Leslie Ryan America's Cup
Leslie Ryan es la directora de la 37a Copa América. © Rafa Marín
ENTREVISTA A LESLIE RYAN

“La Copa del América es una competición que no se parece a nada que se haya visto antes”

La directora de la 37a edición de la Copa América se ha instalado hace unos meses en la ciudad para liderar los preparativos

Leslie Ryan es la capitana al mando de la primera Copa América que se celebrará en Barcelona, la competición deportiva más antigua del mundo y una de las que tiene un mayor impacto económico y mediático, solo por detrás de los Juegos Olímpicos y los mundiales de futbol. Desde su oficina en el World Trade Center, la directora de la 37a edición de esta regata mira cada día el mar para ver cómo está. “Los marineros estamos obsesionados con el clima”, cuenta Ryan en una entrevista con The New Barcelona Post. Aunque reconoce que aún no ha navegado por aguas catalanas, promete hacerlo sin falta este verano.

Nacida en Dublín, con un mar muy diferente y mucho más viento, su primera Copa América fue en Auckland, hace ya, ni más ni menos, casi 20 años. Desde entonces, ha participado en seis ediciones, desde diversas posiciones, ya sea encargándose del márketing o liderando la organización como esta vez. Y, cuando no lo hacía, ha seguido ligada a la náutica, trabajando en eventos como la Ocean Race que partió de Alicante este mes o las Olimpiadas.

Cuando Barcelona fue seleccionada como sede de la regata para 2024, Ryan empezó a ir y venir desde Reino Unido hasta que, en septiembre, empaquetó su casa en el coche, perro incluido, para mudarse definitivamente. Enfrascada en los preparativos, hace poco se ha sumado un nuevo equipo a la regata, el francés, convirtiéndose en el sexto. Con todas las fichas sobre el tablero, Ryan prevé una competición “muy, muy ajustada”.

— ¿Cómo le ha recibido Barcelona?

— Estoy muy contenta. Volví por Navidad a Irlanda y todos los días llovía. Me dije, qué bien, vivo en un sitio donde te despiertas la mayoría de días con la luz del sol.

— ¿Es su primera vez en la ciudad?

— Vine hace muchos años para los Juegos Olímpicos. Fue increíble. Luego también organicé un evento aquí en 2014, una regata transatlántica que iba desde Nueva York hasta Barcelona. Estuve seis semanas y pensé que me gustaba mucho este lugar.

— Entonces ya la conocía un poco. 

— Pero hay muchos sitios por ver. Vivo en Sarrià con mi perro, un husky muy grande que vino conmigo desde Reino Unido. Le traje porque no podía dejarlo atrás durante dos años. Así que tenía que encontrar una casa que tuviera un pequeño jardín porque no cabe en una terraza. Vivimos cerca de Collserola. Es completamente diferente a la ciudad. Tenía muchas ganas de vivir en Barcelona, pero no en la zona turística. Me gusta mucho Sarrià porque se siente más local. Aun así, durante la Copa América, me mudaré al centro para estar más cerca.

— Se ha instalado con mucha antelación.

— Es una gran oportunidad venir a vivir aquí. Es una ciudad asombrosa. Pero necesito saberlo a ciencia cierta. He trabajado en muchas Copas América. Y es fácil concentrarse tanto en el evento que te olvidas de vivir en el lugar en el que estás. Ahora, tengo dos años para descubrir bien Barcelona. De lo contrario, puedes estar en cualquier lugar el mundo y te olvidas de mirar.

“Tenía muchas ganas de vivir en Barcelona, pero no en la zona turística. Me gusta mucho Sarrià porque se siente más local”

— Ha trabajado en seis ediciones de esta competición. ¿Cómo se inició en el mundo de la náutica?

