Después de cerrar en un año dos rondas por 56 millones de euros, Wallbox da un paso más en su crecimiento. Con una inversión de nuevo millones de euros, instalará una nueva fábrica en la Zona Franca de Barcelona, donde tiene ubicada su sede corporativa. La nueva planta se sumará a las que actualmente tiene en Sant Andreu de la Barca y China, y le permitirá doblar su capacidad productiva y servirá para cubrir la demanda creciente que está registrando en los más de 60 mercados donde vende sus soluciones de carga inteligente para vehículos eléctricos.
La fábrica en la Zona Franca ocupará una parcela de 16.800 metros cuadrados, con una nave de 11.220 metros cuadrados. Está ubicada en la Calle D, donde hasta ahora había la empresa logística Grupesa, junto a la de lavandería industrial Elis. En los próximos meses se harán las obras de adaptación necesarias para adecuar las instalaciones a la operativa de Wallbox. La puesta en marcha de las líneas de producción está prevista para el cuarto trimestre de este 2021.
El consejero delegado de Wallbox, Enric Asunción, y el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca (CZFB), Pere Navarro, han firmado este lunes el contrato de arrendamiento de la parcela, por un periodo de 10 años. Asunción ha defendido que la nueva planta representa “la primera piedra para la creación de un hub mundial de electromobilidad en España”, teniendo en cuenta la infraestructura y el entorno que existe en la Zona Franca. Para Navarro, inversiones como esta reafirman su objetivo de liderar la transición hacia una nueva economía.
Enmarcado en el plan de expansión que representa la planta, Wallbox prevé doblar su plantilla, llegando a los 800 trabajadores a finales de año, objetivo al que tienen que contribuir los 33 millones de euros obtenidos en su última ronda. En la planta de la Zona Franca, se contratarán unos 200 trabajadores.
Cómo será la nueva fábrica
La empresa de recarga eléctrica prevé que las nuevas instalaciones sean inteligentes, con toma de decisiones descentralizadas y automatizadas, e interconnectadas a través del Internet de las Cosas (IoT). En las obras de adecuación de la actual nave, se aplicará un diseño que permita eliminar la generación de residuos y el uso de materiales ecoeficientes, como ya ha hecho en la sede corporativa de la Zona Franca.
Asimismo, contarán con un sistema de gestión de la energía que permitirá la reutilización del 75% de la energía consumida en el proceso productivo, regenerándola y devolviéndola a la red energética interna, y se colocarán paneles solares fotovoltaicos, que servirán para alcanzar entre el 30% y el 60% de la producción con energía solar. La compañía espera expandir aún más la energía fotovoltaica y cubrir hasta el 90% de la demanda energética para la producción.