedentes del extranjero, y señala que han asistido 1.170 compradores.

La BBFW “es una cita importante porque proyecta al mundo el talento y la calidad de la moda nupcial catalana, un ámbito en el que nuestro país es referente mundial”, dijo el conseller de Empresa, Roger Torrent en la inauguración del Trade Fair. En Catalunya este sector exportó 200,1 millones de euros en 2021, el 32% del total de las exportaciones del Estado, con Francia como el principal cliente, seguido de Alemania, Italia y Portugal.

Las novias de Jesús Peiró rindieron homenaje a Ucrania.

Jesús Peiró, firma fundada en 1988 y presente en 260 puntos de venta de 36 países, abrió los desfiles de la pasarela nupcial más importante del mundo con una colección firmada por su diseñadora Merche Segarra que destilaba, como siempre, elegancia y refinamiento. La sala estaba repleta de flores, y en la última salida las modelos aparecieron con un ramillete amarillo y azul, en homenaje a Ucrania.

La empresa nupcial, con un 80% de su facturación internacional, sufrió una caída del 22% de las ventas en 2020, pero espera volver este año a los niveles anteriores a la pandemia, facturando cerca de 5 millones de euros. Con el título Ninfas, presentó unos diseños blancos, llenos de transparencias y  cortes relajados,  que transmitían serenidad y emanaban atemporalidad. Se vieron faldas de amplio volumen, pero también pantalones y hasta diseños cortos, siempre de tejidos ricos y de alta calidad.

En cambio, Yolanda Pérez, en su colección She, apostó de nuevo por el estilo bohemio, un poco canalla, que es tan icónico de Yolancris, porque se lo piden sobre todo las clientas mediterráneas. También tienen una línea más principesca,  con brillos y detalles enfocada a la venta en países asiáticos y Estados Unidos y otra más serena y lisa, “de looks irreverentes y chic a la par”, que se inspira en los años sesenta. Eso sí, siempre con un trasfondo rockero y sensual marca de una casa que saltó a la fama cuando el clan Kardashian confió en su aguja artesana y rebelde para vestir a Kourtney, Khloé, Kendall y Kylie de damas de honor en la boda de Kim.

Dos de los diseños presentados por Yolancris en la BBFW.

El primer día de desfiles también se vieron los diseños de Georgina Chapman, cofundadora de la casa Marchesa, para la colección que firma para Pronovias, todos aptos para mujeres femeninas y convencionales, que adoran el romanticismo y la profusión de detalles. La diseñadora, que no quiso hablar con la prensa de su relación con Adrien Brody, convierte en diseño nupcial el estilo de sus vestidos para alfombra roja. Aquellos que fueron profusamente vestidos por las celebrities antes de que estallara el escándalo de abusos sexuales de Harvey  Wenstein (el que fue su marido hasta su divorcio en 2017). Chapman fue la estrella de la Bridal Night (la noche de gala de la semana nupcial) en 2019, con un desfile de su propia marca en el Palau de Pedralbes.

Los invitados de la BBFW, Viktor & Rolf

En esta edición, los invitados de excepción en la gala 2022 fueron la pareja de diseñadores neerlandeses Viktor Horsting y Rolf Snoeren (Viktor & Rolf), que obtuvieron reconocimiento internacional con el vestido de novia que crearon para Mabel Wisse en su boda en 2004 con Friso, hermano del rey de Holanda. Era un diseño originalísimo, con 250 lazos que empezaban siendo mínimos en el cuello y terminaban con un tamaño enorme en la cola. “El lazo, un elemento suave y romántico que se vuelve audaz en el vestido, es parte de lo que hacemos, por tanto, también aparece en nuestra nueva colección”, nos dicen los diseñadores, que presentaron 35 modelos diversos, algunos de los cuales eran de temporadas anteriores  e incluso de su última colección de alta costura dedicada al film Nosferatu de Murnau (con hombros elevadísimos, a la altura de la cabeza, de buscado aspecto aterrador).

Viktor & Rolf Mariage eligió Barcelona para estrenarse en la pasarela.

Viktor & Rolf diseñan su colección Mariage desde 2017, pero no ha sido hasta ahora cuando se han decidido a mostrarla en una pasarela. Les gustó mucho la invitación de Barcelona (“que es el París de las novias”), que incluía desfilar en el onírico espacio escultórico Xavier Corberó, aunque la intensa lluvia del miércoles no lo permitió.

Sus diseños, de sastrería exquisita e imaginativa, como lo es su original alta costura, ofrecen una visión atrevida del mundo novias, porque para ellos la moda por encima de todo es “un antídoto contra la cruda realidad del día a día”. Aunque su patronaje es arquitectónico, aseguran que son conscientes de que, en ese día tan especial, es importante no olvidar la comodidad de la novia y por eso sus prendas resultan fáciles de llevar.

La elegancia de Rosa Clará, que apuesta por el ‘midi’

Rosa Clará también ha tenido siempre clara esa premisa de confort, que combina con una elegancia atemporal exquisita. Su nueva colección lleva el ADN de la casa en la pureza de líneas, jugando con nuevos detalles, como los cuellos envolventes de quita y pon, los escotes cuadrados de los noventa y la predominancia del crep elástico.