— Mi padre era un marinero muy apasionado. Por lo tanto, cuando era niña, no me pude negar a navegar. Así aprendí a navegar y también participé en muchas regatas. Era mi hobby. Luego, conseguí compaginarlo con mi trabajo. Soy muy afortunada. Estudié Empresariales en Londres y empecé a trabajar en diferentes empresas. Estaba en una de publicidad cuando vino un cliente para que le creásemos la marca para el equipo británico de la Copa América. Como me gustaba navegar, me tocó a mí. Y luego dejé la compañía para trabajar para el propio equipo.

— ¿Por qué le gusta tanto el mar?

— Para mí, significa libertad. Sobre todo, cuando estás mar adentro, no hay ruido, solo aire fresco. Es fascinante. Te mueves únicamente por elementos naturales y, además, cada día es diferente. Depende del viento, las olas, la corriente… Tienes que estar pendiente de muchas cosas.

Leslie Ryan America's Cup - Rafa Marín
Con un marinero “muy apasionado” como padre, Leslie Ryan navega desde niña. © Rafa Marín

— Supongo que todas estas variables se habrán estudiado para la competición en aguas barcelonesas de 2024. 

— Por supuesto. Antes de elegir Barcelona como sede, hicimos un estudio del tiempo en la ciudad durante los meses de agosto, septiembre y octubre de los últimos diez años. Hemos tenido que analizar cuestiones como el viento porque, si sopla demasiado poco, no se puede navegar, pero, en caso contrario, es peligroso. De hecho, todos los equipos de la Copa América tienen meteorólogos que ahora ya están estudiando el clima para que los barcos que diseñen para la competición encajen aquí. Y tampoco hay garantías porque puede haber una semana sin viento en medio de las regatas, lo que hace que el evento sea muy desafiante. Como organizadores, esto implica tener un calendario flexible por si hay que cancelar el programa algún día.

— ¿Hasta cuándo pueden estar diseñando los barcos?

— En cada edición, tienen que construir uno nuevo y lo tienen que hacer en su país de origen. No tiene nada que ver un barco para Auckland —la última sede de la Copa América— con los que habrá en Barcelona. Es una de las normas de la competición. Cuando lo tengan listo, lo traerán hasta aquí para entrenar. Calculamos que los nuevos barcos estarán acabados a principios de 2024. Hasta entonces, se va practicando con los barcos construidos para las regatas previas, como ya lo está haciendo el equipo suizo, el Alinghi Red Bull Racing, en Barcelona.

“En cada edición de la Copa América, hay que construir un barco nuevo. No tiene nada que ver un barco para Auckland con los que habrá en Barcelona”

— ¿El resto de equipos tardarán mucho en acompañarlo?  

— Los equipos tienen hasta este mes de junio para construir sus bases. El Puerto de Barcelona les dio instrucciones y presentaron sus propuestas el pasado noviembre. El próximo paso será la contratación de empresas locales de ingeniería y construcción para poder empezar a trabajar a partir de abril. En junio, los seis equipos estarán instalados en Barcelona, entrenando hasta octubre de 2023. En el caso del equipo suizo, se le permitió entrenar aquí antes porque no participó en la anterior Copa América. Era una manera de darle una oportunidad para que se pudiese poner al día. Además, Suiza no tiene mar.

— Entonces, este verano ya podrán venir los fans. 

— Exacto. La actividad será muy visible este año. Todos los equipos estarán aquí y se podrán ver sus barcos. Así que este verano ya habrá ruido, lo que nos ayudará a comunicar cómo será la competición. Además, este año reconvertiremos el Imax para explicar la Copa América. Habrá una zona interactiva con simuladores y los diferentes modelos de barco que se han utilizado para explicar las regatas y la historia de la competición. Este espacio se abrirá en junio y una parte será gratuita. En el cine, que se renovará, se podrán comprar entradas y ver películas sobre la competición.

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El Imax reabrirá este verano para explicar la Copa América a los barceloneses. © Rafa Marín

— Pensando en los días de las regatas, ¿dónde se tendrá que ir para verlas?

