Roche, una de las mayores empresas farmacéuticas y de biotecnología del mundo con una facturación cercana a los 65.000 millones de euros, apuesta fuerte por Catalunya y, más concretamente, por su sede de Sant Cugat del Vallès, que ha convertido en uno de sus nodos de innovación mundiales para las divisiones de equipos de diagnóstico y cuidado de la diabetes.
La multinacional con sede en Basilea (Suiza) se instaló en Sant Cugat hace 20 años, en unos terrenos situados junto a la sede de HP en los que ha ido construyendo distintos edificios, hasta configurar un campus que hoy ocupa una superficie de 30.000 metros cuadrados. A lo largo de los últimos años, el complejo ha ido ganando peso dentro de la organización, con la atracción de nuevos departamentos y centros de I+D, lo que ha supuesto multiplicar la plantilla, hasta sumar 1.300 trabajadores de alta cualificación de hasta 30 nacionalidades distintas. En el campus, hay un hub de diseño de plataformas digitales, un centro global de atención a pacientes con diabetes, equipos de I+D para la división de diagnóstico, y profesionales que prestan funciones de apoyo para la multinacional en distintas áreas. Uno de los últimos departamentos en incorporarse a Sant Cugat es el laboratorio de I+D de tecnología de hemostasia, una división que Roche adquirió a finales de 2021 a Grifols.
“Hay una clara apuesta del grupo por Barcelona, un importante polo de desarrollo de tecnologías digitales que nos ofrece también una buena disponibilidad de talento en ámbitos como la biomedicina y la ingeniería genómica”, señala Adriana Rubio, directora general de Roche Diagnostics en España. Según la ejecutiva, Barcelona es una plaza atractiva para atraer talento, un factor que se combina con el atractivo del propósito empresarial de Roche, que busca “contribuir al cuidado de la salud de las personas y a garantizar un sistema de salud más sostenible”.
En una entrevista concedida a The New Barcelona Post, Rubio expone otro factor decisivo que ha impulsado al campus de Sant Cugat: “el buen desempeño del sistema hospitalario español”, ya que es proclive “a la adopción de innovaciones y permite la cocreación”. “Trabajamos hombro con hombro con grandes hospitales, como Bellvitge, el Hospital del Mar, el Hospital 12 de Octubre, el Hospital General de Valencia o el Hospital de Galdakao-Usansolo, para dar respuesta a las nuevas necesidades que requiere el sistema de salud”, afirma la directiva.
El crecimiento del campus de Sant Cugat ha llevado a la compañía a invertir 51 millones de euros en la construcción de un nuevo edificio y a la renovación del resto de las instalaciones, que se han adaptado para fomentar un modelo de trabajo más colaborativo y equipado con sistemas tecnológicos de última generación para facilitar la interacción con las personas que teletrabajan o con los compañeros de otros centros del grupo. Además, esta inversión ha permitido también soterrar el aparcamiento, ampliar las zonas ajardinadas exteriores y estrenar una nueva cantina y un auditorio. El campus, afirma Rubio, es la primera de las instalaciones del Grupo Roche en ser completamente libre de emisiones de CO2, está equipado con placas solares y dispone de un avanzado sistema que minimiza el consumo de agua y energía.
Rubio precisa que estos 51 millones corresponden únicamente a la infraestructura física, es decir, a los edificios, en el sentido de que a este importe habría que sumar una cifra mucho más importante, que no precisa, destinada a financiar los distintos proyectos de I+D que alberga el campus. “En 2022, Roche invirtió 14.400 millones de euros, un 3% más, en investigación y desarrollo en todo el mundo”, subraya, tras destacar que el campus de Barcelona forma parte de una red internacional de 17 centros de I+D del grupo. “Nos sentimos muy orgullosos de seguir apostando por nuestro campus en Sant Cugat”, añade la ejecutiva, que destaca que más de la mitad de los equipos desempeñan funciones globales, es decir, dan servicio a las filiales que Roche tiene en el mundo.