La nueva colección de la firma barcelonesa Rosa Clará.

La firma catalana, que detecta como han vuelto “las ganas de boda”, se suma a la tendencia de los vestidos midi, muy adecuados para los enlaces civiles. Lo vemos en un precioso diseño muy femenino de falda amplia con tul flocado combinado con cuerpo de crep liso con un precioso trabajo de bieses, que bebe del estilo New Look. Destacan los hombros a la vista, manga caída o manguitos, además de unos lujosos vestidos de organza estampados y pintados a mano. Las novias de Clará son amantes del lujo discreto que impacta sin estridencias.

La diseñadora contó con la actriz peruana Stephanie Cayo –ex pareja de Maxi Iglesias a quién se relaciona con el actor turco Kerem Bürsim– como modelo principal, que desfiló a ritmo de C. Tangana y Rosalía, mientras en el front-row veían la colección Mireia Belmonte y Carlota Bertran, esposa de Pol Espargaró. El desfile tuvo lugar el jueves por la tarde, al mismo tiempo que se celebraba otro gran evento en la ciudad: la reinauguración en el Paseo de Gràcia de la tienda de Loewe, que el diseñador Jonathan Anderson ha reconvertido en una boutique-galería de arte, con 8 cerámicas de Picasso y obra contemporánea.

Los invitados principales de la diseñadora cenaron en la sala Esfèric de Montjuïc, que, curiosamente, también fue el lugar elegido por Pronovias para celebrar su cena y fiesta post desfile la noche del viernes.

Amandine Ohayon, consejera delegada de Pronovias; la diseñadora Alessandra Rinaudo, y Georgina Chapman, confundadora de Marchesa.

El Versalles rococó de Pronovias

Amandine Ohayon, la CEO de Pronovias Group, fue la anfitriona de un desfile con ansias de retomar la espectacularidad de los tiempos previos a la pandemia, al estilo de los que organizaba Alberto Palatchi. El fundador de Pronovias conserva un 10% del capital de la empresa que vendió en septiembre de 2017 a BC Partners,  y que es la única firma nupcial que figura en el estudio Deloitte del Top 100 de los sectores del lujo.  En estos momentos tienen 4.000 puntos de venta en 105 países.

Con el pabellón italiano lleno a rebosar de clientes de todo el mundo vestidos de gala como si fueran a una boda y una primera fila con famosos de los que llenan las crónicas del corazón, modelos internacionales de diferente color de piel, edad y peso desfilaron con los diseños de la colección Versailles 2023 de Pronovias entre globos dorados de colores y bailarines vestidos de blanco.

El nombre que aludía a la corte rococó ya dejaba claro que no íbamos a ver prendas minimalistas. Al contrario. Todos los diseños creados por Alessandra Rinaudo –que vistió una camiseta con el símbolo de la paz– aparecían repletos de brillos, bordados, lazos o flores, la mayoría de faldas eran de gran volumen, se jugaba con los escotes, con los corpiños de encaje, con las mangas de gran tamaño y con los cuellos joya. Una línea muy femenina y barroca que defendió Esther Cañadas, la modelo estrella del desfile, que fue muy aplaudida en su regreso a Barcelona después de 13 años alejada de la profesión por decisión personal.

Esther Cañadas en el desfile de Pronovias en Fira de Barcelona.

Esther Cañadas y Victoria Federica, las más buscadas

La que fuera top y personaje mediático de primer nivel en el cambio de siglo lo dejó todo para dedicarse a su vida personal, y en ese tiempo tuvo una hija, superó una dura enfermedad inmunológica y vivió fuera de España. En el 2020 aceptó una oferta de Balmain y desde entonces ha vuelto a la pasarela de una forma más tranquila que antes, y se siente feliz. Con 45 años, Cañadas –que conserva intacta su mirada felina– defendió a las modelos de todas las edades y recordó que en el pasado ella misma siendo muy joven había tenido que promocionar productos para mujeres más mayores: “Es mejor que lo hagan las que tienen la edad adecuada y que se les dé visibilidad”.

En la primera fila del desfile destacó la presencia de Victoria Federica de Marichalar y Borbón –que lucía un vestido largo de líneas sencillas de la firma– junto a su novio, Jorge Bárcenas, a quién se había contratado como DJ para amenizar la fiesta posterior.  No faltaron Macarena Gómez y su marido Aldo Comas, que también estuvieron en la fiesta de Loewe el día anterior. La pareja está muy implicada en un proyecto para traer a Europa refugiados ucranianos, a los que consiguen familias de acogida, papeles e incluso trabajo.

Otros desfiles destacados de esta edición de la BBFW fueron los de la firma vanguardista Sophie et Voilà, que apostó por jugar con el blanco y el negro en sus piezas arquitectónicas, siempre minimalistas.  También hay toques negros en la nueva colección de Isabel Sanchís, que igualmente introduce colores vitalistas como naranjas, pistachos y rosas en sus cuidadas piezas de costura con volúmenes y trabajos artesanales minuciosamente confeccionados.

Diseños de Isabel Sanchís y de Sophie et Voilà.