— Habrá un village, en el Moll de la Fusta, que será gratuito y accesible y desde donde se podrán seguir las carreras. También habrá tiendas y zonas para niños. Las regatas pasarán justo enfrente. Para escoger en qué zona competir en el mundo de la vela, es muy raro que pueda estar muy cerca de la costa, porque los barcos necesitan mucha profundidad. Aquí hemos tenido suerte y estarán solo a 200 metros de la playa, por lo que cualquiera que esté sentado en la arena podrá ver la competición. También habrá espacios para los fans a lo largo de la playa, desde el Hotel W hasta el Port Olímpic. Tendrán pantallas en las que se irá explicando cómo avanza la regata. Los superfans se acercarán con sus barcos, habrá muchísimos.

— Habéis anunciado que buscaréis voluntarios para el funcionamiento del evento. 

— Tendremos voluntarios de tierra y de mar. Para los primeros, necesitaremos entre 1.500 y 2.000 personas. Serán la cara visible del evento para hablar con el público, guiarlos, decirles qué está pasando… Lo abriremos a todo el mundo. Como la Copa América dura mucho, un total de 68 días, dividiremos las tareas en períodos de diez días. En cambio, para los voluntarios de mar, como son funciones más específicas, lo haremos a través de clubs náuticos y academias de vela, apoyándonos en personas que tengan un poco de experiencia en el agua.

“Necesitaremos entre 1.500 y 2.000 voluntarios. Serán la cara visible del evento para hablar con el público, guiarlos y decirles qué está pasando”

— ¿Cómo le explicaría a un barcelonés lo que verá los días de la competición? 

— Venga y vea algo que es una competición deportiva de nivel mundial, pero que no se parece a nada que haya visto antes. Es una regata de vela, pero en verdad no lo es. ¡Los barcos van a 100 kilómetros por hora y vuelan sobre el agua! Es una locura. Pero también acérquese a entretenerse y sumergirse en el mundo de la Copa América, hay mucho por aprender. Y estará justo al lado del mar. Tiene una ciudad con un Mediterráneo increíble a la vuelta de la esquina y me da la impresión de que poca gente mira al mar y lo visita. Es una cosa que no entendemos, porque el mar lo es todo para nosotros, siempre queremos estar cerca del agua. Creo que la cuestión es mirar el mar de manera diferente. Dicen que en Barcelona están de espaldas al mar y tenemos que hacerles dar la vuelta para que vuelvan a mirarlo y se den cuenta del espectáculo que tienen tan cerca.

— Y, ¿qué le diría a los barceloneses sobre su ciudad?

— Estudiamos 60 ubicaciones y Barcelona obtuvo una puntuación muy alta en todos los aspectos que valorábamos. Más allá de las condiciones físicas y climáticas para la competición, es una ciudad icónica, muy conocida en todo el mundo. Es como Sydney o Nueva York, una de esas ciudades que tiene una reputación increíble y a la gente le gusta ir allí. No es caro volar hasta aquí y reservar un hotel, tiene buen huso horario para las televisiones e interesa a los anunciantes. Y sentimos que había un lazo fuerte: todo lo que Barcelona ha hecho, está haciendo o quiere hacer encaja muy bien con nuestros valores. La apuesta por la tecnología, la innovación y la sostenibilidad, con proyectos como potenciar la economía azul. Además, en muchas de las reuniones que tuvimos al principio, se habló del orgullo que generaron los Juegos Olímpicos en la ciudad, y de que había una clara voluntad de recuperarlo a través de un gran evento como el nuestro. Desde que estamos aquí, vemos que hay una energía sincera detrás de todo esto y eso hace que nuestro trabajo sea mucho más fácil. Sin duda, es el sitio idóneo para celebrar la Copa América.

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Los organizadores de la Copa América escogieron a Barcelona entre 60 ubicaciones más. © Rafa Marín