Desde este viernes hasta el domingo, un enorme cubo se ha plantado en Plaza Universitat para reivindicar y acercar a la ciudadanía el Corredor Mediterráneo, “una infraestructura de una envergadura tan grande y con tantos entronques, ramificaciones y obras sin salida que parece un laberinto”. El interior del cubo sigue un recorrido que va desgranando los detalles de un proyecto que hace 25 años que suma olvidos y retrasos, pensado para todos los públicos, con juegos para los más pequeños e información para los acompañantes. No falta el sarcasmo acumulado durante tantos años perdidos. Se empieza con un “En España, tenemos vías de ancho ibérico, y no es que sean de jamón, sino que son diferentes al resto de Europa” y se acaba con un contundente “Cambia el ancho de vía o aquí no avanza ni tu tía”.
La instalación, de más de 140 metros cuadrados, anima a gritar a través de unos tubos que amplifican el mensaje de que se apueste por el Corredor Mediterráneo, se explican las diferencias entre la España radial actual y una España circular que ponga en valor las capitales mediterráneas, y se plantea una puzzle más exigente de lo que parece en un principio. Incluso, se pone a prueba el pulso descubriendo los beneficios de esta infraestructura, recordando como de difícil era el juego de mesa Operación, con un sistema similar, haciendo saltar las alarmas cuando no se consigue mantener firme la mano. Ah y, obviamente, hay la opción de llevarse una fotografía de recuerdo.
Esta iniciativa es una idea de la Asociación Valenciana de Empresarios. “En 2006, empezamos el movimiento Quiero corredor. Había una anomalía: ¿Cómo podía ser que la segunda y la tercera ciudad de España no estuvieran conectadas con alta velocidad siendo el país que más kilómetros tenía después de China? Además, tenemos que añadir que estamos en un territorio, el arco mediterráneo que va desde Algeciras hasta la frontera francesa, que engloba casi el 50% del PIB, el 50% de las exportaciones, el 63% tráfico marítimo portuario y el 50% de turistas extranjeros, y no hay un ferrocarril que conecte todo el Mediterráneo”, sostiene Diego Lorente, director de la asociación. “Desde entonces, se han dado grandes pasos de gigante, pero hay muchos retrasos”.
A la inauguración del “laberinto de retrasos” en Barcelona, han asistido el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, el secretario general de CC.OO. de Catalunya, Javier Pacheco, el presidente de la Cecot, Xavier Panès, el presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené, el presidente de la patronal catalana de distribución CEDAC, Roger Gaspa, y directivos como Josep Tarradellas (Casa Tarradellas), Nuria Bassi (Bassi) y Marc Puig (Puig). También ha participado el ingeniero jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Oriol Altisench.
El laberinto ha llegado a Barcelona después de pasar por Cartagena y Antequera, donde ha sumado más de 1.200 apoyos para acelerar las obras. El horario de la instalación va desde las 12.00 horas hasta las 21.30 horas, y la entrada es gratuita. La próxima parada será Alicante. Después de esta pequeña cata, el gran acto de la asociación empresarial se hará en Madrid el próximo 16 de noviembre, donde se espera reunir a más de 2.000 directivos.