Silvia Sanjoaquín Naturgy
La directora de Nuevos Negocios en Naturgy, Silvia Sanjoaquín.
ENTREVISTA A SILVIA SANJOAQUÍN

“Los gases renovables son un elemento clave en la solución del problema climático”

La directora de Nuevos Negocios en Naturgy aborda los usos que pueden tener el biogás y el hidrógeno, aprovechando la red de gas existente

Los gases renovables, entendidos como aquellos que pueden servir para generar energía y provienen de materias primas o fuentes renovables tienen un papel clave en la descarbonización, así como en la mejor gestión ambiental de los residuos y en el desarrollo rural y la autosuficiencia energética. España cuenta con un gran potencial en este terreno, especialmente con el hidrógeno.

La directora de Nuevos Negocios en Naturgy, Silvia Sanjoaquín, explica los usos que pueden tener los gases renovables, que se estima que podrían servir para reducir 35 millones de toneladas de CO2, en el caso que España desarrolle todo su potencial de producción. Esto es, el CO2 que emite todo el parque de turismos en un año o el que absorbió toda la superficie forestal del país en 2017. Con todo, supondría ahorrar más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para el año 2030.

Sanjoaquín también aborda los proyectos que está impulsando su compañía para probar esta nueva fuente de energía más sostenible, en localidades como Vila-sana y Cerdanyola del Vallès.

— Para empezar, ¿qué tipos de gases renovables hay?

— Se pueden agrupar en tres tipos. En primer lugar, el biogás que se obtiene mediante el proceso de digestión anaerobia de materiales orgánicos biodegradables (residuos agroganaderos, lodos de depuradora, fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, etc.), a partir del cual se produce además el biometano mediante un proceso de upgrading. Luego, está el gas de síntesis o syngas, obtenido mediante el proceso de gasificación térmica de materiales orgánicos. Por último, existe el hidrógeno, obtenido por métodos biológicos, catalíticos o electroquímicos. En Naturgy, aunque tenemos proyectos relacionados con todas las tipologías de gas renovable, tenemos una apuesta clara por el desarrollo tanto de biometano como de hidrógeno renovable.

— ¿Qué diferencia hay con el gas natural?

— Su origen. El gas natural tiene origen fósil mientras que el biometano, que no es más que biogás al cuál se le aplica un proceso de upgrading para eliminar el CO2, es de composición similar al gas natural, pero con un origen biológico. Por otro lado, el hidrógeno tiene unas características muy diferentes a los anteriores, posee unas excelentes cualidades energéticas y es tan abundante, teniendo en cuenta que es el principal componente del agua, que es inagotable.

— ¿En qué se pueden usar?

— El biometano es una energía verde con balance nulo de emisiones, que es totalmente intercambiable por el gas natural, por lo que puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente y emplearse con las mismas aplicaciones energéticas en hogares, industrias, comercios y también para movilidad en el transporte, contribuyendo a la descarbonización. Asimismo, el hidrógeno puede consumirse tanto de manera directa como a través de la red de gas. Uno de los principales usos del hidrógeno renovable en el corto plazo es como materia prima, en sustitución del hidrógeno gris que se utiliza, por ejemplo, en refinerías o industrias productoras de fertilizantes.

— ¿Algún uso más?

— En el medio plazo, se espera un gran potencial de utilización en el sector de la movilidad, como alternativa a la batería eléctrica por exigencias de autonomía, tiempos de carga o por razones de la capacidad de toneladas de carga. También en la producción de combustibles sintéticos, para la industria y para la movilidad pesada esencialmente marítima y aérea, y en la generación de calor industrial.

— ¿Por qué se necesita la transición del gas natural a los gases renovables?

— Los gases renovables son un elemento clave en la solución del problema climático y jugarán un papel crucial para hacer el cambio en el sistema energético, ya que la generación eléctrica renovable no será suficiente para satisfacer todas nuestras necesidades energéticas.

“En el medio plazo, se espera un gran potencial de utilización de los gases renovables en la movilidad, como alternativa a la batería eléctrica; y en la producción de combustibles sintéticos para la industria”

— ¿Cómo se tendrían que ir adoptando los gases renovables?

— Para alcanzar los objetivos de descarbonización marcados por Europa es necesario trabajar con un mix de soluciones energéticas. Además de acelerar la electrificación con un desarrollo cada vez mayor de energías renovables, los gases renovables como el hidrógeno o el biometano permiten llevar la descarbonización a sectores difícilmente electrificables como, por ejemplo, el sector del calor industrial, y algunas aplicaciones de transporte (transporte pesado, marítimo y aéreo, por ejemplo). En España, al menos un 40% de las emisiones de CO2 no tienen alternativa electrificable, y es ahí donde los gases renovables ofrecen la alternativa más eficiente. Además, el uso de los gases renovables en la infraestructura gasista existente permite ampliar su uso a todos los sectores conectados a la infraestructura (edificación, industrial, movilidad, etc.), y por lo tanto es una solución rápida y eficaz de descarbonización de aplicación a cualquier sector.

— ¿Qué beneficios presentan el biogás, el gas de síntesis y el hidrógeno verde respecto a las fuentes de energía convencionales?

— En unas pocas décadas, todas nuestras necesidades energéticas para la generación eléctrica, la industria, el transporte o los edificios deberán venir de fuentes sin emisiones de carbono. Esto requerirá cambios significativos en poco más de una generación y van a ser necesarias soluciones y políticas innovadoras. Y, en concreto, los beneficios de la utilización de los gases renovables frente a los convencionales son muy numerosos. Por ejemplo, sirven para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al evitar las emisiones de CO2 del combustible al que sustituyen. También permiten disminuir la dependencia energética: los gases renovables se producen de manera autóctona. Cabe recordar que, en la actualidad, el 70% de la energía que se consume en España proviene de otros países.

