La artesanía catalana está dando ya los primeros pasos para integrarse en la cadena de valor de la industria local. Lo está haciendo de la mano del Consorci de Comerç, Artesanía i Moda (CCAM), un organismo dependiente de la Conselleria d’Empresa i Treball de la Generalitat. El punto de partida se produjo en Barcelona el pasado 10 de octubre, en el marco de Crafts2B, un encuentro entre una veintena de empresas y otra de artesanos para fomentar colaboraciones entre ambos colectivos. Desde entonces, ya se han producido contactos y acuerdos entre ambas partes.
Esta primera edición de Crafts2B, que tuvo lugar en el espacio Roca Barcelona Gallery, en Les Corts, fue concebida como una prueba piloto con la voluntad de que tenga continuidad y que sirva, principalmente, como plataforma para los artesanos. Se trata de profesionales con gran talento y unos productos muy potentes, pero a los que, salvo algunas excepciones, por lo general les falta musculatura para una estrategia comercial. Para cubrir esta carencia, ha nacido Crafts2B.
La relación entre la industria local y los artesanos ha sido un terreno hasta ahora poco explorado en la búsqueda de oportunidades de negocio, pese a que pueden ser muy complementarios, aunque funcionen de manera muy diferente. Al encuentro de Barcelona participaron las empresas Tous, Bagués Masriera, Roca, Hispano Suiza, Lladró, Castañer, Munich, Sastreria Gimeno Chollet, Cluster Leather, Noumena Group, Marina Barcelona 92, Kave Home, Sullà Studio, Nani Marquina, Aina Barcelona, Petit Comité, Joidart y Blanca Jewels.
Se trata de firmas que cada vez más apuestan por la personalización de sus productos, con el objetivo de combinar sus estrategias de internacionalización e identidad, un vínculo que pueden encontrar en los profesionales de la artesanía. Entre los miembros de este colectivo, participaron en Crafs2B Luesma&Vega, Cumella, Trinidad Contreras, VSB Barcelona, Cerabella, Font Design Grupo, ELIURPI, Nquart, Félix Lozal, Mosaics Martí, Taller Mosaics Artistics, Estudi Ribaudí, Museu Lolí Paperer, Grangel Produccions, BCN3D, ALTED, Tressera Collection, Concha Blanch, Rosa Cortiella, Hachazuela, Nutopia y 40 Plumas.
La sostenibilidad medioambiental es otro aspecto que adquiere una dimensión de interés por parte de las empresas, preocupadas por dar respuesta a unos clientes que cada vez más valoran la calidad y la estética de los productos y de forma creciente concienciados también en la lucha contra el cambio climático. En este sentido, los artesanos pueden contribuir en la cadena de valor del producto, ya sea en la confección de algunos de sus componentes e incluso en el packaging. Se trata de dar importancia al kilómetro cero, dependiendo cada vez menos de la producción procedente de otros países —por lo habitual asiáticos— y que esto se traduzca en la reducción de transporte y emisiones contaminantes.
Según fuentes del CCAM, el Crafsts2B ya está dando sus primeros frutos, y en estos meses se han producido ya varios encuentros entre industriales y empresas artesanas, en la búsqueda de intercambio de conocimiento y generación de sinergias en ámbitos como la moda, complementos, el mueble y la tecnología. También en sectores como la náutica, la automoción, el paisajismo y el interiorismo.
Aunque la mayoría de empresas prefieren guardar discreción, Lladró y Tous son algunas de las que ya han iniciado contactos con algunos de los artesanos que conocieron en Crafts2B. Desde el CCAM, confían en que este evento se consolide como espacio de intercambio y plataforma para que el artesanado se relacione con el mercado y que este colectivo y la industria se enriquezcan mutuamente.