Con 125 años de historia, Roche cuenta con dos grandes áreas de negocio: Roche Pharmaceuticals (con ventas de 46.600 millones de euros) y Roche Diagnostics (18.100 millones). De esta segunda división depende otra área de negocio estratégica, Roche Diabetes Care que, en España, tiene como director general a Josep Maria Vallmajó. La filial del negocio farmacéutico español tiene su sede en Madrid, mientras que el campus de Sant Cugat alberga las sedes de Roche Diagnostics y Roche Diabetes Care.
Roche Diagnostics es un líder global en equipos tecnológicos para efectuar pruebas diagnósticas, y en desarrollo de instrumentos y soluciones digitales destinadas a los laboratorios de análisis clínicos, centros de investigación, consultas de médicos, farmacias y también para el autocontrol de los pacientes. La empresa opera con marcas como Navify y Cobas y tuvo un rol muy destacado durante la pandemia al dotar a los laboratorios de la tecnología necesaria para realizar pruebas PCR y comercializar también millones de test de antígenos.
40 aniversario del primer glucómetro
Por su parte, Roche Diabetes Care es una unidad independiente que se dedica a proveer soluciones inteligentes para el control de la diabetes, enfermedad crónica que se considera la epidemia del siglo XXI. Esta división, que opera con la marca Accu-chek vende tiras reactivas y glucómetros, un dispositivo que permite medir los niveles de glucosa en casa y que fue inventado hace justo 40 años por Boehringer Mannheim, empresa que fue adquirida por Roche en 1997. Otro de los éxitos de Roche Diabetes es MySugr, una aplicación móvil que facilita a los pacientes y a los profesionales de la salud el control diario de la enfermedad y el volcado y registro de todos los datos.
En el campus barcelonés de Roche hay un centro de I+D de soluciones para la división de diagnósticos, es decir, tecnología que incluye tanto el desarrollo de hardware como de software de los equipos que se venden a los laboratorios de análisis clínicos, de anatomía patológica, de microbiología o a los bancos de sangre. En paralelo, en Sant Cugat, Roche Diagnostics ha ubicado un hub para el diseño, construcción, implementación y mantenimiento de plataformas digitales para toda la división a nivel mundial. En este centro se desarrollan, por ejemplo, sistemas de análisis de datos o de gestión integral de enfermedades.
Según Adriana Rubio, Sant Cugat es uno de los tres principales centros de desarrollo de soluciones digitales que tiene Roche, junto a los que están situados en California e India.
Dos de los productos tecnológicos desarrollados por Roche Diagnostics son Navify Tumor Board y Cobas Pulse-Edge. El primero es un sistema de gestión integral de tumores que facilita a los oncólogos la toma de decisiones al visualizar en una única pantalla toda la información disponible sobre el paciente, ya sean imágenes, datos analíticos o todo tipo de constantes. Por su parte, Cobas Pulse-Edge es una plataforma digital de “glucosa conectada”, es decir, una tecnología que permite hacer un seguimiento integral de los pacientes diabéticos al conectar diversos dispositivos que controlan la temperatura, el riesgo de infecciones, el ritmo cardíaco o la evolución de las heridas.
En el campus de Sant Cugat también se encuentran los departamentos comerciales para España de cada una de estas unidades de negocio. Además, el complejo alberga el centro logístico de Roche Diagnostics para España, Portugal y el norte de África, y un taller de reacondicionamiento y homologación de equipos de diagnóstico para laboratorios que da servicio a todo el mundo. En paralelo, alberga diversos equipos que prestan funciones de soporte global en áreas como calidad o regulación, y un centro de atención de llamadas que atiende las consultas de pacientes con diabetes que son usuarios de sus glucómetros en 20 países.
Los últimos especialistas en instalarse en el nuevo edificio que ha construido Roche en Sant Cugat son 45 empleados del área de I+D de Grifols que se han incorporado a la compañía suiza tras la adquisición de la división de tecnología para el diagnóstico de los trastornos de la hemostasia.