— Entiendo.

— Asimismo, los gases renovables fomentan la economía circular, ya que contribuyen a la gestión sostenible de los residuos agroganaderos. Por último, se puede añadir que generan empleo y fijan población en zonas rurales, que es donde se genera la materia prima para la producción de biometano, procedente principalmente de los residuos agrícolas y ganaderos.

Planta gas renovable vertedero Elena Cerdanyola del Valles
Planta de gas renovable desarrollada por Naturgy en el antiguo depósito controlado de residuos de Elena en Cerdanyola del Vallès.

— En España, ¿se tienen que realizar grandes inversiones para la producción y distribución de gases naturales? 

— La utilización de la red de gas existente es la forma más económica de transportar y distribuir volúmenes importantes de gases renovables. En la actualidad, la inyección de biometano en la red es una realidad y está ayudando a nuestros clientes a reducir su huella de carbono. Sin embargo, España está a la cola de Europa en cuanto al número de plantas operativas de biometano, por lo que el potencial de crecimiento es grande. En el caso del hidrógeno, es necesario trabajar en los límites de inyección en la red, ya que hoy en día no está permitida de forma directa en España y limitada a una concentración del 5%. Diversos estudios consideran que este umbral puede ser superior, por lo que se espera que a futuro se revise la normativa de inyección de hidrógeno en red. Por otro lado, sí que están previstas inversiones importantes para transportar y distribuir hidrógeno para su uso directo.

— En ese sentido, Naturgy tiene en marcha diversos proyectos para conocer los costes de producción de los gases renovables. Dos de ellos se realizan en Catalunya, en los municipios de Vila-sana y Cerdanyola del Vallès. ¿Qué se está viendo?

— La conclusión es que el biometano es una tecnología madura y competitiva. En 2019, a través del proyecto Life Methamorphosis financiado con fondos europeos, Naturgy ya testó satisfactoriamente el biometano producido en la planta de biogás de Vila-sana en dos vehículos de gas natural comprimido (GNC) y, un año después, el biometano generado se llevó hasta Zaragoza para su uso en el transporte urbano de esta ciudad. Efectivamente, el uso de este gas renovable puede retirar de circulación vehículos de gasolina, aunque su uso debe ser en vehículos fabricados para poder utilizar GNC. En los próximos meses, adaptaremos la planta de biometano instalada para inyectar 11,8 GWh/año de biometano en la red de distribución de gas, equivalente al consumo anual de 3.150 hogares. En el caso de la planta de biometano de Cerdanyola del Vallès, el biogás se genera en el depósito clausurado de residuos municipales Elena, y ha representado una inversión de 2,2 millones de euros. La planta de Cerdanyola del Vallès produce 12 GWh/año de biometano, lo que equivale al consumo anual de 3.200 hogares.

“El biometano es una tecnología madura y competitiva”

— La compañía también está poniendo en marcha proyectos que inyectan biometano en la red de Nedgia, filial encargada de la distribución de gas natural. ¿Cómo están funcionando?

— Actualmente, contamos con dos plantas en operación que están inyectando biometano en la red de Nedgia, la de Cerdanyola mencionada anteriormente y la planta de Bens, en A Coruña, que aprovecha los lodos producidos en la estación depuradora de aguas residuales para producir biometano. La distribución de biometano es igual de segura que la del gas natural, ya que, para poder inyectar biometano, este debe cumplir unas especificaciones de calidad mínimas, que sean intercambiables con el gas que circula por la red. Cabe destacar la capacidad de Nedgia para llevar a cabo este tipo de proyectos gracias a la fortaleza de su red de distribución, la cual está preparada para poder distribuir gases renovables gracias a las inversiones realizadas en los últimos años.

— ¿Cuál es la inversión que prevé Naturgy para potenciar los gases renovables en su día a día? 

— En nuestro plan estratégico, nos hemos fijado el objetivo de producción de 1 TWh de gases renovables en 2025, apostando tanto por el biometano como por el hidrógeno renovable, con un modelo de desarrollo basado en la colaboración multisectorial y las alianzas. En cuanto al desarrollo del biometano, las plantas que ya tenemos inyectando han supuesto una inversión cercana a los 5 millones de euros, lo que muestra el compromiso de Naturgy con el desarrollo de este vector energético. El alto potencial de producción de biogás en España, así como los objetivos establecidos en el Plan RePower EU nos animan a seguir apostando por nuevas plantas de biometano, más grandes y que requerirán más inversión, como solución inmediata para disminuir la dependencia energética de los combustibles fósiles.

— Y, ¿en el caso del hidrógeno?

— En Naturgy, estamos prestando especial atención a la reconversión de nuestras centrales térmicas de carbón en zonas de transición justa, concretamente en las centrales térmicas de La Robla (León) y en la de Meirama (Galicia), donde estamos generando nuevas oportunidades en zonas que han quedado afectadas por el cambio de modelo energético. Estamos trabajando en crear hubs de producción de hidrógeno verde, a través de electricidad producida por parques eólicos o fotovoltaicos cercanos. Con estos proyectos pretendemos desarrollar la producción de hidrógeno renovable a gran escala, promoviendo un salto cuantitativo en cuanto a tamaño de electrolizadores, promoviendo el paso del rango del MW a decenas/centenas de MW, necesario para desarrollar economías de escala que viabilicen la producción de hidrógeno verde y por tanto optimizar costes y rendimientos. Son proyectos ambiciosos, que cuentan con la participación de otras empresas, y que esperamos sean apoyados desde las administraciones para su desarrollo.

Tuberies planta Naturgy Cerdanyola
Naturgy ha constatado que la distribución de biometano es igual de segura que la del gas natural.