Los hermanos Carles y Bernat Pons, fundadores del ecosistema empresarial The Yellow Nest.

The Yellow Nest: predicar con el ejemplo

El hólding empresarial factura 56 millones de euros en 2022 y apuesta por el cambio en el uso de la energía y la transformación digital con una sede en Terrassa 100% sostenible

La eficiencia energética pasa por el big data. Así lo ven los hermanos Pons, Carles y Bernat, que fundaron The Yellow Nest con un objetivo común: ser protagonistas del cambio en el uso de la energía.

Ubicados en el barrio del siglo XX de Terrassa, el hólding conformado por hasta seis empresas distintas, ofrece productos y servicios para diferentes momentos de toda la cadena de valor en el ámbito de la energía. Entre sus productos se encuentran sensores inteligentes y equipos de medición eléctrica para el control y ahorro energético. También ofrecen soluciones para la descarbonización del territorio y promueven comunidades de energía renovable compartida para municipios y vecinos. Y disponen, también, de una plataforma digital de predicción y control de equipamientos de generación de energía solar fotovoltaica.

Todo esto forma parte de un proyecto que pretende conseguir un triple impacto como empresa: el impacto energético, cambiando los usos energéticos; la transformación digital, a través de la monitorización de datos, y el impacto social, aportando soluciones para un mundo más sostenible.

El proyecto, que ahora busca consolidar su estrategia de internacionalización, ya abastece a más de 80 países de todo el mundo. En 2022 facturaron 56 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 20% respecto al ejercicio anterior. La transición energética no tiene freno: esperan un crecimiento del 20% para el próximo año y, para 2025, duplicar la plantilla actual de 410 trabajadores.

El espíritu emprendedor de los hermanos tiene origen en Circutor, empresa cofundada por su padre, Ramon Pons, en 1973.  Su experiencia los llevó a crear Cirprotec, que fabrica y distribuye productos de protección contra los relámpagos y las sobretensiones. Los hermanos hicieron el salto para crear Smilics Technologies, dedicada a la creación de sensores inteligentes para el control y ahorro energético. Smilics fue la semilla de The Yellow Nest, que actualmente agrupa a seis empresas: las catalanas Km 0 Technology, NNergix, VMC y Smilics, y ZEZ Silko (República Checa) y Saci (Madrid).

La sede corporativa forma parte de lo que ellos llaman Vapor 4.0, una propuesta que quiere combinar el pasado industrial y modernista de Terrassa con el futuro digital y sostenible. “Tenemos que recordar que somos una empresa de Terrassa al servicio de la ciudad. No podemos ser líderes globales sin serlo localmente”, argumenta Carles Pons.

La sede de The Yelow Nest en Terrassa es también un laboratorio en vivo para probar nuevas tecnologías de eficiencia energética.

The Yellow Nest (en inglés, nido) cuenta con un edificio autosostenible, que genera su propia energía y reduce el consumo gracias a los materiales de construcción eficientes. Este modelo de sostenibilidad es la aplicación real de cómo se imagina el grupo empresarial, el futuro de las comunidades: la domótica y el big data al servicio de las personas para obtener mejor calidad de vida. El edificio cuenta con, además de placas solares y soluciones arquitectónicas aislantes, sistemas geotérmicos y un pozo canadiense, que aprovecha la temperatura constante del subsuelo para intercambiarla con la del aire del interior del edificio. Todos los datos de consumo se monitorizan constantemente gracias a sensores fabricados por Smilics, que permiten un control energético eficiente.

“Terrassa tiene el potencial para ser una smart city. Hay que invertir en el barrio, transformarlo y mejorarlo. No queremos una empty city con barrios vacíos e irnos a las afueras”, defensa Pons. Esto no excluye su mirada global: el objetivo es expandirse a nuevos mercados como Alemania o los Estados Unidos.