En línea con las tendencias del sector y acompañando a los principales proveedores internacionales de cloud, la compañía catalana Submer está registrando un crecimiento exponencial del negocio de soluciones avanzadas de refrigeración por inmersión para centros de datos.
Para adaptarse al incremento de la demanda y a las nuevas especificidades de potencia de los clientes —que encargan estructuras mayores, pasando de kilowatios a megavatios—, Submer necesita un área de trabajo más espaciosa para desarrollar la tecnología modular, a menudo llaves en mano, de grandes dimensiones; “similares a las de un barco”, manifiesta Pol Valls, cofundador de la firma. Por tanto, la empresa ultima para este septiembre el traslado de la sede y el centro de operaciones de L’Hospitalet de Llobregat a Rubí para ganar superficie de fabricación y montaje de los tanques de refrigeración.
Submer Technologies ha alquilado una nave logística de 8.006 metros cuadrados propiedad de la plataforma de inversión inmobiliaria Talus, en el polígono industrial de Cova Solera del municipio de Rubí, en el Vallès Occidental. La nave dispone de 1.403 metros cuadrados de oficinas totalmente equipadas y acondicionadas con vestuarios, además de una zona ajardinada y parquing privado de coches, en una operación gestionada por la consultora Forcadell.
La compañía de soluciones tecnológicas y la firma de inversión inmobiliaria Talus Real Estate han invertido más de tres millones de euros para la reforma del espacio, con el objetivo de ampliar y mejorar sus instalaciones como estrategia empresarial de la startup para continuar innovando en sus procesos y para que el espacio disponga de la certificación Breeam Very Good, para lo que, entre otras medidas, se ha equipado con placas solares.
En los últimos 32 años, en concreto hasta el pasado noviembre, las instalaciones eran propiedad del grupo Intersport que tenía su sede corporativa y que se desprendió de ellas para mejorar su situación financiera. Intersport se trasladó al Sant Cugat Business Park.
Junto con Daniel Pope, Valls es el artífice del proyecto Submer que, desde su creación hace siete años, ha registrado una demanda ascendente hasta tener, a fecha de hoy sobre la mesa, una cartera de pedidos valorada en más de 10 millones de euros, vinculada a proyectos nacionales e internacionales de los principales proveedores de cloud.
Hay preocupación por los costes energéticos que deben soportar los centros de datos, expone Pol Valls. “El mercado da señales de madurez, explica, con un significativo interés por la sostenibilidad, la reducción del impacto de sus estructuras, la densidad de los semiconductores; y más ahora a raíz de las consecuencias que la geopolítica, con acontecimientos como en la guerra de Ucrania, han tenido sobre el coste energético”. A nivel mundial, se prevé que los centros de datos consuman el 10% de la electricidad y serán responsables del 2,75% de las emisiones de efecto invernadero en 2025, situándolos por encima de la industria aérea por lo que se refiere a su huella de carbono.
Submer ofrece una tecnología innovadora para afrontar estos retos. Funciona refrigerando las unidades del servidor del centro de datos en depósitos modulares llenos de un líquido biodegradable eléctricamente no conductor que absorbe el calor y lo disipa mediante intercambiadores de calor para una reutilización eficiente en entornos comerciales e industriales. La tecnología elimina el uso de gas refrigerante y utiliza un 50% menos de energía, un 99% menos de agua y un 85% menos bienes inmuebles que los métodos de refrigeración tradicionales.
Expansión tecnológica, laboral y geográfica
La actual plantilla de Submer en Catalunya, unas 75 personas, se desplazarán a Rubí, donde “abrimos ya con capacidad para ampliar el número de trabajadores”, explica a The New Barcelona Post el cofundador de la startup Pol Valls y apunta a cientos de empleos. Con previsión de triplicar la facturación de 2021, sus fundadores esperan superar los 10 millones de euros este año.
La compañía cerró en enero su tercera ronda de financiación, por 30 millones de euros, liderada por el fondo internacional Planet First Partners, centrado en sostenibilidad y energías verdes, que se unió a los accionistas existentes de Submer, como Norrsken VC, Alma Mundi Venturas y Tim Reynolds.
El grupo cerró la tercera ronda de inversión por 30 millones de euros, a principios de este año
La financiación potenciará la I+D en torno a refrigerantes líquidos de nueva generación y automatización del centro de datos y ha acelerado la expansión internacional con la apertura el pasado marzo de una nueva fábrica de 40.000 metros cuadrados en Houston, Texas. Con una veintena de trabajadores, Houston permitirá a la empresa cumplir pedidos de hasta un gigavatio por año.
Aunque la nueva fábrica americana se instalará inicialmente para ofrecer las líneas de productos Hyperscale y Crypto de Submer, también servirá como nueva sede en Norteamérica. Los futuros planes incluyen producir otros productos innovadores de inmersión de Submer.